una bebé muerta, su madre en coma y un padre devastado deja accidente múltiple

El corazón de José Camacho se rompió la tarde del viernes. En cuestión de segundos, una tragedia en la Troncal del Caribe lo dejó sin su hija de apenas un año, con su esposa internada en una UCI en estado crítico y con su hijo mayor —de solo siete años— cubierto de golpes y miedo.

Fue en el kilómetro 27 de esta transitada carretera, entre Barranquilla y Ciénaga, donde ocurrió el violento accidente.

Cuatro vehículos se vieron involucrados en una colisión que, según las primeras versiones, se habría originado por exceso de velocidad y la invasión de un carril contrario. Las autoridades aún intentan establecer responsabilidades.

Lo que quedó fue una escena de caos: hierros retorcidos, gritos de auxilio y una familia deshecha.

La bebé que no resistió

Mía Izabella, la hija menor de José y Bleidis Hernández, fue la víctima fatal. La bebé murió cuando era trasladada a un centro asistencial. Su madre, quien la llevaba en brazos al momento del impacto, intentó protegerla con su cuerpo, pero no fue suficiente. El instinto materno la llevó a no soltarla ni siquiera cuando quedó inconsciente.

Bleidis permanece en cuidados intensivos en una clínica de Barranquilla, con un trauma craneoencefálico severo. El hijo mayor de la pareja fue el milagro dentro de la desgracia: sobrevivió con lesiones menores y ya está fuera de peligro físico. Su padre, en cambio, aún no encuentra consuelo.

El desgarrador mensaje del padre

José Camacho ha convertido sus redes sociales en un espacio de duelo abierto. Allí, donde antes publicaba fotos felices junto a su hija, ahora solo hay palabras de dolor y despedida.

“Dios, si esta es tu voluntad no la acepto…”, comienza el mensaje que ha conmovido a cientos. “Gracias por mostrarme durante 7 meses el amor real y verdadero. Dime ahora, ¿qué voy a hacer sin ti?”

El testimonio ha generado una ola de solidaridad. Amigos, conocidos y personas que apenas lo seguían han comenzado cadenas de oración por la recuperación de Bleidis y han llenado sus publicaciones con mensajes de aliento.

La Troncal del Caribe, donde ocurrió esta tragedia, es una de las vías con mayores índices de siniestralidad en la región. A pesar de los constantes llamados de alerta, la imprudencia sigue cobrando vidas.

El milagro que aún esperan

José Camacho no deja de mirar hacia la clínica en Barranquilla donde lucha su esposa. Aunque su corazón está destrozado por la pérdida de Mía Izabella, ahora se aferra a la posibilidad de que Bleidis despierte y puedan, juntos, reconstruir algo de lo que el accidente les quitó.

“Lo demás, ya lo perdimos todo”, dijo José. “Solo pido que ella viva. Por mí, por nuestro hijo, por la niña que ya no está”.

En medio del luto, la historia de esta familia se convierte en símbolo del dolor que dejan los accidentes viales, y del clamor de miles de colombianos que piden justicia y prevención, para que ninguna familia más tenga que pasar por algo similar.

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Por Roger Urieles, Para EL TIEMPO Santa Marta. En X: @rogeruv