La gran movilización pretende cerrar el Congreso y un adelanto electoral
Dirigentes y activistas llegados desde distintos puntos del Perú se reúnen este sábado en Lima como punto de partida para el asalto a la capital, en lo que ya se conoce como la segunda ‘Marcha de los Cuatro Suyos’. Se trata de una gran movilización con la que se pretende presionar la destitución de la presidenta, Dina Boluarte, el cierre del Congreso y el adelanto de las elecciones generales.
Un título (los incas dividieron su imperio en Cuatro Suyos) que resume a la perfección la situación límite que atraviesa el país andino. La histórica ‘Marcha de los Cuatro Suyos’ en el año 2000, que ya figura en el catálogo de los grandes hitos democráticos del continente, provocó la caída del dictador Alberto Fujimori y de su mano derecha, el siniestro Vladimiro Montesinos. Uno de los cuatro convocantes era Alejandro Toledo, perdedor de las elecciones previas ante el propio Fujimori en un nuevo fraude electoral.
La realidad política es tan extrema en Perú que más de 20 años después Toledo espera en EEUU que un juez le extradite a su país para que sea juzgado por el escándalo de la constructora brasileña Odebrecht y Fujimori comparte prisión con el golpista Pedro Castillo.
Desde el sur andino se espera la llegada de miles de campesinos aymaras y quechuas, que cuentan con el apoyo y el autofinanciamiento de sus comunidades. Es precisamente desde esa parte del país, sobre todo las regiones de Puno, Ayacucho, Apurímac y Arequipa, donde los enfrentamientos con las fuerzas del orden fueron más duros. Pese a que el expresidente Castillo era criticado en este territorio porque no había movido un solo dedo para mejorar sus condiciones, se le considera uno de los suyos.
Pese al voto de confianza obtenido en un Congreso en el que casi nadie confía, el segundo gabinete de Boluarte sobrevive en la cuerda floja y con la presidenta que guarda silencio desde hace días. La primera baja en su seno llegó el jueves, con la salida del ministro de Trabajo, Eduardo García. «La situación merece un cambio de rostros en la dirección del país y de un adelanto de elecciones que ya no pueden esperar a abril de 2024», sorprendió García, quien apuesta por una convocatoria inmediata porque no cree en el capacidad del Congreso para llevar a cabo reformas políticas y electorales previas.
Mientras tanto, el sur permanece paralizado en buena parte, con carreteras bloqueadas por quienes protestan y sin un diálogo capaz de destrabar el callejón sin salida. Protestas que por un lado son pacíficas pero que también se convierten en ataques violentos y delictivos, como el que ayer se repitió contra la mina Antapaccay, cerca de Cusco. Manifestantes incendiaron de nuevo parte de sus instalaciones.
CUARENTA Y NUEVE VÍCTIMAS MORTALES
Las protestas contra la presidenta Dina Boluarte ya han costado la vida a 49 personas, la mayoría en el sur de los Andes, la tierra natal de la sucesora del golpista Pedro Castillo. Según los datos aportados por la Defensoría del Pueblo, se trata de 41 civiles muertos durante los enfrentamientos, otros siete civiles que murieron por culpa de los bloqueos o accidentes de tránsitos y el suboficial de policía que fue quemado vivo en Puno. La mayor masacre se produjo durante el intento de asalto al aeropuerto de Juliaca, en Puno, que sumó 19 víctimas mortales. El menor de 15 años que luchaba por su vida tras ser herido el lunes murió el jueves.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2023-01-13 14:49:01
En la sección: Internacional // elmundo