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un estudio afirma que fluye en dos direcciones

un estudio afirma que fluye en dos direcciones

¿Y si el tiempo que percibimos como una marcha firme hacia el futuro fuera, en realidad, una elección arbitraria? ¿Qué pasaría si, en el momento del Big Bang, dos universos se desplegaran en direcciones temporales opuestas? Estas no son elucubraciones de ciencia ficción, sino preguntas que emergen de un modelo teórico desarrollado por físicos en el Reino Unido. Según sus cálculos, en los sistemas cuánticos abiertos podrían coexistir dos flechas del tiempo, una hacia el futuro y otra hacia el pasado, ambas igualmente válidas.

La intuición nos dice que el tiempo solo puede avanzar. Lo vemos en el café que se enfría, en el hielo que se derrite, en el paso irreversible de nuestras propias vidas. Pero en el mundo cuántico, ese flujo unidireccional parece ser solo una ilusión macroscópica.

La doble flecha: un hallazgo cuántico

El equipo que ha publicado el estudio en la revista Nature trabajó con sistemas cuánticos abiertos, que interactúan con su entorno. A diferencia de los sistemas cerrados, que se aíslan y no cambian, estos sistemas permiten ver cómo se disipa la energía, lo que en física equivale a ver el paso del tiempo. Pero lo sorprendente fue que, en lugar de encontrar una única dirección para ese flujo, las ecuaciones revelaron dos trayectorias posibles. Dos flechas del tiempo que surgen desde un mismo punto, como una encrucijada.

En términos visuales, «es como si vertiéramos leche en una mesa y, desde ese punto, la entropía pudiera fluir tanto hacia el futuro como hacia el pasado», ejemplifican los autores, sin violar ninguna ley física. Este fenómeno, que Andrea Rocco, uno de los autores, llama «entropía gemela», desafía la idea de que el pasado y el futuro son conceptos absolutos. Según el modelo, el universo pudo haber elegido al azar una dirección para el tiempo, y una vez tomada esa senda, no hay vuelta atrás.

Implicaciones para la cosmología y la física teórica

Aunque la propuesta no tiene aplicaciones tecnológicas inmediatas (y Rocco se apresura a subrayar que no tiene nada que ver con viajes en el tiempo), sí podría revolucionar nuestra comprensión del universo. Uno de los escenarios que menciona el físico es la posibilidad de que, en el Big Bang, se originaran dos universos simétricos: uno avanzando hacia lo que nosotros llamamos futuro, y otro hacia lo que consideraríamos pasado.

Este tipo de hipótesis ya había sido considerada por algunos cosmólogos, pero hasta ahora no contaban con un modelo matemático que respaldara esa simetría temporal. El trabajo del equipo británico aporta una base que, aunque teórica, podría servir como punto de partida para nuevas investigaciones en física fundamental. Nos obliga a cuestionar si nuestro universo es realmente único en su dirección del tiempo, o si podría haber un gemelo que corre en paralelo, pero hacia atrás.

La filosofía del tiempo: entre la física y la percepción

Más allá de la física dura, este hallazgo también roza las cuestiones filosóficas. ¿Qué es el tiempo? ¿Es una propiedad del universo o una construcción mental? Para la mayoría de nosotros, el tiempo es un calendario, un reloj, una lista de tareas. Pero los físicos, al igual que los filósofos, sospechan que esa experiencia cotidiana podría estar ocultando una realidad mucho más compleja.

Desde la antigüedad, el tiempo ha sido una obsesión filosófica. Heráclito hablaba del fluir constante, mientras que Newton lo concebía como una línea recta, universal e inmutable. Pero con el nacimiento de la física moderna, esa seguridad se tambaleó. Las ecuaciones fundamentales de la física, desde las de Newton hasta las de Schrödinger, son invariantes respecto al tiempo: funcionan igual si lo invertimos.

Un péndulo oscilando se ve igual hacia delante que hacia atrás. Sin embargo, un vaso que cae y se rompe no puede deshacerse. Ahí entra en juego la entropía, ese principio que parece darle al tiempo una flecha.

El hecho de que dos trayectorias temporales sean posibles a nivel cuántico, pero que una vez iniciada no pueda revertirse, se parece a la vida misma: decisiones que se bifurcan y que, una vez tomadas, no permiten vuelta atrás. Algo similar a lo que se proponía en la película Tenet.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el: 2025-04-24 06:26:00
En la sección: elEconomista tecnologia

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