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‘Grain Express’, la ruta del grano robado por Rusia en la Ucrania ocupada | elperiodico.com

'Grain Express', la ruta del grano robado por Rusia en la Ucrania ocupada

Fue visto y no visto. El 28 de julio, sobre las 2 de la madrugada locales, el Matros Pozynich, un buque granelero de bandera rusa y 129 metros de eslora, capaz de transportar 28.351 toneladas de peso muerto (TPM), navegaba por las aguas próximas al estrecho de Kerch, el brazo de mar que separa a la ocupada península de Crimea de la Federación Rusa. Súbitamente, la tripulación desconectó el Sistema de Identificación Automática (AIS), el dispositivo mediante el cual una embarcación comunica periódicamente su posición a las autoridades costeras y a otros buques y que, de acuerdo con las normas de navegación marítima, debe permanecer operativo en todo momento. El mencionado mercante sólo reapareció días más tarde, concretamente el 8 de agosto, con su línea de flotación visiblemente más hundida y navegando en dirección sur hacia el puerto turco de Iskenderun. Una foto del barco, amarrado en la terminal granelera Avlita del puerto de Sevastopol y tomada el 7 de agosto por un activista anónimo de Krym.Realli, un portal de noticias sobre Crimea, constituye el único rastro de sus actividades durante el periodo en que permaneció desaparecido.

El Matros Pozynich forma parte de una flotilla formada por otros dos buques -el Matros Koshka y el Mijail Nenashev, de dimensiones, características y capacidad similares- adquiridos a toda prisa por la empresa rusa Crane Marine Contractor, radicada en Astraján, en el sur de Rusia, y en principio especializada en el transporte de derivados del petróleo, en los meses anteriores al estallido de las hostilidades en Ucrania. Desde entonces, las tres embarcaciones han realizado numerosas escalas en Crimea, cuyos puertos, en teoría, habían sido cerrados al tráfico de buques civiles por las autoridades rusas tras el estallido de la guerra, para cargar decenas de miles de toneladas de grano que, según sostienen activistas ucranianos y autoridades en Kiev, procede de las zonas de Ucrania ocupadas y en consecuencia, han sido «robadas» al país y a sus ciudadanos.

Aunque existen otras vías, el puerto de Sevastopol, más concretamente la terminal granelera Avlita, se ha convertido en el epicentro de este comercio fantasma. «Según mis cálculos, por Sevastopol se ha sacado una enorme cantidad de grano, puede que hasta 1.000 millones de toneladas«, explica a EL PERIÓDICO Mijaíl Boitenko, periodista especializado en tráfico marítimo, al frente de Maritime Bulletin, una página web especializada. La elección de Crimea como puerto de salida es de cajón, según este experto. «Todas las rutas -carreteras, trenes- que unen la zona ocupada con Rusia son inaccesibles debido a la guerra, o no pueden gestionar grandes volúmenes de carga», continúa. Boitenko, originario de Rusia aunque residente en el extranjero y crítico con Moscú, ha logrado identificar el modus operandi del Kremlin para conseguir que empresas de transporte marítimo de su país acepten embarcarse en un arriesgado comercio que les puede acarrear sanciones o incluso ser incluidas en listas negras internacionales. «Normalmente, el Gobierno se dirige a una empresa logística o de transporte marítimo, les hace una propuesta lucrativa que además no pueden rechazar, y para evitar ser sancionadas, establece una empresa fantasma y adquiere buques», como parece ser el caso de la empresa propietaria del Matros Pozynich, en cuyo teléfono corporativo de Astraján nadie responde a las llamadas.

En las fértiles tierras del sur

El traslado a los mercados de destino constituye tan solo una de las últimas etapas de un comercio que Ucrania califica de «pillaje» y que se origina en los fértiles campos de cereal en las áreas bajo ocupación usa de las provincias de Jersón y Zaporiyia, valora para EL PERIÓDICO Valentina Samar, directora del Centro de Investigaciones Periodísticas, con base en el sur de Ucrania. «Hay casos en que la cosecha es simplemente requisada, en otros, el grano es adquirido por empresas de reciente creación controladas por rusos o personas afines a la ocupación por un precio inferior al de mercado», explica. En concreto, el equipo capitaneado por Samar ha identificado a la Operadora Estatal de Grano, una compañía fundada en las zonas ocupadas de la provincia de Zaporiyia y cuya estructura de propiedad es desconocida. Svetlana Sevchenko, ministra de Agricultura y Política Alimentaria de las autoridades de ocupación rusa, una mujer que, hasta el inicio de la guerra, residía en la Rusia asiática, a más de 4.000 kilómetros de la ciudad ocupada de Melitópol, donde tiene ahora su base, es la persona que organiza esta singular subasta de una de las principales riquezas de la nación ucraniana.

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Todos estos hechos podrían provocar que Rusia sea acusada de un nuevo crimen de guerra, aunque ello solo será posible si se demuestra que concurren una serie de circunstancias y condiciones estipuladas «en la IV Convención de Ginebra», según detalla en un email José Antonio Perea Unceta, profesor de Derecho Internacional Público en la Universidad Complutense de Madrid. «El artículo 31» de dicho texto legal prohíbe la coacción, el «artículo 33», el pillaje y «en el artículo 54» se establecen las condiciones de cualquier requisa, enumera el académico. En resumen, «Rusia puede requisar la producción de cereales para abastecer a sus tropas en Ucrania y a la población del mismo» con la condición de que «pague un precio justo» y no se «desabastezca a la población local», sentencia Perea Unceta.

El Gobierno de Kiev está presionando a los estados ribereños del mar Negro y a los países aliados para que cooperen y pongan fin a este comercio, bautizado como Grain Express por los locales, pero el Derecho Internacional plantea importantes limitaciones a cualquier Gobierno que contemplara apresar a estos mercantes fantasma. Un barco sospechoso de complicidad en un crimen de guerra como el pillaje solo podrá ser abordado por un Estado cuando que se halle «en las aguas bajo su soberanía» -aguas interiores y hasta las 12 millas- pero «no en alta mar», ya que «no es ninguno de los supuestos excepcionados -piratería y tráfico de esclavos- contemplados en la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar de 1982«, destaca el jurista español.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com

Publicado el: 2022-11-20 05:39:15
En la sección: El Periódico – internacional

Publicado en Internacionales