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Biden o un elogio de la discreción | nytimes.com

Cuando los periodistas le pidieron declaraciones al presidente después de que los términos del acuerdo quedaron establecidos, pero antes de la votación en el Congreso, dijo: “Oigo a algunos decir: ‘¿Por qué Biden no dice lo bueno que es este acuerdo?’. ¿Por qué iba a decir Biden lo bueno que es el acuerdo antes de la votación? ¿Creen que eso va a ayudarme a que se apruebe? No. Por eso es por lo que no son ustedes muy buenos negociadores”.

Jactarse de que la mayor parte de lo conseguido por los republicanos eran cosas con las que Biden estaba a favor o que habrían conseguido en unos dos meses, durante el proceso presupuestario ordinario, habría debilitado la posición de McCarthy en su propio bloque y animado a los republicanos a saltar del barco y llevar al país a una crisis económica.

Para los simpatizantes del partido, fue desconcertante ver y oír tan poco a la Casa Blanca mientras todo esto sucedía, lo que contrasta llamativamente no solo con la frenética actividad tuitera de Donald Trump, sino también con la presencia retórica de Barack Obama, más digna pero siempre de alto voltaje. Y, sin embargo, Biden ha conseguido un acuerdo que sacrifica menos sus prioridades que, por ejemplo, el que Obama logró en 2011, por el cual se limitó el gasto mediante recortes automáticos al presupuesto y, por tanto, la capacidad del gobierno para levantar una economía que seguía luchando tras la Gran Recesión.

“A Obama le gustaba ganar la discusión, algo que no siempre lo ayudó”, me dijo hace meses un senador demócrata, al hablar de cómo Biden había conseguido victorias bipartidistas a partir de unas estrechas mayorías en el Congreso.

La única concesión real que McCarthy ha conseguido de Biden ha sido la reducción de los aumentos previstos de la financiación del Servicio de Impuestos Internos (IRS, por su sigla en inglés), un cambio que, según la Oficina Presupuestaria del Congreso, hará que crezca la deuda, en vez de decrecer (presumiblemente, al permitir que la gente haga más trampas con sus impuestos). Siendo objetivos, para tratarse de un paquete de reducción del déficit y la deuda, es bastante absurdo. Pero el corazón republicano quiere lo que quiere, y para conseguir un acuerdo, Biden trabajó discretamente con los verdaderos deseos de los republicanos, en vez de intentar someterlos al rídiculo en público.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.nytimes.com

Publicado el: 2023-06-09 04:00:03
En la sección: NYT > The New York Times en Español

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