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Las preguntas clave para descifrar qué pasará en el mercado y en la economía en 2025

Las preguntas clave para descifrar qué pasará en el mercado y en la economía en 2025

El informe anual que ha elaborado Standard and Poor’s de cara al año 2025 plantea una lista de diez «preguntas que importan», con las que la agencia quiere avisar de los retos y cuestiones más importantes para los mercados y la economía mundial en los próximos 12 meses. El contexto de fondo es claro para S&P: la recuperación continúa, pero la incertidumbre es muy alta, con varios frentes abiertos que pueden hacer descarrilar a la economía mundial, o dar un giro a la situación fundamental de muchos activos si los mayores riesgos se materializan. La geopolítica, la bajada de tipos o cuestiones ligadas al desarrollo de la inteligencia artificial son los asuntos más importantes que pueden hacer que el escenario de recuperación encuentre baches.

«Nos adentramos en 2025 y vemos un año de promesas y peligros. El descenso de los tipos de interés y los aterrizajes suaves en las grandes economías prometen que habrá condiciones de crédito favorables. Por otro lado, el aumento de las tensiones geopolíticas y de las tensiones comerciales incrementan los peligros en un contexto que, ya de por sí, es tumultuoso», destaca S&P en el arranque de su informe.

En este contexto, S&P desglosa las preguntas que considera clave para el año que viene. Se trata de diez cuestiones clave, para las que intenta dar respuesta y ofrece su opinión de qué es lo que creen que ocurrirá, y por qué.

  • ¿Qué pasa si la bajada de tipos de interés decepciona?

La primera gran pregunta que plantea la agencia tiene que ver con la bajada de tipos. Es uno de los motores clave para los mercados y el crecimiento económico el año que viene, ya que generará unas condiciones financieras atractivas para la deuda y para impulsar la actividad económica. «Nuestro escenario base recoge bajadas de tipos«, reconoce S&P, pero plantea que «el buen comportamiento prolongado de la economía estadounidense, junto a un mayor nivel de inversión, implica que el tipo de interés neutral ha podido aumentar», indican. Además, avisan de que «la reelección de Donald Trump aumenta el riesgo de tipos más altos».

S&P recuerda cómo puede afectar esto a los inversores: «Si las presiones inflacionistas reaparecen, los bancos centrales pararán el recorte de tipos», avisan y esto se contagiaría al mercado de bonos: «La quietud de los mercados puede terminar, forzando a que los tipos de largo plazo aumenten rápidamente», y esto, «un periodo sostenido de tipos altos, forzará a los endeudados a adaptarse», probablemente «a través de ajustes de inversiones, recortes de retribución a los accionistas o, simplemente, márgenes más bajos», destaca.

  • ¿Ha vuelto el debate entre austeridad y crecimiento?

Esta segunda pregunta está centrada en Europa, donde la luz verde a los altos déficits del pasado está empezando a apagarse y Bruselas empieza a exigir que vuelvan a respetarse los techos de déficit. «La reactivación de las reglas fiscales deberían ayudar a estabilizar la deuda soberana de los países de la UE. Al mismo tiempo, al apoyar una baja inversión privada y consumo, el regreso a la austeridad puede terminar empeorando la sostenibilidad de la deuda, y ser un tiro por la culata, porque Europa y Alemania, en particular, se enfrentan a retos estructurales para su modelo económico de exportaciones y poca inversión», explican desde la agencia.

Este «debate entre austeridad o crecimiento es relevante para el crédito de Alemania y también de EEUU», indica S&P, pero cree que «la política fiscal de Alemania seguirá siendo estrecha y será una de las fortalezas del país de cara a su calificación», además de esperar que «el estatus del dólar como la primera divisa de reserva mundial permitirá a EEUU tener flexibilidad en su balanza fiscal y comercial».

  • ¿Cómo responderá el crédito privado a la caída de las rentabilidades de la deuda?

El escenario base que plantea la agencia en este sentido es que «las bajadas de tipos van a ser un alivio para los prestatarios privados, por menores costes de deuda en 2025, incluso teniendo en cuenta que muchos ya se han beneficiado de la mejora en las condiciones financieras», señalan. Esto llegará al punto de que «las empresas se van a beneficiar más de las bajadas de tipos en 2025 de lo que lo han hecho este año», considera S&P.

  • ¿La bajada de tipos justifica el optimismo del mercado?

Que el recorte de tipos es bueno para la bolsa no es ninguna novedad, pero las subidas de los grandes índices han sido tan fuertes en los últimos meses que hay muchos analistas e inversores que se preguntan si se ha podido ir demasiado lejos. El mercado necesita la bajada de tipos para justificar las valoraciones actuales, y si esta no cumple con las expectativas, es lógico esperar que haya problemas en la bolsa.

En este sentido, desde S&P avisan de que «la inflación puede terminar siendo más pegajosa de lo esperado y los tipos, en consecuencia, más altos de lo previsto», lo cual desembocaría en «un contexto de crecimiento estanflacionista que sería menos favorable para el crédito corporativo», señalan.

  • ¿Cómo navegarán los mercados los riesgos geopolíticos?

La agencia explica cómo «los mercados financieros han sido muy resistentes en 2024 a las fuentes de incertidumbre geopolítica. 2025 puede deparar más volatilidad, teniendo en cuenta la posible resolución, o escalada, de algunas de las fuentes de incertidumbre», explica, en referencia al rumor de negociaciones para terminar conflictos como el de Ucrania y Rusia y el de Oriente Medio. Sin embargo, reconocen que «no está nada claro que la economía en 2025 vaya a poder ser un apoyo para los mercados», indican desde la agencia.

