El miedo espanta a los testigos electorales

Una oposición fracturada trata de convencer a los testigos de mesa para que cuiden los votos y motivar a los electores a participar en los comicios de mayo. Sin embargo, las persecuciones y detenciones que ocurrieron después de la elección presidencial del 28 de julio generan miedo. Algunos candidatos se están agrupando para crear un padrón de testigos conjunto que les permita cuidar el proceso electoral

Rosendo Oropeza tiene grabada en su memoria la agonía que sintió los días que tuvo que esconderse ante el riesgo de ser detenido. Ese miedo aún hace mella en su estado emocional, también en el de sus padres. Han pasado 10 meses, pero las cicatrices siguen allí.

Este joven de 28 años fue uno de los testigos en la elección presidencial del 28 de julio. Fue el encargado de cuidar el acta de votación que le entregaban a cada partido de oposición.

Una experiencia traumática

La instrucción que le dieron como testigo fue resguardar a toda costa esa evidencia, que, en su caso, daba ganador a Edmundo González Urrutia en uno de los centros de votación más grandes de Baruta en el estado Miranda. Se trata del segundo municipio con mayor cantidad de electores en la entidad.

“El día de la elección presidencial me emocioné con los resultados, cuidé el acta electoral hasta que se la entregué al comando de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, pero después sentí mucho miedo, porque comenzaron las persecuciones y gente conocida fue detenida”, señaló el joven a El Pitazo.

Para Oropeza esta “experiencia traumática” lo ha llevado a dudar si atiende el llamado de los opositores para que cumpla la misma función como uno de los testigos de mesas este 25 de mayo.

El dilema de ser nuevamente testigos

Ese día se elegirán mil 114 cargos: 24 gobernadores, 570 diputados de la Asamblea Nacional (285 son suplentes) y 520 legisladores regionales (260 suplentes).

Ahora la situación es distinta a la elección presidencial de 2024. La oposición, cuyos partidos estaban aglutinados en la Plataforma Unitaria Democrática, organizó a más de 60 mil ciudadanos para movilizar a la población para votar por Edmundo González Urrutia; trabajar en las mesas, ser testigos y registrar las irregularidades en el proceso.

La idea fue proyectada por la líder María Corina Machado, quien bautizó al grupo como “comanditos”. Organizados y con líneas definidas, este batallón fue clave para la fiscalización del proceso electoral, así como para demostrar a través de las actas que los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral, que le dio el triunfo a Nicolás Maduro sin presentar cifras desagregadas, eran inconsistentes.  

Los integrantes de los comanditos, incluyendo a los testigos que resguardaron las actas, fueron perseguidos por los cuerpos de seguridad del Estados después de la elección presidencial. Decenas de integrantes fueron detenidos y procesados. Otros tuvieron que huir del país. El fiscal general de la administración de Maduro los acusó de desencadenar protestas en todo el país y liberó órdenes de captura contra miembros de la agrupación.

Esconderse ante el temor de ser detenido

Es la primera oportunidad que se presenta de votar por cargos de elección popular después de la presidencial del 28 de julio de 2024, cuyos resultados continúan en entredicho, a propósito de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) juramentó a Nicolas Maduro sin mostrar las actas que certifican este triunfo.

Luego de esa juramentación, Rosendo Oropeza se fue tres meses a casa de una tía en el estado Mérida. El pánico comenzó a causarle problemas de ansiedad, así que decidió migrar dentro de su mismo país. Situación que muchos testigos tuvieron que replicar.

“En Mérida nadie me conocía y estuve tranquilo. Cuando todo se calmó volví a casa, pero no estoy seguro de querer vivir esta experiencia de nuevo. Quedé muy impresionado con la arremetida que hubo hacia la población después de la elección presidencial”, remarcó.

A Hunai Villalobos, un joven de 26 años, también lo llamó un partido de la oposición en Maracaibo, estado Zulia, para participar como uno de los testigos electorales. Este rol lo cumplió en las últimas tres elecciones, pero esta vez se negó.

