El anuncio de que Estados Unidos suspenderá un lote de envíos de armas a Ucrania supone un nuevo recordatorio de que el suministro de material militar a aquel país ya no es tan seguro como antes.
Estados Unidos ha restado importancia a la decisión y la vocera del Departamento de Estado ha declarado a los periodistas que se trata de una medida puntual. «No se trata de un cese de nuestra ayuda a Ucrania ni del suministro de armas», comentó al respecto Tammy Bruce.
La decisión se produce en medio de las difíciles relaciones Donald Trump y Volodimir Zelenski, sobre todo a partir de la discusión entre ambos mandatarios en la Casa Blanca, que fue difundida mundialmente.
«Si se tratara de un problema a largo plazo, sería sin duda un reto para Ucrania», comenta a DW Jana Kobzova, especialista en política del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. «En parte, porque algunos de los sistemas estadounidenses no son fácilmente reemplazables, y eso aplica especialmente a la defensa aérea, pero también a algunas de las capacidades de mayor alcance que Ucrania ha comenzado a producir internamente, aunque no en las cantidades necesarias».
Sin apoyo de EE.UU., los enemigos de Ucrania son el tiempo y los recursos
Según funcionarios que han hablado de forma anónima con la prensa, entre las armas estadounidenses que debían enviarse se encontraban misiles Patriot de defensa antiaérea y artillería guiada de precisión. La pausa en los envíos se produce en un momento crítico, en el que Rusia está intensificando la producción de armas y los ataques.
Aunque los miembros europeos de la OTAN han aumentado su gasto en defensa, cualquier paralización a largo plazo de Estados Unidos en materia de armamento, presiona más a Ucrania y sus vecinos.
«A nivel político, se reconoce que es necesario aumentar la producción, pero nada de eso ocurre con la suficiente rapidez para Ucrania», subraya Kobzova. La experta también alude a las inversiones que se están realizando en la propia industria de defensa ucraniana para amortiguar futuros cortes de las líneas de suministro de Estados Unidos. Europa es ahora el mayor inversor en la industria de defensa ucraniana.
Marina Miron, investigadora de defensa especializada en tecnología militar y capacidad rusa en el Kings College de Londres, dice a DW que, incluso eso, podría no ser suficiente. Y conjetura que la pausa en los envíos de EE. UU. podría deberse a una cuestión logística, ya que EE. UU. se encontraría sopesando sus propias necesidades de suministro interno frente al apoyo que da a otros países, incluyendo a Israel.
Los expertos entrevistados por DW destacan la oferta hecha por Zelenski de comprar directamente armamento a EE. UU., pero, en realidad, la fabricación de armas es un proceso que lleva mucho tiempo. «Se tardan dos años en fabricar una batería [de misiles de defensa antiaérea]», dice Miron. «Así que, aunque se compren ahora, no significa que vayan a estar de inmediato en el campo de batalla. Haces un pedido y te pones a la cola».
Encontrar una forma de reparar y adaptar más eficazmente los equipos para los distintos misiles podría ser un posible parche para satisfacer las necesidades inmediatas. «El problema es el tiempo y el dinero, y también tenemos la variable de la gente», dice Miron, que explica que son necesarias unas 90 personas para operar una batería de misiles antiaéreos Patriot. Y Ucrania está perdiendo gente sin garantía de reemplazo, a medida que la guerra avanza hacia su cuarto año, señala la experta.
El apoyo de EE.UU. a Ucrania disminuye, Europa se moviliza
El apoyo a Ucrania en Europa ha ido en aumento, tanto retórica como materialmente. Tras asumir la presidencia de la UE durante los próximos seis meses, Dinamarca ha aprovechado la primera oportunidad para volver a poner en el orden del día la solicitud de adhesión de Ucrania al bloque.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, ha declarado que la UE «debe fortalecer a Ucrania. Y debemos debilitar a Rusia». «Ucrania es esencial para la seguridad de Europa. Nuestra contribución a Ucrania es también una protección de nuestra libertad. Ucrania pertenece a la Unión Europea. Es en interés de Dinamarca y de Europa».
Sus palabras aluden a las palabras del ministro alemán de Exteriores, Johann Wadephul, durante su reciente visita a Ucrania, donde calificó el apoyo a este país como la tarea más importante de Berlín en política exterior. Pero las señales procedentes de Estados Unidos sugieren al continente que su aliado transatlántico no es el socio firme que fue en el pasado.
«Existe un análisis sensato tanto en Kiev, como en los países europeos de la OTAN, de que confiar en que la ayuda militar estadounidense continúe para siempre en Ucrania no es una opción», destaca Kobzova. «Y eso es algo que ha estado ahí desde marzo, cuando se detuvo la asistencia por primera vez».
Su opinión la comparte el general retirado Ben Hodges, comandante en jefe del Ejército estadounidense en Europa. «Es una elección de este Gobierno para aplacar a Rusia, a expensas de Ucrania», interpreta Hodges la «pausa puntual» de suministros a Ucrania. Y observa que esto «también muestra la muy limitada comprensión que tiene esta Administración de la importancia que tiene, para los intereses estratégicos de Estados Unidos, ayudar a Ucrania y Europa a disuadir a Rusia».
(ms/rml)
Fuente de TenemosNoticias.com: www.dw.com
Publicado el: 2025-07-04 13:37:00
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