familia de Yeni Ariza, de Los Patojos, rompió silencio tras su extraña muerte

Aún es incierto todo lo que sucedió alrededor de la trágica y extraña muerte de Yeni Ariza, la mamá de los reconocidos youtubers santandereanos Los Patojos, al encontrarse sin vida al interior de su vivienda en una vereda del municipio de Jesús María. 

Aunque las primeras versiones apuntan a que la mujer dejó un clave mensaje en un cuaderno pidiendo excusas a la familia por lo sucedido, los hijos aseguran en medio de llanto que su mamá no hubiera atentado contra su vida, ya que era una mujer feliz y alegre. 

Uno de sus hijos, Andrés Ortiz, indicó que a ella la mataron, pues la nota que dejó en el cuaderno los hace sospechar como familia, porque la escritura pareciera hecha a través de presión por una tercera persona. 

«Mi mamá no se mató, a mi mamá la mataron, alguien estaba ahí. Había una nota, nos pedía perdón, pero la letra de ella estaba como cuando usted escribe una carta como nervioso, asustado, como si hubiera una persona ahí encima, mi mamá no hizo eso, alguien más estaba ahí en ese momento«, indicó Ortiz.

En medio de su tristeza indicó que está seguro de que su mamá quería vivir, su estado de ánimo siempre era de alegría y considera que era feliz. 

«Nunca la vimos triste, nunca la vimos aburrida, ella estaba enferma y llegábamos a grabar y se paraba de la cama y lo hacía con nosotros, hace poco tuvo una cirugía, y salió bien, mi mamá quería vivir. No queremos que la muerte quede impune, no fui suicidio, ella no iba a hacer eso, voy a pelear hasta lo último», expresó Andrés. 

Aclaró que en esa vereda donde vivía no tenían inconvenientes con los vecinos y a Yeni la apreciaban en el sector. 

Recordó que el sueño de Yeni Ariza era tener su casa propia, y a pesar de que son generadores de contenido no ganan mucho dinero y poco a poco esperan recolectar dinero para lograr esa meta que quería su mamá. 

Los Patojos tienen 81 mil seguidores en YouTube; en Instagram, 30 mil; en Facebook 870 mil y en TikTok 700 mil aficionados. 

Melissa Múnera Zambrano

Corresponsal de EL TIEMPO-  Bucaramanga.