“Después del 28 de julio no hay garantías de nada, ¿quién te asegura que no te van a llevar preso y acusar de cualquier cosa? Yo estuve casi una semana sin dormir bien, angustiado, sin salir, borrando todo del celular para evitar que me identificaran como testigo. No quiero pasar por eso”, dijo a El Pitazo.

Un padrón de testigos conjunto

El representante de un partido político en el estado Miranda, quien prefirió declarar bajo reserva de su nombre, reconoció que el proceso de captación de testigos para estas elecciones ha sido “bastante complicado”, y aseguró que, hasta el momento, no han conseguido ni 20 % del total que necesitan para velar por la integridad del proceso.

“La gente no quiere trabajar. Se han contactado a los miembros de mesa y tampoco quieren trabajar. Tienen mucho miedo, además del desánimo por una elección que se ganó y no reconocieron, a lo que siguió la persecución”, apuntó en conversación telefónica con El Pitazo.

En ese sentido, dijo que algunos candidatos se están agrupando para crear un padrón de testigos conjunto que les permita cuidar el proceso electoral durante la jornada del 25 de mayo.

En Maracaibo, estado Zulia, también ha sido cuesta arriba conseguir los testigos electorales. Así lo certifican los coordinadores parroquiales del partido Un Nuevo Tiempo.

El miedo de la persecución

Después del 28 de julio no hay garantías de nada, quién te asegura que no te van a llevar preso y acusar por cualquier cosa. Yo estuve casi una semana sin dormir bien, angustiado, sin salir, borraba todo del celular para evitar que me identificaran como uno de los testigos. No quiero pasar por eso

“Mucha gente cogió miedo. Muchos de los que trabajaron el 28 de julio no quieren ser testigos el 25 de mayo y otros se fueron del país”, aseguró una dirigente de la tolda que coordina centros de votación en el oeste de la ciudad.

La militante de UNT, quien pidió no ser identificada, reconoció que “hubo mucha persecución”. “Yo no les insisto, porque respeto que tengan miedo”, agregó.

Debido a esa persecución contra movilizadores y testigos electorales tras la elección del 28 de julio, la dirigente botó todas las listas de miembros de mesa que contactó para esos comicios y a quienes ahora les toca trabajar este 25 de mayo.

“Me ha costado volverlos a ubicar, porque ahora el CNE no te da la información”, lamentó.

En contraposición, la presidenta de UNT en Zulia, Nora Bracho, declaró en una rueda de prensa, el 14 de mayo, que contaban con el 100 % de los testigos electorales que defenderán el voto en las venideras elecciones.

Sin garantías de seguridad

El politólogo y experto en temas electorales, Jesús Castellanos, considera que las garantías de seguridad para los testigos no son claras.

“La primera pregunta que yo me haría es si los testigos tienen garantías de su seguridad física, porque, después de lo ocurrido el 28 de julio, eso no está claro”, dijo Castellanos en declaraciones a Blu Radio de Colombia.

Castellanos recordó “que la persecución posterior a la defensa de los resultados originó una fuerte persecución y los principales actores a perseguir eran los testigos”.

El especialista respalda la posición de Oropeza y Villalobos al desistir de participar como testigos.

“Por mucho que quieran defender el voto, eso no es seguro”, afirmó.

Hasta el 12 de mayo de 2025, la organización no gubernamental Foro Penal contabilizó 895 presos políticos en Venezuela: 808 hombres y 87 mujeres. El registro que maneja la ONG revela que desde 2014 se han registrado 18 mil 358 detenciones políticas en el país.

“Además, más de 10 mil personas siguen sujetas arbitrariamente a medidas restrictivas de su libertad”, menciona Foro Penal en su cuenta en X.

Votar o no votar: otro dilema

Al reto de conseguir los testigos de mesa, se suma el de levantar el ánimo electoral en los sectores opositores de cara al 25 de mayo. Lee la información completa en El Pitazo.