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«De niña no veía dibujos, sino programas de cocina»

"De niña no veía dibujos, sino programas de cocina"

Como cada año, Madrid Fusión Alimentos de España reúne a cocineros y cocineras del panorama nacional e internacional para homenajear la gastronomía, el producto, y el saber hacer. 

De entre todos los galardones que este congreso gastronómico reparte -que no son pocos-, el Campeonato Oficial de Tapas y Pinchos es uno de los más laureados. 

En esta ocasión, la protagonista es la mañana Susana Casanova, y su ‘Cruz de Navajas’ la tapa estrella de este año. A pesar de ser arquitecta de formación, Casanova se dedica a la hostelería, haciendo las delicias en La Clandestina, el restaurante que regenta junto a su marido en Zaragoza

Sobre la emoción que ha sentido al recibir este galardón, Susana asegura en una entrevista con Heraldo de Aragón que está todavía en las nubes: «Para nosotros es un subidón, una recompensa de todo el trabajo anterior, horas, esfuerzo, locura… Da la energía para seguir más fuerte todavía».

«Era la única mujer que estaba ahí, la presión era fuerte porque me quería traer el premio a mi ciudad»

«Era la única mujer que estaba ahí, la presión era fuerte porque me quería traer el premio a mi ciudad, tenía a todo el equipo que había apostado por nosotros… Llevar un premio a Zaragoza es la mejor manera de dar las gracias a todos los que han creído en mí y en la tapa», declara a Heraldo de Aragón una aún emocionada Susana Casanova. 

Una cuestión de pasión

Sobre su trayectoria, a pesar de haber decidido formarse en Arquitectura, su otra pasión, la copropietaria de La Clandestina asegura que desde pequeña se le iban los ojos a la tele con cualquier programa de cocina: «Llegaba del colegio y mi programa favorito era ‘Con las manos en la masa’. Era una niña que no veía dibujos, sino programas de cocina. A mi madre siempre le pedía ayudarle y me dejaba empanar la carne, hacer albóndigas, mancharme las manos con harina… Siempre me gustó jugar con la comida«.

«De joven, cuando me tenía que ganar la vida, me gustaba ser delineante, la arquitectura… Mi giro fue por esa línea y estudié delineación. Trabajé de ello, tanto que fui como jefa de obra muchos años en una empresa, pero con la crisis me tuve que reinventar. Viajé y me culturicé gastronómicamente. Al volver a Zaragoza surgió la oportunidad de abrir un bistró junto con Fernando Solanilla. Pensamos que allí podríamos plasmar todo lo que habíamos aprendido y lo que nos faltaba. Así fue mi cambio, era algo que me gustaba, pero que nunca lo había pensado profesionalizar», explica Susana sobre las andanzas vitales que le han llevado a estar donde está. 

«A la hora de diseñar un plato, es necesario ser muy técnico»

A pesar de parecer mundos totalmente opuestos, la ganadora de este campeonato de tapas asegura que cada día encuentra sinergias entre la arquitectura y la gastronomía: «Están separados y no. A la hora de diseñar un plato, es necesario ser muy técnico. Se busca la perfección, las líneas, los puntos de vista… Es otro tipo de creatividad, pero ayuda esa visión en perspectiva, el enfoque, el por qué… Es algo que no está tan lejos».

Una tapa con banda sonora

Hasta ahora ‘Cruz de Navajas’ tan solo nos evocaba a la mítica canción de Mecano que puso melodía al final de los 80, aunque Susana ha decidido bautizar su tapa con el mismo nombre. Todo un éxito. «El jurado me dijo que les gustó porque estaba muy equilibrada, era fina, elegante y los productos de Aragón estaban bien integrados en la tapa, a pesar de que aparentemente entre sí no pegan, pero cuando los pruebas surge la sorpresa. Vieron que las siete elaboraciones ligaban entre ellas y en boca era una explosión de sabores. No solo es bonita estéticamente, sino que valoraron los ingredientes y su sabor, las texturas, la técnica… En definitiva, el conjunto. Tal vez esa fue la clave del éxito«, analiza la chef. 

«Los productos de Aragón estaban bien integrados en la tapa»

Según Casanova, en ‘Cruz de Navajas’ se puede apreciar su formación como delineante: «Quería que se viera una tapa limpia. Incluso, que la presentación no se comiera a la navaja. Nuestros amigos José y Lidia nos ayudaron a diseñar el plato de la presentación. Tenía que ser un reflejo de la cocina de La Clandestina y de mi personalidad». 

Casanova se siente orgullosa de haber llevado este premio a su tierra, de la que asegura que le encantan el ternasco o el melocotón de Calanda, aunque Aragón es mucho más que eso y bien merece un recorrido gastronómico: «Hay tantos productos de Aragón buenos, que te podría decir cualquiera porque están buenísimos: la trufa, el aceite, la borraja… Los debe conocer España entera«, sentenciaba la autora de la mejor tapa de España en Heraldo de Aragón. 

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.20minutos.es

Publicado el: 2023-01-26 06:16:17
En la sección: 20MINUTOS.ES – Gastronomía

Publicado en Gastronomía