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Cómo las epidemias han moldeado la evolución del sistema inmunitario humano

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A lo largo de la historia, las epidemias han sido fuerzas invisibles que no solo han cambiado el curso de civilizaciones, sino también la biología misma de nuestra especie. Más allá del impacto inmediato en la salud pública, las grandes pandemias han actuado como auténticos motores de selección natural, dejando una huella indeleble en la evolución del sistema inmunitario humano.

 

Un legado escrito en nuestros genes

 

Diversos estudios genéticos muestran que ciertos rasgos inmunitarios presentes en las poblaciones actuales son el resultado directo de presiones selectivas impuestas por enfermedades infecciosas del pasado. Por ejemplo, variantes del gen CCR5, que pueden ofrecer resistencia al VIH, parecen haber aumentado su frecuencia en Europa tras la Peste Negra del siglo XIV. Esta epidemia, causada por la bacteria Yersinia pestis, mató a entre un tercio y la mitad de la población europea, favoreciendo la supervivencia de individuos con sistemas inmunitarios más resistentes.

 

Asimismo, se ha descubierto que fragmentos de ADN neandertal relacionados con la inmunidad siguen presentes en nuestro genoma y que algunas de estas secuencias podrían haber conferido ventajas inmunológicas frente a patógenos desconocidos tras la migración fuera de África.

 

El sistema inmunitario: un campo de batalla evolutivo

 

El sistema inmunitario es una de las herramientas más complejas y sofisticadas de la biología. Funciona como una red defensiva, capaz de aprender, memorizar y adaptarse. Pero también es un sistema sometido a una presión constante: por cada mutación que mejora nuestra capacidad para detectar virus o bacterias, los patógenos evolucionan mecanismos de evasión igual de ingeniosos.

 

Este fenómeno, conocido como coevolución, se manifiesta claramente en los genes del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC), esenciales para la presentación de antígenos. Estos genes son de los más diversos del genoma humano, una variabilidad que es señal de múltiples ciclos de exposición a enfermedades infecciosas a lo largo de la evolución humana.

 

 

Pandemias modernas: una presión evolutiva distinta

 

Las pandemias actuales, como la del COVID-19, continúan ejerciendo presión sobre nuestra biología. Sin embargo, la globalización, la medicina moderna y las campañas de vacunación han cambiado el modo en que esa presión se manifiesta. En lugar de una pura selección natural, hoy asistimos a una evolución médica y cultural, en la que la inmunidad colectiva, los avances en biotecnología y la vigilancia epidemiológica juegan un papel crucial.

 

Aun así, se han identificado variantes genéticas que aumentan o reducen la gravedad de la infección por SARS-CoV-2, lo que demuestra que nuestra respuesta inmunitaria sigue siendo un factor clave de supervivencia.

 

¿Hacia dónde vamos?

 

La evolución del sistema inmunitario no ha terminado. De hecho, se encuentra en constante ajuste frente a un mundo microbiológico en perpetua transformación. Las amenazas emergentes —desde virus zoonóticos hasta superbacterias resistentes a antibióticos— nos obligan a seguir desarrollando herramientas científicas y médicas que complementen a nuestro sistema inmunitario natural.

 

En última instancia, comprender cómo las epidemias del pasado han esculpido nuestro sistema inmunitario puede ofrecer claves para diseñar mejores estrategias de prevención, tratamiento y preparación ante futuras crisis sanitarias.

Fuente de TenemosNoticias.com: noticiasdelaciencia.com

Publicado el: 2025-06-17 03:07:00
En la sección: Ciencia Amazings® / NCYT®

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