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con hegemonía de la derecha se aprueba el nuevo texto constitucional que debe ser aprobado en una consulta popular | elperiodico.com

con hegemonía de la derecha se aprueba el nuevo texto constitucional que debe ser aprobado en una consulta popular

Después de ocho meses de trabajo, el Consejo Constitucional aprobó este lunes una nueva Carta Magna chilena, de contenido conservador, y objeto de fuertes controversias entre sus impulsores y el Gobierno de izquierdas del presidente Gabriel Boric. El texto será sometido a una consulta popular el próximo 17 de diciembre. Las encuestas no parecen augurarle éxito.»La suerte ya está echada y ahora las fuerzas políticas comenzarán a movilizarse por las opciones a favor y en contra», señaló el portal El Mostrador. Por lo pronto, la portavoz presidencial, Camila Vallejo, ya hizo saber sobre «preocupación» del Ejecutivo «por los eventuales retrocesos en derechos«.

La iniciativa contó con el respaldo de Republicanos, la fuerza de ultraderecha, y las variantes más moderadas de la derecha que se reúnen en Chile Vamos. Sus 33 votos resultaron más que suficientes para sacar adelante el proyecto constitucional. Los 17 consejeros de la izquierda y centroizquierda, que carecía de poder de veto, votaron previsiblemente en contra. Boric recibirá el texto el próximo 7 de noviembre.

Se trata del segundo proceso constitucional que ha atravesado ese país en dos años. El primero, fruto del estallido social de octubre de 2019, y de corte progresista, concluyó en septiembre de 2022 con un contundente rechazo del electorado en las urnas. La ola conservadora se extendió hasta mayo, cuando se eligieron los nuevos consejeros, encargados de debatir y eventualmente mejorar el borrador que escribió un Comité de Expertos. El partido de José Antonio Kast resultó la fuerza más   votada y le imprimió a las discusiones su impronta.

«Me comprometí a que no aprobaría cualquier texto sólo por aprobar y salir de este trance constitucional en el que ya llevamos casi cuatro años, sino que sólo lo haría si lográbamos construir algo mejor. Hoy puedo decir con mucha confianza que hemos logrado ese objetivo”, dijo la presidenta del Consejo Constitucional, la joven ultraderechista Beatriz Hevia.

Opiniones encontradas

Lo que la representante de Republicanos consideró un logro es visto como un gran retroceso político por las fuerzas de izquierda y representantes de la sociedad civil. Entre los artículos más cuestionados se encuentran «el derecho a la vida de quien está por nacer«, la expulsión inmediata de los migrantes que ingresen por pasos no habilitados y la exención tributaria de la primera vivienda, que beneficia a las personas de mayores ingresos. A pesar de un compromiso inicial, la figura jurídica del Estado social de derecho quedó completamente diluida. La protección ambiental no es tampoco un objetivo de esta Constitución. El jefe de la bancada republicana, Luis Silva, un numerario del Opus Dei, reconoció sin pudores días atrás que la propuesta constitucional votada se «acomoda más» al espectro que va «desde la centroderecha hacia la derecha».

Ivonne Mangelsdorff, de Renovación Nacional (RN), citó a Margaret Thatcher para embestir contra el Partido Comunista, fuerte impugnador del texto: «Cuando un comunista habla, miente. Cuando calla, encubre. Cuando tiene poder, roba y persigue a los que piensan distinto a él».

«Lamentablemente la propuesta no permite decir que cumplimos el propósito de una Constitución que nos acoja a todos. Mi tristeza hoy no me hace olvidar los logros que plasmamos en el anteproyecto«, dijo la presidenta de la Comisión Experta, Verónica Undurraga, sobre los 216 artículos y el apartado final de 62 disposiciones transitorias.

Según Javier Couso, un constitucionalista de la Universidad Diego Portales (Chile), la Carta Magna resultante «profundiza aspectos que ya tenía la Constitución del año 80», impulsada entonces por el dictador Augusto Pinochet, «como la adhesión a un ideario neoconservador en lo económico y a una moral conservadora en lo cultural».

Rechazo de la izquierda

«Optaron por imponer un texto excluyente, dogmático, retrógrado y polarizado, el que representa un riesgo de inestabilidad política y social, precisamente por dejar sin espacio democrático a otras ideas democráticas, y que hay que decirlo por su nombre, favorece solamente a los empresarios y a los poderosos, a los privilegiados de siempre», dijo el senador socialista Alejandro Kohler. Votó en contra invocando la memoria de Salvador Allende. La presidenta de ese partido, Paulina Vodanovic, se permitió la ironía: «hay quienes se han dado gustitos doctrinarios, políticos e ideológicos«. El senador y presidente del PPD (centroizquierda), Jaime Quintana, señaló por su parte que una Constitución que esté «más a la derecha» de la matriz heredada del régimen militar «puede ser el detonante de un nuevo estallido social, aún mayor que el de 2019″.

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De acuerdo con el último sondeo de Plaza Pública Cadem un 34% de los chilenos aprobaría la nueva Carta Magna, mientras que un 51% la rechazaría. Lo más llamativo del sondeo es que un 58% de los entrevistados está en desacuerdo con que se inicie otro proceso constituyente en caso de que se frene en las urnas esta nueva propuesta. Los promotores del «a favor» están convencidos que se revertirá la situación desfavorable en las encuestas a medida que se acerque el 17 de diciembre. «Ni la casa de todos, ni el hogar común, ni una que nos una. No, nada de eso es lo que se zanjará el 17 de diciembre en las urnas. Ese caluroso domingo, habrá que salir a optar por disputas políticas, entre políticos y en lógicas de izquierdas vs. derechas u oficialistas contra opositores», aseguró Cristián Valdivieso, director de la consultora Criteria.

 

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com

Publicado el: 2023-10-30 19:18:18
En la sección: El Periódico – internacional

Publicado en Internacionales