Luego de que se conociera que seis ciudades colombianas aparecieron en el informe publicado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal de México -en el que se muestran cada año las 50 urbes más peligrosas del mundo-, autoridades reconocieron que, aunque hace falta más trabajo, lo cierto es que en varias de estas zonas se han presentado importantes reducciones.
Hugo Acero, experto en temas de seguridad, defensa y justicia, señala que se debe reconocer al país en la reducción de los homicidios, pues en los años 90 la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes llegó a ser hasta de 80, mientras que hoy es de 26, una reducción casi del 70 por ciento.
“Hay que mirar las ciudades involucradas. Cali viene mejorando, pero hay que tener en cuenta que luego de la caída de los grandes carteles (Cali y Medellín), los pequeños grupos de narcotraficantes se expandieron por otras zonas. Hoy vemos que están en Santa Marta, Barranquilla, Cartagena, Buenaventura, Montería o Cúcuta. Es decir, están saliendo por otras zonas, principalmente por el mar”, explica Acero.
Cali sigue siendo la primera en el ‘ranking’ nacional. Aparece en el puesto 32 de la lista mundial.
Con lo anterior, Acero explica que la aparición de ciudades como Cartagena y Santa Marta en este ranquin da cuenta de las actividades que se desprenden por la llegada de narcotraficantes a estos territorios, como es el caso de las extorsiones, el sicariato y un sinfín de actividades delictivas.
“Colombia surte el 70 por ciento del mercado mundial de la droga y se está quedando en lo plano; no hemos pasado de una tasa menor a 26 homicidios por cada 100.000 habitantes. La paz total y la negociación con grupos ideologizados es importante, pero es necesario que además del diálogo haya una política de seguridad contundente en contra de las entidades del narcotráfico, porque las rentas criminales están ahí. Hay que tener paz, sí, pero también una política de seguridad contundente”, reclama Acero.
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Una vez más, Cali apareció como la ciudad más violenta del país. En esta ocasión, la capital del Valle se ubicó en el puesto 32, con una tasa de homicidios de 42,09 por cada 100.000 habitantes.
Según el informe, la ciudad (con 2’508.653 habitantes) fue el escenario de 982 asesinatos durante el año 2022.
El alcalde Jorge Iván Ospina dice que falta camino en seguridad, pero pide considerar que la ciudad en 1994 registró 4.300 homicidios y estuvo durante una década por encima de 2.500 muertes. En 2013, la tasa era de 79,27 muertes y Cali era séptima en el mismo ranquin. Además, indicó Ospina, hace 35 años la ciudad no cerraba un año por debajo de los mil homicidios.

El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina.
En la visión del gobernante, se ha logrado sostener una tendencia a la baja pese a los hechos registrados durante el 2021, cuando la ciudad se convirtió en un escenario de violencia por cuenta del paro nacional.
Alejandro Eder, posible candidato a la Alcaldía de esta ciudad, reiteró sus críticas al manejo que se le ha dado a la ciudad en materia de seguridad.
“No puede ser que estemos otra vez entre las 50 ciudades más peligrosas del mundo; la seguridad ciudadana tiene que ser una prioridad sí o sí…”, señaló Eder.
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En los dos primeros meses de este año, la ciudad ha registrado un aumento de homicidios y robos callejeros.
La concejala Ana Erazo explicó que se cerró el año pasado con menos homicidios, «pero hoy vemos que la realidad sigue siendo la misma, producto de la intolerancia y las consecuencias del narcotráfico. A este gobierno y a los anteriores de Cali les quedó grande la seguridad por lo que urge que el Gobierno adopte medidas precisas, atacando lo estructural, que es el narcotráfico».
Mientras tanto, el comandante de la Policía Metropolitana, general José Daniel Gualdrón, dijo se están aplicando estrategias que están dando resultados contra los llamados ‘motoladrones’, los hurtos de vehículos y las extorsiones.
«En Cali venimos trabajando con intervención policial para combatir los homicidios y los hurtos. Se viene realizando un trabajo articulado con otras instituciones, como la secretaría de Seguridad y Justicia, y la Fiscalía. Nuestros policías se han puesto la camiseta para trabajar y reducir los homicidios», dijo el general Gualdrón.
Gualdrón destacó que, del 1 de enero al 2 de marzo, iban 160 homicidios frente a 167 del mismo lapso del año pasado; es decir, una reducción del 4 por ciento.
Debate por registros
La segunda ciudad que aparece en el escalafón es Santa Marta. La capital del Magdalena ocupa el puesto 37 con una tasa de asesinatos de 39,28, con una población de casi 600.000 habitantes.
No obstante, las estadísticas en las que se basa dicho informe no se ajustarían totalmente a la realidad, teniendo en cuenta que incluye muertes que ocurrieron en otros tres municipios del área metropolitana.
Durante el año 2022, en la capital del Magdalena se registraron, según cifras de la Policía, 194 homicidios y no 280 como se detalla en la información.

