Icono del sitio Tenemos Noticias de Latinoamérica y el Mundo

Sínodo del Cadáver, el insólito juicio a un papa después de su muerte

Sínodo del Cadáver, el insólito juicio a un papa después de su muerte

La diplomacia de Formoso no cayó bien entre sus superiores. El papa Juan VIII temía que si un rey de una dinastía imperial tan poderosa se convertía en rey de Italia, Roma perdería su independencia. El papa Juan excomulgó a Formoso en 876 y lo expulsó de su diócesis. El y sus seguidores se vieron obligados a huir de Roma bajo la amenaza de un juicio por corrupción e inmoralidad. Encontraron refugio en la corte de Guido III de Spoleto.

A la espera de que mejorase la situación en Roma, Formoso pasó varios años en el norte de Lombardía. En 883, bajo el nuevo y breve papado de Marino I, se levantó la excomunión de Formoso, que fue restituido a la cabeza de su antigua diócesis de Oporto. Tras la muerte del papa Esteban V en 891Formoso se convirtió en papa.

El nuevo papa tuvo que enfrentarse a una peligrosa situación política. Poco antes del nombramiento de Formoso, Guido III de Spoleto (su antiguo protector) había sido coronado rey de Italia en Pavía. A continuación, se dirigió a Roma para obligar a Esteban V a coronarle emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. 

Tras la muerte de Esteban V, Formoso tuvo que confirmar la coronación de Guido y reconocer a su hijo Lamberto como sucesor del imperio. Sin embargo, el papa, desconfiando del nuevo emperador y rey de Italia, reanudó sus relaciones diplomáticas con Arnulfo de Carintia, invitándole a enfrentarse a Guido en Italia.

Para apoderarse de lo que creía suyo por derecho, Arnulfo realizó una primera incursión en Milán y Pavía en 893. Tres años más tarde, Guido había muerto y su hijo Lamberto fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en Roma. En respuesta, Arnulfo sitió la Ciudad Eterna

Dentro de Roma, la facción de Spoleto leal a Lamberto se rebeló y encarceló al papa Formoso en el Castillo de Sant’Angelo. Pero fueron incapaces de detener a los invasores. Formoso fue liberado y, pocos días después, coronó emperador a Arnulfo en la basílica de San Pedro. 

Unos meses más tarde, el pontífice murió, no se sabe si de veneno o de vejez (tenía 80 años). Algunos lo elogiaron como un papa justo y piadoso; otros fueron incapaces de perdonarle que favoreciera al alemán Arnulfo en detrimento del clan italiano de los Spoleto.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.nationalgeographicla.com

Publicado el: 2025-05-16 08:05:00
En la sección: National Geographic

Salir de la versión móvil