alerta de Fiscalía por presunta alianza entre disidentes del frente ‘Jaime Martínez’ y los ‘Espartanos’ de Buenaventura

En un consejo de seguridad que se llevó a cabo el pasado 18 de junio en Buenaventura (tras la escalada terrorista de las disidencias), un informe de la Fiscalía prendió alarmas: información reservada en manos del ente investigador habla de una presunta alianza entre el ‘Estado Mayor Central’ -las disidencias de las Farc- y la banda los ‘Espartanos’ en ese puerto del Pacífico. 

La alerta, conocida por EL TIEMPO, es un documento de la Fiscalía seccional en el Valle del Cauca que habla de planes del ‘EMC’, concretamente del frente ‘Jaime Martínez’ (el mismo grupo responsable de los ataques terroristas en Jamundí) para perpetrar acciones similares contra la Fuerza Pública en el Puerto. 

Como esas disidencias no tienen la capacidad logística en esa zona, estarían buscando alianzas con los ‘Espartanos’, una de las dos poderosas bandas (la otra es la de los ‘Shottas’) que han dominado la criminalidad en Buenaventura en el último lustro y que ahora están en una frágil tregua en medio de los procesos de paz urbana de la ‘Paz Total’. 

Las conversaciones con los ‘Shottas’ completan ya dos años, aunque en 2023 se descarriló el proceso y se retomó en el segundo semestre de ese año.

Ambos grupos, ‘Espartanos’ y ‘Shottas’, son antiguas facciones de la banda ‘La Local’, que nació tras la desmovilización paramilitar de comienzos de siglo. 

Los ‘Espartanos’ se habían levantado del Espacio de Conversación el 6 de marzo de este 2024, pero regresaron a la mesa para continuar los acercamientos hasta el 5 de agosto, nuevo plazo en ese accidentado proceso. 

Como consecuencia de esas conversaciones han caído los asesinatos en el Puerto, si bien hay denuncias de la disparada de la extorsión y del poder de los ilegales. 

Esto dice el oficio de la Fiscalía: «Por medio de la presente, me permito dar a conocer que mediante información allegada a esta seccional y expuesta en consejo de seguridad realizado el día 18 de junio de 2024 en el municipio de Buenaventura, se informa sobre las pretensiones del grupo armado organizado ‘Estado Mayor Central’ de las Farc, con su estructura denominada ‘frente Jaime Martinez’ y  con el apoyo logístico del GDO (Grupo Delincuencial Organizado) ‘La Local’, facción ‘Los Espartanos’, de realizar actos de terrorismo contra la Fuerza Pública en dicha localidad, a través de la activación de AEI (artefacto explosivo improvisado)». 

Las informaciones que han recibido las autoridades en la ciudad señalan la existencia de planeas para atentar con una moto bomba, «la cual se ubicaría en inmediaciones de instalaciones militares o de Policía, específicamente utilizando a los miembros de la estructura delincuencial Los Espartanos». 

También se lee: «Sin embargo, teniendo en los recientes hechos de violencia en el norte del departamento del Cauca y sur del departamento del Valle del Cauca no se descartan posibles acciones terroristas en las instalaciones de la Fiscalía General de la Nación, dentro de la jurisdicción de la Seccional Valle del Cauca». 

Al final del documento, se hacen recomendaciones de seguridad para el personal de la Fiscalía.

‘Espartanos’ rechazan señalamiento

En Buenaventura, voceros de los ‘Espartanos’ manifestaron su rechazo a esta alerta, afirmando que no es cierta la supuesta alianza con los disidentes de las Farc. Aseguraron que están firmes en el proceso del Espacio de Conversación promovido por el Gobierno Nacional y personalidades locales para buscar caminos jurídicos que permitan desactivar la violencia en la ciudad. 

El Consejo de Seguridad en Buenvaventura se realizó en medio de la escalda violencia de las disidencias contra Cauca y Valle. Ese 18 de junio, se registró un hostigamiento a la Policía con ráfagas y explosivos en drones en el corregimiento de Robles, en Jamundí.

El 12 del mismo mes, una moto bomba activada por orden de la disidencia ‘Jaime Martínez’ dejó a seis personas heridas, una de ellas, en mal estado, que sigue en la Fundación valle del Lili, clínica que a la vez es un hospital universitario, en Cali. Su nombre es Rafael González, un cuidador de motos y vendedor ambulante de dulces que sufrió trauma craneoencefálico, además de daños en tórax y abdomen, y quemaduras de segundo grado en rostro, cuello y en el pecho. También hubo fracturas en miembros superiores e inferiores. Su pronóstico sigue siendo reservado.

A su vez hubo dos policías heridos, Maira Alejandra Sinisterra y Alexánder Meneses, cuya patrulla fue el blanco del atentado cuando transitaba por una de las calles. Tuvieron heridas por esquirlas.

La moto bomba fue detonada en pleno centro del casco urbano de Jamundí. Ese mismo miércoles hubo ataque a la subestación de Potrerito, además de explosivos en la vereda Cascarillal y en el sector Las Veraneras.

El pasado 20 de mayo, una moto bomba explotó a una cuadra del hostal donde 100 policías que habían llegado a reforzar la seguridad en Jamundí se estaban hospedando. Hubo tres civiles heridos.

El alcalde de Cali, Alejandro Eder, insistió en la necesidad de mayor contundencia de las Fuerzas Armadas contra los disidentes. «Hasta cuándo vamos a permitir que las disidencias y los criminales sigan reclutando niños y utilizándolos como escudos; esa es la primera pregunta que debemos hacernos. ¡El reclutamiento de menores debe acabarse de raíz! Para derrotar al terrorismo, la pregunta que sigue es retomar los bombardeos», afirmó el mandatario.

CALI