Autoridades en Santa Marta piden rectificación a quienes publican el listado.
Alcaldía de Santa Marta
El defensor de derechos humanos Lerber Dimas manifestó que, si bien los asesinatos incrementaron en un alto porcentaje durante el año anterior, Santa Marta no debería estar incluida entre las ciudades mundiales con más crímenes.
El error de la publicación, analizan expertos, fue atribuirle a Santa Marta los crímenes registrados en Ciénaga, Puebloviejo y Sitionuevo, los cuales hacen parte de la jurisdicción de vigilancia de la Policía Nacional.
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El experto en materia de seguridad y orden público señala que es importante ser justos y reconocer que muchos de los homicidios que se incluyen en el informe corresponden en un territorio más amplio, lo que distorsiona la percepción sobre la seguridad en la ciudad y puede afectar al turismo.
“Prácticamente, la economía de la ciudad la mueve el turismo. Si las personas en otras regiones de Colombia y demás países leen este informe, su percepción de Santa Marta será negativa y dejarán de venir”, manifestó Lerber Dimas.

Virna Johnson, alcaldesa de Santa Marta.
Prensa Alcaldía de Santa Marta
El gobierno distrital también rechazó este informe y lo calificó de impreciso, al mismo tiempo que solicitó a la ONG que se retractara por la estadística equivocada que maneja de homicidios.
La alcaldesa Virna Johnson ha manifestado su compromiso de seguir trabajando en fortalecer la seguridad en la ciudad y ha pedido a la población que colabore en este esfuerzo.
De acuerdo con los expertos en temas de seguridad, los recientes aumentos en los homicidios en Santa Marta corresponden a la intensificación de la disputa entre dos grupos criminales rivales: Autodefensas Conquistadoras de la Sierra y las Autodefensas Gaitanistas.
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De acuerdo con las fuentes policiales, ambos grupos buscan controlar el tráfico de drogas y la extorsión en la zona, lo que ha llevado a una creciente violencia en la región.
Entre las 50 ciudades que aparecen en este informe, 13 no son latinoamericanas. Y de estas 13, Estados Unidos es el país que más ciudades peligrosas aporta, con siete.
México lidera el listado general, con 17 ciudades. Seguido de Brasil, que es el país suramericano que más urbes peligrosas tiene en la lista (10).
Por otro lado, en el puesto 43 a nivel mundial y la tercera ciudad colombiana con más crímenes según el informe, Buenaventura aparece con una tasa de 35,16, al reportar 111 muertos en una población de unas 315.000 personas.
Las autoridades locales señalan que hay un cambio en la tendencia porque en el pasado ranquin, la ciudad estaba en el puesto 13 con 186 homicidios y una tasa de 59,33, en 2021.

Panorámica de Buenaventura
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El Obispo del puerto, monseñor Rubén Jaramillo, gestor de una tregua entre las bandas ‘Shotas’ y ‘Espartanos’, dice que hay un giro positivo.
“Hemos disminuido las muertes violentas. Nos falta muchísimo, pero estamos en la tarea. Es muy importante saberlo y que la comunidad conozca que hay una decisión de seguir adelantando los procesos de paz urbana en el Distrito del Pacífico”, explicó monseñor.
El acuerdo entre ambos grupos ha logrado frenar la violencia entre estos jóvenes, sin embargo, la criminalidad continúa en esta zona, sobre todo en la parte rural, por lo que el llamado a las autoridades es a continuar su operación contra las disidencias de las Farc y el Eln, que actúan alrededor del distrito portuario.
Entre tanto, Palmira, con 358.000 pobladores, se ubicó en el puesto 48 al reportar 110 homicidios durante el 2022 y una tasa de 30,66. El reporte pasado era de 42,23 por ciento.
El alcalde palmirano Óscar Escobar apuntó que es la tasa más baja de la historia y anota que “aun con pandemia y encierro, la tasa de homicidios de Palmira fue más baja en 2022 que en 2020”.
El comandante de la Policía Valle, coronel Ever Yovanni Gómez, dijo que la meta es reducir la criminalidad y frenar delitos como la extorsión, el delito que más ha crecido en el último año en el país.
En redes, el diputado Mario Germán Fernéndez de Soto apunta que “es doloroso que Cali, Buenaventura y Palmira, sean reconocidas como ciudades violentas. Tenemos que recuperar nuestros territorios con autoridad y civismo. Llamo a Gustavo Petro a tomar el control de nuestra región”.
Casi un sicariato al día en Cartagena
Cartagena ocupó el puesto 47 en el ranquin. Con 1’278.829 habitantes, registró 403 homicidios en el año 2022, para una tasa de 31,29 homicidios.
Lo anterior lo corrobora la veeduría ciudadana ‘Cartagena Cómo Vamos’, que asegura, con base en registros de Medicina Legal, que en el 2022 se registraron 612 muertes violentas, mientras que en el año 2021 fueron 462.

