Preocupaciones de EE. UU. sobre el nuevo ‘eje del mal’
Washington — Funcionarios estadounidenses están alarmados por la creciente cooperación entre China, Rusia, Irán y Corea del Norte, un bloque que se describe como un nuevo “eje del mal”. Estas inquietudes se intensificaron el miércoles cuando el secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, confirmó la presencia de tropas norcoreanas en Rusia, aparentemente preparándose para unirse a la guerra de Moscú contra Ucrania.
Cooperación bélica entre aliados
Recientemente, Rusia participó en ejercicios navales organizados por Irán, mientras que China, Corea del Norte e Irán han apoyado a Rusia de diversas maneras en su conflicto con Ucrania. Irán ha proporcionado misiles y drones, Corea del Norte ha enviado proyectiles de artillería, y China ha ofrecido tecnología de doble uso, incluidos semiconductores. El congresista Rob Wittman comparó la situación actual con el auge del Eje del Mal en la década de 1930, advirtiendo que hoy enfrentamos naciones que desafían los principios del Estado de derecho y la dignidad humana.
Desarrollo de una nueva estrategia
El ex presidente George W. Bush acuñó el término “eje del mal” en 2002 para describir a países como Irak, Irán y Corea del Norte. Actualmente, el secretario de Estado Antony Blinken se refiere a estos cuatro países como potencias revisionistas, indicando que se está forjando una feroz competencia en los asuntos internacionales. Wittman destacó que la cooperación tecnológica entre estos países los hace potencialmente más desestabilizadores que la Alemania nazi en 1939, ya que aprenden de manera acelerada en conflictos como el de Ucrania.
Implicaciones globales de la alianza
Merrill Matthews, del Instituto de Innovación Política, señaló que este nuevo bloque busca crear una zona económica autosuficiente que no dependa de las economías occidentales. Christopher S. Chivvis de la Fundación Carnegie advirtió que la participación de China es crucial, ya que sin ella, los otros tres países podrían estar más aislados. Además, sugiere que un conflicto en una región podría extenderse a otras, como una crisis en Taiwán que podría provocar acciones coordinadas en Ucrania. Blinken concluyó que, aunque la relación es transaccional, comparten un compromiso a largo plazo de desafiar a EE. UU. y al orden internacional.
[La periodista de VOA Adrianna Zhang contribuyó a este informe]
Fuente y créditos: www.vozdeamerica.com
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