Un tatuaje de media luna en el abdomen delat a Dani Alves | elmundo.es

La vctima detall ante la juez los dibujos tatuados del jugador, que se contradijo al justificar que ella lo supiera

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Cada vez hay ms evidencias contra el jugador Dani Alves en la causa abierta en el Juzgado de Instruccin 15 de Barcelona contra l por agresin sexual. Segn han explicado a este medio fuentes judiciales, en su declaracin ante la juez, la vctima explic que el brasileo tiene tatuaje en el abdomen en forma de media luna, y que fue muy visible durante toda la relacin no consentida. Dijo que lo vio en el momento en que el jugador la intent obligar a hacerle una felacin y ella se resisti, todo ello durante los minutos en que la encerr en el lavabo de una sala VIP en una discoteca de Barcelona.

Cuando le toc declarar a Alves, despus de la versin «contundente» de la vctima, la juez pregunt al jugador por el tatuaje. En ese momento, su versin era que l estaba en el lavabo, sentado en la taza del vter, y ella haba entrado y se le haba abalanzado encima. Por eso, la magistrada quiso saber dnde lo lleva y cmo era posible que la vctima detallase su tatuaje de media luna si no se haba levantado y por tanto lo tapaba la camisa.

El jugador rectific y admiti entonces que se levant cuando ella entr y que por eso pudo verle el tatuaje que habitualmente est tapado por la ropa, ya que baja desde el abdomen hacia la zona genital. Ms tarde, en esa misma declaracin, el jugador acabara diciendo que las relaciones fueron consentidas. Fueron precisamente esos tres cambios de versin durante su declaracin uno de los argumentos por los que se orden prisin provisional.

Por eso, la familia de Alves quiere que cambie de abogado y vuelva a declarar, una peticin a la que se resiste el jugador, que confa en su actual letrada. Su defensa trabaja para presentar el recurso contra el auto de prisin (el plazo concluye este mircoles). Solicitan que se le cambie la medida gravosa de la crcel por otra como prohibicin de salir de territorio nacional, retirada de pasaporte o una fianza, que podra ser alta por el poder adquisitivo del jugador, pese a que en su declaracin confundi el dinero que ganaba con Pumas en Mxico antes de la rescisin de su contrato.

Traslado a otra crcel

La juez pregunt cuanto ganaba y l dijo que 30.000 euros mensuales. La magistrada le rectific, ya que tena su contrato, y replic que eran 300.000 euros mensuales. Sus abogados podran presentar el recurso a una instancia superior, como es la Audiencia de Barcelona, teniendo en cuenta que el juzgado de instruccin lo ms probable es que no cambie de opinin desde el viernes y mantenga la prisin provisional.

Alves fue trasladado este lunes a otra crcel y se le asignar un mdulo, de baja peligrosidad, adems de un compaero de celda para una mejor adaptacin a la crcel. Sigue abatido, pero ha mejorado su nimo segn fuentes penitenciarias, y ahora se adaptar a un mdulo ms pequeo de Brians 2, con otros presos acusados de agresiones sexuales, con lo que se garantiza la seguridad y la convivencia ante la alteracin que supone tener una celebridad en un centro penitenciario.

Una acusacin slida

El juzgado orden la prisin provisional no slo por el riesgo de fuga, ya que Alves tiene un gran poder adquisitivo, lo que facilitara su fuga a Brasil, pas con el que no hay tratado de extradicin, sino tambin por los numerosos indicios contra el futbolista. La versin de la vctima contrasta con los cambios en la declaracin del brasileo mientras que los Mossos d’Esquadra analizan los restos biolgicos que quedaron en la mujer y en el vestido que llevaba, que est aportado como prueba en la causa. Tambin las cmaras de seguridad muestran cmo Alves «empez a tontearnos a todas», explic la vctima a la polica en referencia a sus amigas y a ella.

Despus la inst a entrar en un bao y all presuntamente la agredi para vencer su resistencia y luego la viol. Al acabar, ella fue hacia la puerta, pero l dijo: «T no te vas a ir, salgo yo primero», y se fue. La vctima explic que tard en irse del lavabo porque «de los propios nervios no poda abrir la puerta» y que cuando sali a la sala VIP slo quedaban sus amigas. Fue entonces cuando empez a llorar y en la salida, el portero pregunto: «Qu pasa? mal de amores?». Y fue cuando las mujeres contaron que una de ellas haba sufrido una violacin.

En ese momento los responsables de la discoteca hicieron entrar a las chicas y se inici el protocolo para agresiones sexuales que acab con la vctima en el hospital y despus en comisara. «Cada vez que recuerdo lo que me ha pasado me entran ganas de vomitar«, explica la mujer en su declaracin ante la polica. Su rpida denuncia y la actuacin de la unidad especfica de Mossos fue clave para detener a Alves.