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así voló Merkel a Fuerteventura para pasar unos días de descanso

así voló Merkel a Fuerteventura para pasar unos días de descanso

Seguramente le disgustará que publiquemos esta información, porque si algo quiere Angela Merkel para su retiro es la intimidad, vida privada y anónima que le faltaron durante los dieciséis años que ocupó la jefatura del Gobierno alemán. Pero esas cuatro legislaturas marcaron hasta tal punto la vida y destino de todos los europeos que la excanciller alemana tendrá que entender y asumir que todo lo que sigue haciendo reviste cierto interés público. Y lo que acaba de hacer ahora es pasar unos días en Fuerteventura, en el hotel de cuatro estrellas Innside by Meliá, cerca de Costa Calma.

Sentada junto a su marido, Joachim Sauer, en segunda clase de la aerolínea de bajo coste Eurowings, la hija barata de Lufthansa, ha sido vista regresando a casa después de las vacaciones. Ambos habían visitado este mismo destino juntos mientras ella era canciller y disfrutan allí de rutas de senderismo y baños en la playa. Solo el Tirol del Sur y sus rutas de montaña compite en el palmarés de la pareja con las islas españolas. Después de la jubilación de Merkel, los dos cumplieron un deseo largamente acariciado: un viaje a Italia. Pero en estos meses todavía de invierno, en los que en Berlín no se ve la luz del sol prácticamente desde agosto, se ha impuesto la necesaria escapada a Fuerteventura.

Intencionalidad política

Hay que decir que estos viajes austeros de Merkel no están exentos de cierta intencionalidad política, porque contrastan vivamente con los del actual líder de la CDU (conservadores). Friedrich Merz, con el que nunca se ha llevado bien, ha volado recientemente a la localidad de Sylt con su avión privado para asistir a la boda del actual ministro de Finanzas, Christian Lindner, mientras que Merkel sigue siendo símbolo de austeridad y demuestra por la fuerza de los hechos que se puede volar con los pies un poco más en la tierra. Además, opta por no prescindir de la mascarilla FFP2, a pesar de que ya no es obligatoria a bordo del Airbus 320-200.

Por lo demás, gracias a las fotos que hicieron otros pasajeros y han aparecido en las redes sociales, sabemos que Merkel prefiere la ventana y deja a su esposo el asiento del pasillo. Durante el vuelo comieron un par de bocadillos que ellos mismos habían preparado previamente, acompañados de pimientos crudos para picoteo, un ‘snack’ muy popular en Alemania. Sauer aprovechó para hojear una carpeta de archivos y Merkel pasó el tiempo con crucigramas. Eso sí, iban acompañados de varios guardaespaldas de paisano, una última atadura de la que no se libran.

El único privilegio que Merkel acepta en los aeropuertos es subir al avión antes que el resto de pasajeros, por imposición de su equipo de seguridad, pero, una vez en Berlín, desembarcó con los demás pasajeros como de costumbre.

Su manera de viajar contrasta con la de Friedrich Merz, el actual líder de la CDU, con el que no mantiene una buena relación

Tras abandonar el Gobierno, Merkel guarda una discreción absoluta y ha reducido al mínimo sus apariciones públicas. Apenas es posible verla cuando recoge alguno de los numerosos premios que en todo el mundo se le siguen concediendo. Pero sus vecinos sí la ven a menudo. La pareja sigue viviendo en el mismo apartamento en el que estaban ya instalados antes de la vida de canciller y en el que se mantuvieron durante las cuatro legislaturas. Merkel compra el pan casi a diario en la panadería vienesa Holzofenbäckerei, en la calle Tucholsky. Sigue vistiendo sus coloridas chaquetas, pero no visita tanto la peluquerías. Y pasa mucho tiempo leyendo y preparando sus memorias, que se publicarán en 2024 y serán seguramente un acontecimiento político.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.abc.es

Publicado el: 2023-03-15 07:20:22
En la sección: Internacional

Publicado en Multimedia