Icono del sitio Tenemos Noticias de Latinoamérica y el Mundo

El gobierno ilegítimo de Maduro: 100 días de fraude

Estados Unidos aclaró que negociar con Maduro no es reconocerlo, Grenell se encuentra en Venezuela con un objetivo muy específico

Nicolás Maduro cumple 100 días de su tercer mandato presidencial, iniciado el 10 de enero de 2025, tras las fraudulentas elecciones del 28 de julio de 2024. Ampliamente condenado como ilegítimo por la oposición, la comunidad internacional y los ciudadanos, su régimen enfrenta acusaciones de robo electoral, con pruebas que sugieren que el candidato opositor Edmundo González Urrutia ganó por amplio margen. Estos 100 días han visto a Maduro reforzar su control autoritario, profundizar el colapso económico de Venezuela, escalar los abusos a los derechos humanos y aislar aún más a la nación globalmente. Los ciudadanos, indignados por el fraude electoral, han salido a las calles exigiendo democracia y el fin de la represión, mientras el mundo observa a una nación en crisis.

Políticamente, Maduro ha consolidado el poder mediante el control institucional y la persecución de opositores. Socialmente, las protestas enfrentan brutales represión, exacerbando la desesperación pública. Económicamente, nuevos decretos han empeorado la inflación y la escasez. Internacionalmente, sanciones y condenas aíslan su régimen. En derechos humanos, las detenciones arbitrarias y la censura mediática han aumentado. Los venezolanos, tanto en el país como en el exterior, expresan su indignación a través de protestas y redes sociales, rechazando la legitimidad de Maduro y exigiendo cambios.

Fraude electoral y represión política

El tercer mandato de Maduro comenzó en medio de pruebas irrefutables de fraude electoral. El Consejo Nacional Electoral (CNE), leal al régimen, lo declaró ganador sin publicar los detalles de los votos, contradiciendo datos de la oposición que muestran que González obtuvo el 67% de los votos. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), otro organismo alineado con Maduro, respaldó los resultados, desestimando los llamados a la transparencia. Desde julio de 2024, el régimen ha detenido a más de 2,000 personas, incluidos líderes opositores, periodistas y civiles, bajo cargos de “conspiración” o “terrorismo”. María Corina Machado, figura destacada de la oposición, enfrentó una breve detención el 9 de enero tras liderar una protesta.

La “Operación Tun Tun” del régimen implica arrestos puerta a puerta. Los ciudadanos reportan temor a revisiones arbitrarias de teléfonos y vigilancia a través de aplicación, ahora usada para delaciones. Encuestas, como una de Meganálisis, revelan que el 93% de los venezolanos cree que Maduro perdió las elecciones, alimentando demandas para su destitución.

Derechos Humanos bajo asedio

Las violaciones a los derechos humanos se han intensificado, con la Misión de Determinación de Hechos de la ONU advirtiendo sobre posibles crímenes contra la humanidad. Foro Penal reporta 1,749 presos políticos hasta enero, con 59 casos de desapariciones forzadas desde julio. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos documentó represión sistemática, incluyendo el arresto de 16 activistas antes de la toma de posesión de Maduro. Los periodistas enfrentan severa censura, con más de 100 estaciones de radio cerradas desde 2023.

Los ciudadanos denuncian estos abusos en protestas y en X, donde hashtags como #MaduroDictador son tendencia. Los venezolanos exigen la liberación de detenidos y el fin de las torturas, con madres realizando vigilias frente a las cárceles. Amnistía Internacional y Human Rights Watch condenan las tácticas del régimen, instando a la acción global para detener la represión. La indignación pública refleja un clamor desesperado por libertad y justicia.

Colapso económico y decretos controversiales

Las políticas económicas de Maduro han hundido a Venezuela aún más en la crisis. El 8 de abril, decretó una emergencia económica de 60 días, renovable por otros 60 días, imponiendo un control cambiario simulado, terrorismo fiscal y centralizando la recaudación de impuestos. Estas medidas, que repiten políticas fallidas del pasado, han provocado una inflación que se disparó al 130% en abril. El dólar paralelo alcanzó los 100 bolívares, dejando los salarios sin valor para el 80% de la población que vive en la pobreza.