Después de un año en el que más de la mitad de la población mundial ha sido llamada a las urnas, el año 2025 parece que continuará siendo una fuente de incertidumbre geopolítica. No hay más que ver el desarrollo de los acontecimientos políticos de los últimos días, en lugares como Francia o Corea del Sur, para confirmar que la geopolítica probablemente seguirá siendo una fuente de volatilidad importante en los próximos meses.

  • ¿Cómo afectarán las políticas comerciales a las condiciones de crédito?

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y las medidas de proteccionismo comercial que ha planteado son uno de los elementos más importantes a vigilar de cara al año que viene. «El proteccionismo ha crecido en los últimos años y ahora hay riesgo de un aumento en este sentido. Las mayores restricciones comerciales suelen tener un impacto negativo en el PIB real y pueden debilitar las condiciones financieras si estas aumentan sustancialmente la inflación y, en consecuencia, los tipos de interés», explican desde S&P.

Esto es claro para la agencia, pero también consideran que «los aranceles podrían terminar siendo una táctica de negociación para asegurar otros intereses que no están relacionados con el comercio», y también valoran la posibilidad de que «las medidas de estímulo puedan compensar el impacto económico de los aranceles», señalan. Además, S&P no descarta que las políticas proteccionistas puedan terminar cambiando de rumbo cuando empiece la ola de medidas y contramedidas por parte de los socios comerciales rivales que se pretendan imponer aranceles.

  • ¿Pueden los precios del crudo generar un shock en la economía?

Es evidente que un repunte de los precios del crudo tendría implicaciones negativas para muchas economías, pero S&P descarta, a priori, que vaya a haber sustos en este frente el año que viene. La tranquilidad que están viviendo los precios del petróleo desde septiembre, sin salirse de una horquilla de 10 dólares desde entonces y, a pesar de los acontecimientos geopolíticos que se suceden, es buena prueba de ello.

«Esperamos que los precios se mantengan contenidos en 2025», destaca la agencia, y avisa de que «la oferta de crudo sigue siendo el factor clave para los precios, a medida que las perspectivas de demanda apuntan hacia una caída», indican. Sin embargo, hay algunos elementos a tener en cuenta en este sentido: «Una disrupción en las rutas de comercio críticas pueden generar un aumento de los precios del crudo», recuerda S&P, y avisan que «los altos precios de la energía pueden echar por tierra los esfuerzos desinflacionistas».

Sin embargo, también hay otra cara en esta moneda, y la agencia destaca cómo «la incertidumbre política tiene visos de generar una caída más fuerte de lo esperado en los precios del petróleo», en un momento en el que, sin decisiones como la de mantener la oferta limitada por parte de la OPEP+, el mercado del crudo se encuentra en una situación de clara sobreoferta.

  • ¿Cómo responderán EEUU y Europa al liderazgo chino en tecnologías limpias?

El conflicto entre Europa y China con los coches eléctricos ha puesto sobre la mesa que el desarrollo de esta nueva tecnología por parte del gigante asiático ha levantado ampollas en otras regiones del planeta, y que tiene potencial para generar choques en los próximos meses. «China se ha establecido en los últimos 20 años como el líder sin rival en tecnologías de coches eléctricos y en las cadenas de suministro. En este proceso, que Europa y EEUU se estén quedando atrás en sus capacidades significa que tendrán que enfrentarse a dilemas de costes y comerciales que afectarán a sus fabricantes domésticos de automóviles», señala S&P.

Para la agencia, parece claro que los fabricantes tradicionales van a sufrir presión en los próximos trimestres. «Los fabricantes no chinos van a estar bajo presión para mejorar su eficiencia en las manufacturas, y para acelerar su entrada en el mercado, mientras mantienen una capacidad inversora fuerte», señala S&P. Esto, para una región con un peso tan importante en el sector automovilístico, como es Europa, puede tener un impacto notable en la economía y los mercados.

  • ¿Puede el desarrollo de los centros de datos seguir el ritmo de la demanda?

Uno de los negocios más ligados al desarrollo de la IA y a la digitalización, en general, son los centros de datos, una infraestructura necesaria que se está desarrollando con intensidad por parte de grandes firmas tecnológicas para poder cubrir las necesidades de los ciudadanos. La demanda no para de crecer, y la agencia cree que «los sectores más expuestos a los centros de datos van a seguir beneficiándose de los vientos de cola en 2025», y «después de eso, la presión probablemente aumentará, ya que se materializarán los cuellos de botella», indican.

  • ¿Pueden las innovaciones en el mundo cripto reducir los riesgos de concentración por la Inteligencia Artificial?

El último punto que plantea S&P cruza el desarrollo de dos factores diferentes, como fuerzas contrapuestas que pueden equilibrarse entre sí. Uno de los problemas que se perciben, en el frente empresarial, por el desarrollo de la IA, es la enorme concentración de poder que se está acumulando en unas pocas manos, ya que hay un grupo reducido de compañías, las gigantes tecnológicas de Estados Unidos, que están muy bien posicionadas de cara a los avances que promete generar la IA.

En este sentido, «la concentración de las grandes tecnológicas está creciendo, y es probable que se vea todavía más impulsada en 2025», algo que podría reducir el mundo cripto, ya que «los avances en la descentralización que trae el mundo cripto y la inteligencia artificial ‘edge'», que se centra en dar capacidades de IA propias de cada dispositivo, «pueden reducir algunos de los riesgos asociados a la centralización, si estos desarrollos se adoptan rápidamente», explica la agencia.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el:
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas

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