Escasez de combustible en Bolivia: un problema creciente
El combustible se está convirtiendo en uno de los productos básicos más escasos de Bolivia. Largas filas de vehículos serpentean durante varios kilómetros frente a las estaciones de servicio en todo el país, que alguna vez fue el segundo mayor productor de gas natural de América del Sur. Algunas de las colas no ceden durante días.
Con frustración, conductores como Víctor García pasan horas esperando para comprar diésel en El Alto. La crisis de combustible ha surgido tras un colapso monetario que restringió el suministro de dólares, afectando la actividad económica y la vida diaria de millones. El malestar ha llevado a manifestaciones en las calles, aumentando la presión sobre el presidente Luis Arce, con elecciones a la vista.
Protestas por la escasez de combustible y alimentos
Multitudes han salido a protestar, clamando por «soluciones efectivas» ante la falta de combustible y el aumento de precios de alimentos. La crisis ha desmejorado la imagen de Arce, quien insiste en que no existe tal escasez. A pesar de sus promesas de normalizar la situación, el tipo de cambio en el mercado paralelo ha subido casi un 40% respecto al oficial.
Los agricultores se ven particularmente afectados, ya que la falta de diésel impide que sus productos lleguen a los mercados, provocando un aumento en los precios de alimentos básicos. Se estima que sin diésel, no habrá alimentos para el 2025, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria del país.
Implicaciones económicas y dependencia de importaciones
Bolivia, que ha pasado de ser un modelo económico exitoso a depender de importaciones para cubrir su consumo de combustible, gasta cerca de 56 millones de dólares a la semana en gasolina y diésel. El gobierno ha presentado un presupuesto para 2025 con un aumento del 12% en el gasto, despertando críticas por el incremento de deuda e inflación.
La situación política se complica con luchas internas en el partido gobernante, Movimiento Al Socialismo, mientras que los costos de vida se disparan y los bolivianos luchan por encontrar alimentos a precios accesibles. «Necesitamos un cambio», afirma Geanina García, mostrando la urgencia de soluciones ante la crisis económica.
Fuente y créditos: www.vozdeamerica.com
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