Los ciudadanos en X lamentan “el hambre que traen los controles”, criticando la afirmación del régimen de un crecimiento del 9% en 2024 como ficticia. Apagones frecuentes y la infraestructura sanitaria en ruinas agravan la frustración pública, con hospitales sin insumos básicos. La dependencia del régimen en los ingresos petroleros, marcada por la corrupción en PDVSA, no logra abordar estos problemas, dejando a los venezolanos exigiendo alivio económico y rendición de cuentas.

Aislamiento internacional y sanciones

La toma de posesión de Maduro provocó la condena de EE.UU., la UE, el Reino Unido y la mayoría de las naciones latinoamericanas, que reconocen a González como presidente electo. EE.UU. elevó la recompensa por Maduro a 25 millones de dólares por cargos de narcotráfico, con sanciones dirigidas a 16 funcionarios del régimen. Brasil y Colombia, antes aliados, ahora exigen transparencia electoral, mientras solo Cuba, Nicaragua, Rusia y China respaldan a Maduro.

La diáspora venezolana de 7.7 millones protesta en ciudades como Madrid y Buenos Aires, coreando “¡Maduro, narcotraficante!”. González, exiliado en España tras una orden de arresto, busca profundizar las relaciones con el gobierno de Trump. Los venezolanos, tanto en el país como en el exterior, instan a la comunidad internacional a rechazar el régimen de Maduro y apoyar una transición democrática.

Revuelta ciudadana y agitación social

Las protestas, aunque más pequeñas que las oleadas postelectorales, persisten en toda Venezuela, con cacerolazos en zonas populares como Petare señalando un descontento generalizado. Incluso antiguos bastiones chavistas rechazan a Maduro, con su base de apoyo reducida a menos de 3 millones. Mujeres, jóvenes y trabajadores lideran las manifestaciones, denunciando la represión, el hambre y la violencia de género. La “Ley de ONG” del régimen restringe la ayuda humanitaria, intensificando la ira pública.

En X, los ciudadanos expresan desesperación y desafío, con publicaciones que llaman a Maduro “dictador criminal” y exigen elecciones libres. La oposición, liderada por Machado, aboga por la resistencia no violenta, pero las fuerzas de seguridad dispersan las manifestaciones con gases lacrimógenos y arrestos. Esta agitación subraya una sociedad llevada al límite, anhelando un cambio.

Perspectiva para los próximos 100 días

Si Maduro permanece en el poder, los próximos 100 días probablemente verán una represión intensificada, especialmente durante las elecciones regionales de mayo, que Machado predice serán otro “proceso criminal”. Los problemas económicos empeorarán sin reformas estructurales, ya que las sanciones restringen los ingresos petroleros. Internacionalmente, el aislamiento se profundizará, con posibles nuevas sanciones de EE.UU. y la UE. Socialmente, la emigración aumentará, y las protestas podrían intensificarse si la oposición mantiene el impulso.

Sin embargo, podrían surgir fisuras en la capacidad represiva del régimen, ya que las protestas sostenidas agotan a las fuerzas de seguridad. El ejército, un actor clave, podría titubear si la presión pública y el aislamiento internacional crecen. Sin negociaciones ni concesiones, Venezuela enfrenta una espiral más oscura de violencia y pobreza, pero la resiliencia de su pueblo ofrece esperanza para un cambio eventual. Los ciudadanos continuarán su lucha, exigiendo un futuro donde sus votos y voces prevalezcan.

Danos tu opinión sobre el tema en nuestro foro de DEBATES de Telegram:

También puedes leer en Punto de Corte:

Síguenos en: Twitter, Instagram, Facebook y YouTube

Total Views: 75

Fuente de TenemosNoticias.com: puntodecorte.net

Publicado el: 2025-04-20 15:20:00
En la sección: Nacional Archivos – Punto de Corte

Salir de la versión móvil