La pérdida de la cola en nuestros ancestros homínidos representa uno de los cambios anatómicos más significativos en la evolución. Esta transformación morfológica, que ocurrió hace aproximadamente 25 millones de años, está estrechamente vinculada con la adaptación a la locomoción bípeda. El doctor Nathan Young, de la Universidad de California, San Francisco, ha demostrado que la ausencia de cola permitió un mejor equilibrio en posición vertical al redistribuir el peso corporal, y este cambio anatómico facilitó modificaciones en la estructura de la pelvis y la columna vertebral fundamentales para el desarrollo del bipedismo eficiente que un estilo de vida más terrestre implicaba. Pero no todo fueron ventajas. Esta pérdida también tuvo costes evolutivos. La ausencia de cola se ha relacionado con una incidencia mayor de problemas de espalda en los humanos modernos, ya que la columna vertebral debe soportar cargas diferentes a las de nuestros parientes primates con cola. Esto sugiere que nuestra anatomía actual representa un compromiso evolutivo entre la eficiencia del bipedismo y la estabilidad estructural de la columna. Y ahí estamos como auténticos funambulistas evolutivos… Un tema apasionante como todos los que podrás leer en este número. Disfruta de la lectura
El día en que nuestros ancestros perdieron la cola
Aunque a Sigmund Freud se le olvidara catalogarla en la lista de sus malsanos complejos, la más extraña, salvaje y, por tanto, natural de las envidias, es la que sentimos los humanos al ver que el resto de animales siguen conservando su cola. Sentimos envidia si el gato nos acaricia la pantorrilla en su sutil juego de seducción; envidia frente a la franca efusividad del perro al recibirnos en casa; envidia bajo el prensil poder del mono arborícola que es capaz de agarrarse con su apéndice en las ramas más altas y así casi volar tras robarnos el plátano. Imagina tener la ‘tercera pata’ del canguro para poder sentarte sobre ella en la cola del supermercado, o que pudieras saltar sobre las olas de la playa como el delfín, o que, al entrar en la discoteca, te fuera posible desplegar la emplumada belleza del pavo real provocando varios infartos…
Has leído un extracto del artículo de portada, escrito por Javier Rada. Parea seguir leyendo puedes comprar el número 524 de Muy Interesante en un quiosco de prensa o por internet.
Reportajes
- «Materia oscura», por Rosa María Herrera
- «Un comienzo explosivo», por Michael Marshall
- «El día en que nuestros ancestros perdieron la cola», por Javier Rada
- «¡Tu cerebro quiere chocolate», por Eugenio Manuel Fernández Aguilar
- «La crisis de salinidad del Messiniense», por Raef Minwer-Barakat, Antonio Garcia-Alix y Elvira Martín-Suárez
- «Los ríos voladores de la Amazonia», por Bernardo Gutiérrez
- «Así funciona el cerebro», por Elena Sanz
- «Vórtices cuánticos que conectan dos mundos», por Eugenio Manuel Fernández Aguilar
- «Los premios ‘olvidos’ y fortunas», por Pedro J. Miana
- «Superman contra el Ku Klux Klan», por Óscar Herradón
- «Museos bajo tierra», por Luis Felipe Brice
- «Descubren 6 tipos de depresión», por Sarah Romero
Entrevista
- Carlos López-Otín, por Gema Boiza
- Carme Artigas, por Laura G. de Rivera
Firmas
- Gran Angular. «Lo Lícito», por Jorge De los Santos
- Hablando de ciencia… «Ciencia patológica, la ‘Bicha’ de la ciencia», por Miguel Ángel Sabadell
- Palabras cruzadas. «Palabras como agujas», por Lucía Sesma Prieto
- Mental Coach. «Hablemos de Rafa…», por Tata Gavilán
- Neurociencia. «A vueltas con la dichosa dopamina», por Manuel Martín-Loeches
- Matrices y matraces. «Emmy Noether: la arquitecta del álgebra moderna», por Eugenio Manuel Fernández
- Tecnolcultura. «¿Una nueva ciencia?», por Javier Moreno
- Criminología. «Del acoso escolar al ciberacoso», por Victoria Pascual
- Claves climáticas. «El papel de los bosques», por José Miguel Viñas
Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com
Publicado el: 2024-12-27 04:00:00
En la sección: Muy Interesante