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SpaceX vuelve a poner a prueba su nave más ambiciosa

SpaceX vuelve a poner a prueba su nave más ambiciosa

Por primera vez, se reutilizará un propulsor Super Heavy, el B14, que ya voló en la prueba número siete, y esta vez su descenso será experimental y no se intentará recuperarlo con los brazos robóticos Mechazilla. El lanzamiento será transmitido en vivo, acompañado de una presentación de Musk sobre los avances del programa y su potencial para la colonización marciana.

Las dos pruebas anteriores concluyeron con explosiones, por lo que el foco sigue puesto en obtener datos útiles más que en completar una misión perfecta. Starship S35 será el nuevo prototipo en vuelo, desarrollado para resistir hasta una hora en el espacio.

Las fallas recientes dejaron lecciones importantes: la S34 se perdió por una fuga en el sistema de propulsión y la S33 por oscilaciones estructurales similares al “efecto pogo” que afectó al programa Apolo. Ante aquellas problemáticas, S35 incluye soluciones para mitigar estos problemas.

Durante la misión no se intentará recuperar la nave, pero se pondrán a prueba maniobras clave como la reentrada atmosférica, el reencendido de motores en el vacío y el despliegue de carga simulada. Estas pruebas buscan confirmar que el sistema puede operar de forma reutilizable a gran escala.

El Super Heavy B14 amerizará en el Golfo de México tras ejecutar maniobras experimentales que incluyen rotaciones controladas y un aterrizaje asistido por motor de respaldo.

Embed – SpaceX Starship Flight 9

Desafíos técnicos y ensayos cruciales para el futuro espacial

El B14 ya había sido inspeccionado tras su primer uso: de sus 33 motores Raptor, 29 vuelven a ser utilizados. Algunos componentes fueron reemplazados, pero la mayoría del hardware permanece intacto, en línea con el objetivo de crear un sistema reutilizable que permita reducir los costos por lanzamiento. Bajo este marco, la FAA ya autorizó a SpaceX a pasar de 5 a 25 vuelos anuales, reforzando la necesidad de estandarización.

La etapa superior S35 también pondrá a prueba tecnologías que antes fallaron. Uno de los ensayos clave será el despliegue de ocho simuladores de satélites Starlink, con el propósito de demostrar que la nave puede liberar cargas útiles en trayectoria controlada. No se busca alcanzar órbita, sino probar la capacidad de separación sin afectar la trayectoria.

Otro ensayo vital será el encendido de un motor Raptor en el espacio, algo que falló en intentos previos por problemas en válvulas y sensores. Para evitarlo, se incorporaron ajustes específicos. Además, la reentrada de la nave incluirá zonas sin losetas térmicas, una prueba deliberada para analizar el rendimiento de materiales alternativos como una loseta metálica con refrigeración activa.

El descenso final pondrá a prueba los alerones traseros de Starship, responsables de fallos en vuelos anteriores. Esta vez enfrentarán condiciones extremas, con un ángulo más agresivo para forzar su resistencia. La nave intentará amerizar en el océano Índico, coincidiendo con la luz solar para facilitar su seguimiento.

Así, más que lograr una órbita, el objetivo es validar que Starship puede resistir una trayectoria exigente, paso fundamental para futuras misiones lunares y marcianas.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.ambito.com

Publicado el: 2025-05-27 17:34:00
En la sección: Noticias del mundo | Ámbito

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