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Constituyentes Elías Jaua y Rodolfo Sanz defienden carácter participativo y protagónico de la Constitución de 1999

Constituyentes Elías Jaua y Rodolfo Sanz defienden carácter participativo y protagónico de la Constitución de 1999

Fue un debate duro, rememoró Rodolfo Sanz. Para Elías Jaua, cuando el contexto era de pluralidad y no el del presente, la sociedad no utilizó las herramientas de participación popular

Protagonistas del proceso que dio paso a una nueva Carta Magna, los constituyentes Elías Jaua y Rodolfo Sanz defienden la Constitución de 1999, y destacan especialmente su carácter participativo y protagónico.

Durante un foro organizado por el Centro de Estudios de la Democracia Socialista (Cedes), Jaua subrayó que, para la convocatoria, privó el criterio de que la soberanía reside en el pueblo. Por eso se hizo el referéndum consultivo, se eligió la Asamblea Nacional Constituyente y esta comenzó a sesionar durante los primeros días de agosto.

El sociólogo recordó que el presidente Hugo Chávez presentó un proyecto de Constitución, Patria Para Todos propuso otro y lo mismo hizo Primero Justicia.

«Fue un debate duro»

«La gente cree que el debate fue un camino de rosas. No, mano. Fue un debate duro. Hubo mucha presión de todos los sectores, pero al final la hegemonía la tenían las fuerzas chavistas. Si no, el resultado hubiese sido completamente diferente al que finalmente logramos», relató Sanz.

El diputado chavista consideró que la Constitución respondió al agotamiento de la democracia de élites, a la deslegitimación de la democracia en los movimientos populares y el sector militar. Destacó que la revolución venezolana comenzó a partir de la Carta Magna.

Subrayó que Hugo Chávez ofreció una Constituyente para refundar la república y aseguró que ha sido el político más auténtico, porque no engañó a nadie: dijo lo que iba a hacer, e hizo lo que dijo. Para Sanz, Chávez fue el gran democratizador de la vida política de la nación.

«Es una Constitución transversalizada por el carácter participativo y protagónico, y la incorporación de nuevos actores distintos de los viejos partidos políticos», describió. «Es una Constitución total y absolutamete antineoliberal, porque lo que prevalecía en ese momento era dejar que el mercado ordene todo».

La venta de acciones de Pdvsa generó una división en la constituyente, rememoró Sanz. Sin embargo, prevaleció la postura de Chávez, que insistió en blindar la estatal petrolera para que no fuese privatizada.

Otro punto polémico, como lo registró Sanz, fue el de la autonomía del Banco Central de Venezuela (BCV): «Nosotros dijimos que el BCV no podía ser autónomo».

El texto económico de la Carta Magna, defendió, tiene plena vigencia, y permite ir progresivamente a la construcción de un modelo alternativo al capitalismo.

¿Cambiar la Constitución?

«Un texto constitucional refleja una correlación de fuerzas políticas en un momento determinado», y las normas son el resultado de la interacción de distintos actores, enfatizó Rodolfo Sanz. «Refleja, cómo se concatenan en un gran pacto social, todos esos factores». Una Constitución «no es una Biblia, sino el resultado de procesos reales, concretos».

Por eso, el parlamentario no descarta una revisión de la Carta Magna. «Las constituciones no son eternas, los pactos sociales no son eternos; los pactos sociales tienden a variar de acuerdo con la variación de las fuerzas políticas. ¿Cuántas constituciones tenemos en Venezuela? Tenemos 21 constituciones a lo largo de nuestra historia. De manera que siempre va a ser posible revisar la Constitución, adecuarla a los cambios que se han producido. Pero calificar de inoperante la Constitución por el desarrollo de políticas públicas creo que no es el camino correcto», alegó.

Rodolfo Sanz contó que quedó huérfano a los cuatro años y lo crió su abuela con lo que producía el conuco. «Bastante me llevó mi abuela a buscar ñame en los rastrojos, y a buscar patilla y melón. ¿Y saben qué? No había desarrollo endógeno, ni trisógeno, ni cuatrisógeno, y nunca nadie le dio un medio. ¿Crédito? Nunca. Y trabajaba».

Sobre las iniciativas de Chávez que no avanzaron, estimó que el presidente «fue un adelantado a su tiempo», y opinó que en áreas como el movimiento obrero «nos adelantamos, porque la dirigencia sindical que existía en 2007, 2008, 2010 no estaba a la altura de entender lo que Chávez quería hacer con las empresas básicas de Guayana. Recuerdo que los dirigentes sindicales me decían ‘pídele a Chávez, esto es un socialismo petrolero, que las empresas no produzcan no es problema mío, me pagas mis reivindicaciones’. Y yo respondía ‘no voy a pedirle a Chávez, o producimos o les pago lo que puedo pagar’. Sencillo. Porque la visión rentista está intacta en mucha gente».

La sociedad no las ha utilizado

En la Constitución, como resultado de un proceso y de una correlación de fuerzas, «vamos a encontrar muchas contradicciones», admitió Elías Jaua. Una de ellas: que los diputados actúen de acuerdo con su conciencia pero deban representar los intereses de sus electores. «Es conciencia con representación», contrastó.

Otros temas «dan pie a muchas interpretaciones, como las asambleas de ciudadanos» y su carácter vinculante. Puso el ejemplo de las asambleas que «destituyeron» a Chávez o las que «proclamaron» a Guaidó. «Ese nunca pudo haber sido el espíritu del constituyente cuando habló de asambleas vinculantes».

El sociólogo y exministro puntualizó que en una sola oportunidad se presentaron propuestas de leyes por iniciativa popular, cuando estaba vivo Chávez. En cuanto al revocatorio, resaltó el que se activó en 2004 contra el presidente, «pero en lo local recuerdo una sola iniciativa popular». Es decir, «ha habido una no utilización, por parte de la sociedad», de estas herramientas.

Hay un elemento central «y es promover la utilización de esos mecanismos por parte de la ciudadanía, de la población, del poder popular, de los movimientos sociales», remarcó. Y aunque «este no es el contexto en el que están dadas las condiciones para que eso sea así», tampoco avanzó la gente «cuando había un contexto de pluralismo democrático» con el gobierno de Chávez.

Jaua analizó que la Carta Magna es presidencialista, como resultado «de la correlación de fuerzas y de un liderazgo con un peso fundamental como el del presidente Chávez; pero no es más ni menos que la de 1961 y las anteriores, porque Venezuela tiene una tradición de constituciones presidencialistas. Sin embargo, esta estableció mecanismos para el control de la actuación presidencial, como el referéndum revocatorio, que se debe mantener en todos los niveles y todas las instancias pero limitado al cumplimiento o no del programa de gobierno, no porque me da la gana de sacar al funcionario»

Fuente de TenemosNoticias.com: contrapunto.com

Publicado el: 2024-12-15 00:02:00
En la sección: Nacional – Contrapunto.com

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