Centro Histórico de Cartagena: Torre del Reloj Público.
John Montaño / EL TIEMPO
Según la Policía Nacional, durante el 2022 hubo 341 crímenes por sicariato. Es decir casi un hecho sicarial diario, como consecuencia de una creciente guerra entre bandas criminales, en cabeza del ‘clan del Golfo’.
Según Eliana Salas Barón, directora de ‘Cartagena Cómo Vamos’, los homicidios en Cartagena tienen como mayor motivación el ajuste de cuentas, con 35 por ciento de casos asociados a esta causa.
“El narcotráfico, la desigualdad social, la pobreza y la falta de oportunidades, en especial para los jóvenes, son el principal detonante de la violencia en la ciudad. Otros factores son la impunidad y la debilidad institucional para imponer justicia”, agrega Salas.
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El observatorio contra el delito del Distrito de Cartagena (Cosed), señala que la ciudad ha sido vista siempre como un escenario seguro por su condición turística, pero no lo es.
Fredi Eduardo Goyeneche, director del Cosed, asegura que el microtráfico y el narcotráfico en la ciudad está en manos de grupos delincuenciales venidos del centro del departamento de Antioquia y del Urabá, que desplazaron con violencia a los grupos locales.
“Cartagena no es una ciudad fantástica, es insegura… lo demás es retórica, lo dicen las cifras”, denuncia Goyeneche.
Percepción dramática en Cúcuta
En Cúcuta, el panorama de inseguridad se agudiza cada día y las autoridades parecen no tener el control de la oleada de homicidios que el año pasado cobró la vida de 303 personas. Durante el 2023 ha dejado más de 70 muertos.
La capital nortesantandereana aparece en el informe en el puesto 49, con una tasa de homicidios del 29,47.
Cuerpos decapitados, un comerciante desmembrado, una masacre, dos niñas muertas y ataques con granadas en un sector comercial, son la seguidilla de hechos violentos que han azotado a Cúcuta en el último mes, dejando en evidencia que es una de las capitales más violentas.

Hechos violentos se vienen dando de manera repetitiva en Cúcuta.
Facebook: Cúcuta es noticia
Wilfredo Cañizares, director de la fundación Progresar, afirma que la percepción de inseguridad es dramática en Cúcuta y advierte que desde el 2020 la curva de violencia ha ido en ascenso, tras una incursión paramilitar a la zona rural de Cúcuta que limita con Venezuela.
Los cucuteños temen movilizarse en la ciudad y algunos crímenes mantienen consternada a la ciudadanía. Además de la guerra entre bandas, también se suman otros delitos como la extorsión, como sucedió el pasado 23 de febrero, cuando 6 personas resultaron heridas tras el lanzamiento de una granada a una peluquería, en lo que sería una retaliación por no acceder a un cobro extorsivo.
Por su parte, Édgar Allan Niño, docente e investigador, señala que las autoridades locales no han definido una estrategia sólida para frenar la delincuencia, y anota que el Gobierno Nacional no ha priorizado a una “ciudad multicrisis” que también concentra los desafíos de la migración.
JOSÉ LUIS VALENCIA, JOHN MONTAÑO, MIGUEL ÁNGEL ESPINOSA, ROGER URIELES Y ANDRÉS CARVAJAL
REDACCIÓN NACIÓN
En Twitter: @ColombiaET
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eltiempo.com
Publicado el: 2023-03-05 01:00:00
En la sección: EL TIEMPO.COM – Colombia