En las profundidades de la cueva granadina de la Carigüela yace un vestigio monumental del Pleistoceno: el león de las cavernas, Panthera spelaea, un depredador cuya formidable presencia dominó Eurasia. Este gigante de casi 400 kilos, recientemente redescubierto tras décadas de olvido en los archivos de un museo, ha vuelto a capturar la imaginación de científicos y entusiastas de la prehistoria. El hallazgo, liderado por un equipo de la Universidad de Córdoba, promete reescribir los mapas de la antigua megafauna europea.
Recreación de ‘Panthera spelaea’
El rey de la caverna
El descubrimiento del fósil del león de las cavernas en la cueva de la Carigüela no fue producto del azar, sino el resultado de una mirada detenida y meticulosa sobre colecciones ignoradas durante mucho tiempo. Cuando el profesor José Antonio Riquelme y su equipo revisaron los fondos del museo arqueológico de Granada, un fragmento de hueso, excavado en 1954, destacó entre la multitud por su inusual tamaño y forma. Este pedazo de historia, un húmero distal, pertenecía a un león de las cavernas de hace 145 000 años. Este hallazgo no solo añadió una pieza crucial al rompecabezas de su presencia en Andalucía, sino que también extendió significativamente el mapa de su distribución en Eurasia, mostrando que estos majestuosos felinos vagaron mucho más al sur de lo que se había documentado previamente. Este redescubrimiento enriquece el registro fósil y recompone nuestra percepción sobre la antigua biodiversidad de la región.
Esqueleto de un león de las cavernas de las Cuevas Sloup
Grandes felinos del Pleistoceno
El león de las cavernas, Panthera spelaea, se destacó como una de las figuras más impresionantes del Pleistoceno, período marcado por glaciares y megafauna. Originado hace aproximadamente 600 000 años, este felino compartió la Tierra con mamuts lanudos y rinocerontes lanudos. Comparativamente, Panthera spelaea se diferenciaba del león moderno, Panthera leo, en tamaño y robustez, y del león americano, Panthera atrox, por sus proporciones más compactas. Los estudios genéticos sugieren que, a pesar de las diferencias morfológicas, el león de las cavernas compartía un ancestro común reciente con el león africano actual, evidenciando una relación evolutiva cercana. Esta conexión destaca la diversificación de los grandes felinos en respuesta a los cambios climáticos y geográficos del Pleistoceno, adaptándose a diversos entornos desde la tundra europea hasta las vastas estepas de América del Norte.
Recreación de una manada de leones de las cavernas
¿Cómo era el león cavernario?
El león de las cavernas era una bestia formidable, con machos que podían alcanzar los 400 kilos y una longitud de hasta 2 metros sin contar la cola. Sus características físicas incluían una robusta estructura ósea y una posible melena o collar de pelo, como sugieren las representaciones en arte rupestre. Comparado con el león africano moderno, este felino pleistocénico mostraba proporciones más masivas y una complexión adaptada para sobrevivir en climas fríos, con un pelaje denso y grueso.
En términos de comportamiento, se cree que el león de las cavernas empleaba tácticas de caza similares a las de los leones actuales, posiblemente cazando en grupos para derribar presas grandes como renos y jóvenes mamuts. Su hábitat preferido variaba, pero predominaban las estepas y bosques de coníferas, donde su fisiología y comportamiento podían explotar al máximo la disponibilidad de presas grandes y la protección del entorno.
¿Por qué se extinguió?
El león de las cavernas ocupaba un papel crítico en los ecosistemas del Pleistoceno, actuando como depredador dominante en las vastas estepas y bosques que entonces cubrían gran parte de Europa y Asia. Este formidable cazador interactuaba con una diversa fauna, incluyendo mamuts, renos y bisontes, lo que lo situaba en la cúspide de la cadena alimenticia y ayudaba a mantener el equilibrio ecológico mediante la regulación de las poblaciones de herbívoros.
Sin embargo, su extinción, que se estima ocurrió hace unos 14 000 años, coincide con significativos cambios ambientales y la expansión del ser humano por sus territorios. Las teorías predominantes sobre su desaparición incluyen un cambio climático drástico que alteró su hábitat y disminuyó la disponibilidad de presas, así como la presión de la caza excesiva por parte de los humanos primitivos. Estos factores, combinados, probablemente llevaron al declive y extinción del león de las cavernas, marcando un cambio en los ecosistemas del final del Pleistoceno.
Leones de las cavernas en la Cueva de Chauvet, Francia
Los recientes estudios sobre el león de las cavernas enriquecen nuestra comprensión del Pleistoceno y abren nuevas rutas para la ciencia contemporánea. El análisis genético de sus restos puede revelar adaptaciones evolutivas únicas, ofreciendo nueva información sobre la resistencia y capacidad de adaptación de especies ante cambios climáticos extremos. Además, la posibilidad de clonación, impulsada por el hallazgo de especímenes bien preservados, plantea debates éticos y técnicos sobre la resurrección de especies extintas. Estas investigaciones no solo reconstruyen nuestro pasado prehistórico, sino que también podrían formar parte de las estrategias de conservación del futuro.
Referencias:
Kirillova, I. V. et al. 2015. On the discovery of a cave lion from the Malyi Anyui River (Chukotka, Russia). Quaternary Science Reviews 117, 135-151. DOI: 10.1016/j.quascirev.2015.03.029.
Riquelme Cantal, J. A. et al. 2024. Last population of cave lion (Panthera (Leo) spelaea) in the extreme south-west of Europe: Carigüela cave (Southern Iberian Peninsula). Journal of Archaeological Science: Reports 57, 104584. DOI: 10.1016/j.jasrep.2024.104584.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com
Publicado el: 2024-08-23 11:00:00
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