La experiencia es un grado. Que se lo pregunten a la compañía Aiper, marca de referencia en el pujante mercado de limpiadores de piscinas robóticos inalámbricos y ecológicos. Con el compromiso de facilitar la vida a los usuarios, la compañía se ha propuesto ayudar en las tareas de depuración de los fondos de las piscinas. Para lograrlo, la compañía ha hermanado tres conceptos llamados a congeniar: la tecnología inteligente, los avances en robótica y una facilidad de uso que se aprecia desde el momento de desempaquetado del prodigio. Solo hace falta cargar la batería y dejar a la criatura que transite suavemente bajo el agua, devorando cuantos rastros de impureza encuentre a su paso.
Esa simplicidad aparente le ha hecho merecedor del título al mejor limpiador de piscinas robótico inalámbrico del mundo, logrado en 2017 y defendido desde entonces, con galardones como el CES Award del año pasado, para honor del modelo Aiper Seagull Pro.En este caso, la redacción de Digital 4.0 ha probado el Aiper Scoba S1 con resultados que dan la razón a los que valoran el fondo y la forma. Si a un robot limpia piscinas se le demanda eficacia en su cometido, también se valora la forma en la que trabaja, inspirando seguridad y tranquilidad en sus tareas.
El limpiafondos y paredes de piscina, idónea para instalaciones de hasta 150 metros cuadrados, ya sea de vinilo, hormigón, azulejos o fibra de vidrio, al ofrecer una navegación inteligente que hace honor al adjetivo, así como una autonomía de trabajo de 150 horas.Comprender el funcionamiento de Aiper Scoba S1 puede demorarse menos de un minuto, lo justo para descubrir que existen cuatro modos de uso, que ciertamente requieren poca explicación: Auto, Eco, Sólo suelo, Sólo pared.
Si acaso, conviene reseñar que la función Auto se perfila como idónea para la limpieza de toda la piscina con resultados que saltan a la vista. Como todos los modelos de su especie, el usuario debe reparar en el poder de succión del robot, así como la capacidad para almacenar los residuos. Esto último determina no solo el tamaño (junto con el filtro), así como su versatilidad y autonomía. La prueba del algodón -que el Aiper Scoba S1 supera con nota-, se produce cuando el robot se cruza con el desagüe o cualquier irregularidad del fondo. Entonces, la tracción por oruga demuestra que no hay sistema más inteligente que el utilizado por los carros de combate para moverse sobre terrenos bacheados.
Además del precio (menos de 600 euros), nunca existe un único elemento de compra. De hecho, el Scoba S1 se distingue por la tecnología de navegación WavePath 2.0, que evita dar dos pasadas por el mismo sitio una vez que el robot optimiza su itinerario para limpiar toda la piscina. Como el legendario Atila, que donde pasaba ya no crecía la hierba, el robot de Aiper sabe que no necesita volver por su pasos para terminar el trabajo.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es
Publicado el: 2024-07-12 13:08:41
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