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¿Dos medallas son suficientes? España se pide más que un aprobado | elmundo.es

¿Dos medallas son suficientes? España se pide más que un aprobado

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Los bronces de Asier Martínez y Mo Katir visten el Mundial, pero la selección se frena tras los Juegos de Tokio. «Hemos dado un pasito atrás», reconoce Chapado, presidente de la Federación

Martínez y Katir, a su llegada a Madrid.JUANJO MARTINEFE

La última tarde del Mundial recordó a aquellos años tristes en los que no había españoles en más de una sesión, y de dos, después de un reguero de eliminaciones en fases previas. Por fortuna, fue sólo una anécdota. Como en los últimos campeonatos, la selección se marchó de Eugene con un par de alegrías, los bronces de Asier Martínez y Mo Katir, y eso fue más que suficiente para superar el aprobado. Es más, si se valoran los puestos de finalistas, seis más, lo nunca vivido desde 2007, se podría elevar la nota hasta el notable.

Pero si se compara la actuación española con lo ocurrido en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde hubo 11 finalistas y una sensación de explosión, de big bang, de punto de inflexión… «Hemos dado un pasito atrás, hay que reconocerlo. Estamos satisfechos con el trabajo de los atletas, pero todavía hay que ser más exigentes», admitía Raúl Chapado, presidente de la Federación Española de Atletismo, desde finales de 2016.

Cuando llegó al puesto, España había desaparecido del deporte, lloraba la retirada de Ruth Beitia y lamentaba multitud de fracasos; ahora la tendencia es otra, pero al grupo todavía le queda dar un paso adelante, o igual dos. Entre las alegrías, además de unas medallas muy efectivas, sacando provecho de las pocas opciones que había, estuvo la aparición de un mediofondista extraordinario, Mario García Romo, otro intento de Eusebio Cáceres en el salto de longitud y el relevo 4×100 femenino, sobre todo, el relevo 4×100 femenino.

Desde hace unos años, la Federación se deja un auténtico dineral en concentraciones de los velocistas en lugares lejanos como Sudáfrica y que esa inversión haya dado sus frutos es reconfortante. Sonia Molina-Prados, Jael Bestué, Paula Sevilla y Maribel Pérez no están en la élite en la prueba individual, de hecho sólo Pérez estaba clasificada para el Mundial, pero en el conjunto lucieron, vaya si lucieron.

El lado negativo

Del lado contrario, los concursos, y, de alguna manera, aunque sea injusto, la marcha. De entre todos los saltadores y lanzadores, ocho en total, sólo Cáceres se clasificó para la final en una tendencia que, esta sí, se mantiene desde hace más de una década. Demasiados son quienes llegan al Mundial y se marchan de inmediato, como el saltador de longitud Héctor Santos, que hizo tres nulos. «Cada especialidad es un mundo, pero es algo que debemos analizar, sin duda», expresó José Peiró, el seleccionador, que destacó por encima de todo el ambiente en el equipo.

En un Mundial muy casero, con todos los atletas del mundo juntos en un campus universitario, destacó el buen rollo de la selección, más allá de alguna polémica previa por la convocatoria. Se congratulaban por ello también ayer los marchadores, aunque su Mundial fue irregular. Lograron hasta tres puestos de finalistas, los de Raquel González, Laura García-Caro y Álvaro Martín, pero acabaron con la sensación que podría haber caído una medalla.

En su especialidad fue en la que más se notó la cercanía del Europeo, que se celebrará en Múnich del 15 al 21 de agosto, y las ganas de sobresalir allí. Nuevamente sin Ana Peleteiro, embarazada, ni Orlando Ortega, lesionado, es decir, sin los dos principales referentes, España intentará allí vivir la consagración que lleva tiempo preparando. El listón está alto, en las 10 medallas de 2018, pero la motivación es máxima. La marcha allí deberá destacar, también todos los finalistas en el Mundial y otros que en Eugene no brillaron especialmente. Es el caso del trío de los 800 metros o del equipo de maratón, que directamente estuvo ausente.

También es verdad que varios países tienen esa perspectiva y que por eso Europa ha caído en el Mundial. La primera selección del continente en el medallero fue Polonia y lo hizo con un octavo puesto. Por delante, por supuesto Estados Unidos, y también Etiopía, Jamaica, Kenia, China, Australia y Perú. «El atletismo sigue globalizándose y al final las medallas se deciden por talento. Es muy difícil», analizaba Chapado no sin reclamar: España necesita más, puede ganar más.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2022-07-26 12:15:56
En la sección: Deportes // elmundo

Publicado en Deportes