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Antes de morir, mi hija me dijo que mirara a los zorros | nytimes.com

Antes de morir, mi hija me dijo que mirara a los zorros

En el judaísmo, una niña avel, o doliente, debe dejar de recitar el kadish por su padre o su madre a los once meses, cuando se reincorpora a la comunidad. Pero como los padres que han perdido a un hijo o una hija no tienen ninguna obligación más allá de los primeros treinta días, este hito temporal no posee significado. Y como los que han perdido hijos son vistos, en muchos aspectos, como dolientes para siempre, de los que siempre se mencionará su pérdida, quedamos al margen: en la comunidad, pero no del todo parte de ella. Una vez, al inicio de la enfermedad de Orli, en el mismo camino donde vi a la zorrita, oí decir a una mujer que se cruzó conmigo, ya casi fuera del alcance de mi oído: “Esa es Sarah Wildman, la mujer que su hija…”.

Suelo pasear sola por este camino. Este tipo de duelo es a la vez universal e incompartible. No puedo concebir que el 18 de marzo será drásticamente distinto del 17 de marzo.

Cuando 2023 pasó a 2024, pensé: qué terrible es comprar un calendario para un año que Orli no verá. Aun así, coloqué un calendario en su antigua habitación, el mismo calendario feminista que ella elegía cada año. Cuando febrero pasó a marzo, me costó cambiar la hoja del calendario. Hasta ese momento, había podido mirar las fotos en mi teléfono y decir: el año pasado, por estas fechas, estábamos en este concierto, viendo esta película, comiendo esto. Ahora esos recuerdos caen más atrás. En estos días, Ian se sienta a menudo a trabajar en la habitación de Orli. Le gusta estar cerca de ella y, por eso, la mayoría de las noches, como homenaje a ella, recojo lo que Ian deja allí: él es un desastre, ella ansiaba el orden. Lo hago por ella, lo hago por mí.

A principios de septiembre, cuando casi se cumplían los seis meses desde la muerte de Orli, entrevisté al actor Rob Delaney, quien escribió un fortalecedor y visceral libro sobre la vida y la muerte, a causa de un tumor cerebral, de su pequeño Henry. “Probablemente en este punto te pasará mucho —¿todos los días, igual?— que te quedes en shock por el hecho de que ella ya no esté, ¿verdad?”, me preguntó Delaney a mitad de nuestra conversación telefónica. “Para bien o para mal —y supongo que, para la supervivencia de la especie, será para bien—, el dolor físico intenso no desaparecerá, pero se entretejerá en tu vida de tal modo que los hilos de Orli estarán por siempre en el tapiz de tu vida”, dijo.

“Y dentro de unos años, te envolverás en el tapiz de tu vida y estarás maravillada ante la belleza de los hilos de Hana y Orli e Ian, y todo será… Metabolizarás su vida y su muerte, de un modo que te hace sentir mil cosas.” Una de esas cosas será siempre “incredulidad y dolor. Eso no desaparecerá”, dijo.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.nytimes.com

Publicado el: 2024-03-16 16:58:51
En la sección: NYT > The New York Times en Español

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