El Gobierno iran culpa a Salman Rushdie del ataque y rechaza lazos con el agresor | elmundo.es

«No consideramos a nadie ms que a l (Rushdie) y a sus seguidores dignos de culpa e incluso de condena», ha afirmado el Gobierno de Ibrahim Raisi

• EEUU Hadi Matar, acusado formalmente del intento de asesinato de Salman Rushdie
• Cultura Salman Rushdie, apualado en el cuello y en el abdomen en un acto pblico en Estados Unidos

No hubo condena. Un portavoz del Gobierno iran asegur que Tehern no tiene lazo alguno con el estadounidense de origen libans que se abalanz sobre el escritor Salman Rushdie el viernes pasado. Sin embargo, en lnea con la mayora de mensajes procedentes de la prensa oficialista iran en los ltimos das, las lites responsabilizaron al escritor indio del ataque sufrido. Algunos observadores se cuestionan si estos acontecimientos pueden obstaculizar el proceso de reanimacin del pacto atmico en un momento crucial.

«Sobre el ataque contra Salman Rushdie en Estados Unidos, no consideramos que nadie merezca reproche, culpa o incluso condena, excepto l [Rushdie] y sus partidarios», sentenci el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Nasser Kanaani, durante la peridica rueda de prensa del lunes. Segn Kanaani, «nadie puede culpar» a Irn. «Rushdie provoc la ira plica al insultar el sagrado islam y a 1.500 millones de musulmanes. Creemos que los insultos proferidos y el apoyo que l recibi fueron un insulto contra los seguidores de todas las religiones», remach como justificacin.

El portavoz compareci para expresar la visin del Ejecutivo de lnea dura de Ibrahim Raisi sobre este y otros asuntos controvertidos acumulados en la agenda. De acuerdo con la agencia Tasnim, Kanaani habl de un «progreso» en el proceso destinado a resolver el desencuentro entre Irn y EEUU en torno al disfuncional pacto atmico. Los iranes se dieron como fecha tope la medianoche de este lunes para anunciar sus conclusiones sobre el plan de la UE para reavivar el acuerdo nuclear, que se considera final.

Otro elemento enmaraa la escena todava ms. Hace slo unos pocos das, el Departamento de Justicia estadounidense anunci una acusacin formal contra Shahram Poursafi, un presunto miembro del Cuerpo de Guardianes de la Revolucin Islmica, por «intentar pagar a individuos en EEUU 300.000 dlares para llevar a cabo un asesinato en Washington DC o Maryland». El objetivo principal era el ex asesor en Seguridad Nacional John Bolton, uno de los altos funcionarios ms dispuestos a atacar a Irn.

Una poltica iranfoba fallida

Irn, que ha prometido reiteradamente vengar el asesinato del general Qasem Soleiman que Donald Trump orden en 2020, se defendi argumentando que tal acusacin era fruto de una «poltica iranfoba fallida». Reaccin distinta fue la de este lunes, cuando Nasser Kanaani enfatiz que «desmentimos categrica y seriamente toda conexin de Irn con el asaltante» de Rushdie. A diferencia del primer caso, las autoridades de EEUU no han anunciado vnculo alguno entre Irn y Hadi Matar, el joven nacido en Nueva Jersey que asest hasta diez pualadas a Rushdie. Las redes sociales de Matar, descendiente de chitas del sur libans, est plagado de referencias de apoyo a la causa revolucionaria jomeinista.

La prensa iran no escatim en elogios que retrotraan a la orden que el primer lder de la Repblica Islmica, Ruhola Jomeini, dio a los fieles hace 33 aos : «Mil bravos a la persona valiente y obediente que atac al apstata y malvado Salman Rushdie en Nueva York», coloc en su portada el diario Kayhan, que obedece a las directrices del Lder Supremo Ali Jamenei. Jorasn, otro diario conservador, llev en portada una pieza titulada: «Satans de camino al Infierno».

Todo se remonta a unos pasajes en los que el escritor, hijo de un hombre de negocios musulmn, y que en estos momentos se recupera con pronstico favorable, se refera a un supuesto pasaje de la vida de Mahoma disputado durante siglos, ya que se le presenta como un humano con sus debilidades. Aquello, a ojos de los ortodoxos que arremetieron contra el libro Los versos satnicos, cuestionaba su credibilidad como mensajero de Dios y, por lo tanto, se trataba de una blasfemia. En 1989, un ao despus de la publicacin de la obra, el lder de Irn emiti la fetua.

El actual Gua Supremo describi este fin de semana la fetua jomeinista como «una bala que no reposa hasta dar en el blanco«. Jamenei es la voz ms poderosa en un debate que ha dividido al mundo islmico durante todos estos aos, y que comenz en un momento crtico para la nacin iran. El pas sala econmica y polticamente tocado de una guerra sangrienta y agnica con Irak. Capitalizar las protestas surgidas en la vecina Pakistn permita dar un nuevo impulso a los principios revolucionarios y expandirlos por la regin.

En Irn, la doctrina principista considera que Jomeini es infalible y su palabra est grabada en piedra. Ali Montazeri, el ayatol que Jomeini design inicialmente para sucederle por aquellos aos, cay en desgracia, entre otras razones, por oponerse pblicamente a la fetua que condenaba a muerte a Salman Rushdie y prometa elevar a mrtires a quienes perecieran acabando con el escritor y sus traductores. A finales de los 90, otro clrigo moderado, el ex presidente iran Mohamed Jatami, dio por concluida la persecucin a Rushdie comprometindose a no instar a llevarla a cabo. Pocos aos despus, Rushdie redujo su escolta para recuperar su vida pblica.

Pero para los principistas, opuestos a reformistas como Montazeri o Jatami, una fetua no caduca ni puede deshacerse, menos si procede del mismo Jomein. En 2012, una fundacin religiosa elev hasta los 3.3 millones de dlares el botn previo de 2.8 millones establecido para quien acabara con la vida del escritor de origen indio. En 2016 se increment ligeramente la cifra, sin que en ningn momento las autoridades iranes se vincularan a tales iniciativa. Pero el debate entre estas dos formas de interpretar la doctrina oficial de Irn persiste hasta hoy. El fin de semana pasado, un grupo de eruditos religiosos iranes publicaron un comunicado conjunto condenando el atentado contra Rushdie «tanto desde el punto de vista religioso como moral».