Crisis fiscal en Colombia no está cerca de conjurarse y sigue poniendo en riesgo la economía | Crecimiento | Economía

Si bien el Gobierno Nacional sigue sin convencer al mercado del manejo que le dio a la economía en el 2024 y los balances que fueron presentados por el Ministerio de Hacienda generaron controversia entre los analistas, poco a poco el país empieza a pasar la página y a mirar hacia el futuro, centrándose en los desafíos que traerá la vigencia en marcha.

No obstante, lejos de calmar los ánimos, el panorama actual de las cuentas fiscales sigue despertando inquietud entre los diversos sectores, dado que se podrían repetir los errores del pasado, especialmente en la sobreestimación de ingresos y si no se ajusta cuanto antes el gasto, se podría romper nuevamente la regla fiscal.

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Un reciente informe del Banco de Bogotá advierte que para 2025, el país enfrenta serios desafíos, con la posibilidad de que el déficit fiscal supere nuevamente el 6% del PIB, como consecuencia de factores como el bajo crecimiento económico, la caída en la recaudación tributaria y el alto gasto público han generado preocupación en los analistas.

En este sentido resaltan que de no implementarse correctivos oportunos, el país podría ver afectada su estabilidad macroeconómica y su capacidad de financiamiento externo, debido a aspectos como la desaceleración económica, que ha reducido la generación de ingresos tributarios, mientras sectores clave como la industria manufacturera y el comercio han mostrado un menor dinamismo, lo que impacta directamente la recaudación.

“El panorama luce retador con supuestos de ingresos optimistas por el accionar de la Dian, y gastos que suponen una subejecución presupuestal sin precedentes. Así, con la institucionalidad de la RF vulnerada, la discusión pasará del cumplimiento de la misma a la sostenibilidad de las finanzas públicas, la cual volverá a estar en juego por fallas de planificación”, dice el informe.

A esto, para el equipo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, se suma la reducción en la demanda interna y las dificultades en la inversión privada, factores que han limitado la expansión de la economía y puesto en riesgo las metas fiscales del Gobierno.

“El gasto público continúa siendo elevado debido a compromisos sociales y programas gubernamentales de gran impacto. La presión sobre el presupuesto ha aumentado por la necesidad de financiar subsidios, proyectos de infraestructura y transferencias sociales. A pesar de los esfuerzos por mejorar la eficiencia en el gasto, la deuda pública sigue creciendo, lo que genera preocupación sobre la sostenibilidad fiscal en el mediano plazo”, acotaron estos expertos.

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Crisis a la vista

Yendo directamente a las cifras, el Banco de Bogotá establece que para lograr un gasto primario de $332,3 billones, el Gobierno necesitaría una subejecución presupuestal histórica y pone sobre la mesa que en 2024 se intentó algo similar, pero el gasto terminó superando la meta debido a la inflexibilidad del presupuesto. Además, recordaron que las Reservas Presupuestales de $61 billones son las más altas en años, lo que implica mayores presiones de gasto.

“Nuestros cálculos sugieren que la meta de gasto primario solo será posible si la ejecución del Presupuesto Nacional sin deuda, entendida como la razón entre obligaciones sobre adjudicaciones, es de 80% y las obligaciones de pagos generadas por la ejecución del rezago presupuestal son de 50%, algo nunca antes visto en la historia reciente”, indicaron.

Recesión económica

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En este sentido, reseñaron que en 2024 este ratio de ejecución fue de 82% y el histórico ronda el 90% y que si para 2025 se repitieran los mismos niveles, el gasto primario sería de $348,1 billones, $15,7 billones por encima de la meta.

“De esta forma, en el neto, con una sorpresa a la baja en ingresos de $20 billones y al alza en el gasto de $10 billones, el déficit fiscal no sería de 5,1% del PIB en 2025, sino algo más cercano a 6,7% del Producto Interno Bruto. Como se evidencia, sin ajustes importantes en gasto, la sostenibilidad de las finanzas públicas se verá fuertemente comprometida”, dijeron.

Por último, si bien reconocieron que el Gobierno ha señalado que trabaja en estrategias para mitigar este riesgo, incluyendo medidas para aumentar la eficiencia del recaudo y optimizar el gasto público, dejaron claro que sin un crecimiento económico sostenido y una mayor formalización del empleo, será difícil reducir el déficit.

Así mismo, cerraron manifestando que los riesgos sobre la regla fiscal suelen traducirse en una mayor prima de riesgo y dificultades para acceder a financiamiento en condiciones favorables, por lo que consideran que las decisiones económicas que se tomen en los próximos meses serán determinantes para la estabilidad financiera del país.