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Las redes sociales, origen y amplificador de la revuelta de las ‘banlieues’ en Francia | elperiodico.com

Las redes sociales, origen y amplificador de la revuelta de las 'banlieues' en Francia

Las redes sociales han tenido un rol clave en la oleada de rabia y violencia urbana de la última semana en las ‘banlieues’ en Francia. Tanto para lo mejor como para lo peor. La muerte del adolescente Nahel M., de 17 años, disparado a quemarropa por un agente de policía dentro de su vehículo, ha provocado la revuelta más importante desde 2005 de los jóvenes de distritos y localidades de la periferia con un elevado porcentaje de población de origen extranjero. Probablemente, nada de todo ello hubiera sucedido sin las redes.

Inicialmente, las fuerzas de seguridad aseguraron que dispararon al joven por no haber acatado una orden policial y porque con su vehículo representaba un peligro para los dos agentes, quienes antes de dispararle también le habían golpeado dos veces en la cara. Sin embargo, el vídeo de la muerte de Nahel, grabado con teléfonos móviles, desmintió esa versión. Mostraba cómo le dispararon sin que representara ningún peligro para los policías, que estaban en la parte lateral del coche. Esas imágenes circularon como la espuma en plataformas como Twitter, pero también en las más utilizadas por los jóvenes como TikTok, Snapchat o Instagram. Hasta el punto de que futbolistas como Kylian Mbappé o Jules Koundé reaccionaron antes que el mismo presidente francés, Emmanuel Macron, sobre ese trágico hecho.

El Gobierno de Emmanuel Macron intenta cerrar cuentas en plataformas como Snapchat o TikTok para frenar la oleada de violencia urbana de los jóvenes de los barrios populares

Lo mejor y lo peor

Las redes salvaron el honor de Nahel. También evitaron una probable impunidad del agente responsable de su muerte. La justicia lo imputó el jueves por «homicidio voluntario» y se encuentra encarcelado de manera preventiva. Esta fue la cara positiva de las redes sociales. La negativa ha sido que sirvieron como un espacio de organización y envalentonamiento de una violencia callejera con una intensidad superior a lo vivido en el bullicioso país vecino en este siglo XXI, tanto en 2018 con la revuelta de los «chalecos amarillos» como en 2005 con la histórica revuelta de las ‘banlieues’, que duró tres semanas.

Más de 5.000 coches y 1.000 edificios incendiados y 250 ataques contra comisarías. Al menos un muerto relacionado con los disturbios en la Guayana, un territorio de ultramar francés situado en Sudamérica. Los datos resultan impactantes. Una de las novedades respecto a la revuelta de hace 18 años ha sido que las protestas violentas se diseminaron rápidamente más allá de la región de París. Incluso se reprodujeron en otros países, como Bélgica o Suiza. Esto se vio favorecido por el malestar acumulado en estos distritos periféricos, donde los abusos policiales representan un problema enquistado. Pero también por las redes sociales.

«Vamos a reventar las cuentas de Snapchat»

«En 2005, no había las redes sociales. Hoy todo va muy rápido”, reconocía Mohamed Mechmache, fundador del colectivo vecinal ACLEFEU en la ‘banlieue’ norte de París, en declaraciones a la emisora de radio France Inter. Los adolescentes y jóvenes –la media de edad de los que provocan los disturbios es de 17 años– se organizan a través de Snapchat, TikTok o Telegram. Como ya sucedió con otra semana de protestas espontáneas e incendios de mobiliario urbano a mediados de marzo –entonces, contra la reforma de las pensiones y protagonizada por una juventud de origen francés–, lo hacen a través de canales de conversación privados. Y eso dificulta la intervención de las fuerzas de seguridad. 

También utilizan estas redes para envalentonarse entre ellos. Han creado como una especie de competición para ver quién la lía más o comete el acto vandálico más grave. Viven los disturbios con una dimensión lúdica. «Tenemos la sensación de que algunos de ellos viven en la calle los videojuegos que los han intoxicado«, afirmó Macron. Unas declaraciones que generaron polémica –varios conocidos ‘influencers’ franceses las criticaron– al sonar más bien añejas, dado que varios estudios científicos han demostrado que no hay ningún vínculo entre jugar a los videojuegos y comportarse de manera violenta.

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El Gobierno ya se ha reunido con las plataformas para que eliminen aquellas escenas de violencia más chocantes, así como las cuentas utilizadas para organizar las protestas. También quiere investigar a los propietarios de estas cuentas, a menudo con pseudónimos. «Vamos a reventar las cuentas de Snpachat», advirtió el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti.

Aunque el Ejecutivo centrista apuesta por la mano dura con las redes sociales –con el riesgo de limitar en exceso la libertad de expresión y de reunión–, no es cierto que haya limitado las conexiones en internet en estos barrios populares, como apuntaba una falsa circular del Ministerio del Interior compartida por internautas. De hecho, están circulando numerosas noticias falsas en relación con la actual revuelta de las ‘banlieues’.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com

Publicado el: 2023-07-03 07:12:35
En la sección: El Periódico – internacional

Publicado en Internacionales