Milei asoma a Argentina a un desafo indito en dcadas: un acuerdo entre diferentes | elmundo.es

Javier Milei parece a veces un improvisado y un monotemtico, un hombre que no es de este mundo a partir de su forma de relacionarse con los dems. Se lo ama y se lo detesta, pero en los ltimos das el presidente argentino termin de demostrar que tiene un plan para que su proyecto llegue a buen puerto. Un plan muy audaz, arriesgadsimo, pero que combina histrionismo, psicologa, mucha manipulacin, algo de psicopata, obsesin sin pausa y conviccin de hierro.

La noche del viernes 1 de marzo de 2024 forma parte ya de los grandes hitos en los 40 aos de democracia argentina. Con el plan que desgran en buena parte de los 78 minutos de discurso, asesorado en la puesta en escena y el contenido por el mayor enigma del gobierno, el joven Santiago Caputo, Milei ha logrado sembrar el temor en la oposicin, hasta el punto de haber casi enmudecido en el recinto al siempre locuaz kirchnerismo. Es la primera vez que el presidente no se ve interrumpido sistemticamente al hablar. Ral Alfonsn, Carlos Menem, Fernando de la Ra, Nstor Kirchner, Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernndez no disfrutaron de esa situacin.

Y no es precisamente porque haya acuerdo y felicidad generalizados con lo que propone y hace Milei, que lleg al edificio del Congreso Nacional en medio de un fortsimo operativo de seguridad y con manifestantes de la izquierda dura gritando en su contra en la explanada frente al edificio. No, el gran activo de Milei hoy es su capacidad de desconcertar. A los ajenos, y a veces a los propios. Y de sostener la conexin con la mayora de aquellos que lo votaron.

«Si eligen el camino de la confrontacin se encontrarn con un animal muy distinto al que estn acostumbrados», les dijo en medio del discurso a los azorados legisladores. «Ante un obstculo no freno, acelero».

Milei lleva 82 das de gobierno con palos para la oposicin, pero en el da 82 lleg una inesperada zanahoria, el «Pacto de Mayo».

«Quiero desafiarlos a que me demuestren que la poltica es ms que lo que es, que podemos aspirar a ser mejores. Con el deseo de estar equivocado en mi desconfianza hacia muchos de ustedes quiero aprovechar esta ocasin para extenderles una invitacin: quiero convocar tanto a gobernadores como a ex presidentes, como a lderes de la oposicin y lderes de los principales partidos polticos a que depongamos nuestros intereses personales y nos encontremos el 25 de mayo en Crdoba para un nuevo contrato social llamado Pacto de Mayo, un contrato social que establezca los 10 principios del nuevo orden econmico argentino».

Felipe Gonzlez, profundo conocedor de Argentina, marc ms de una vez la incapacidad de dilogo dentro de la clase poltica como el gran problema del pas. Una convocatoria tan amplia y concreta -en aludidos, temtica y fecha- como la de Milei es, entonces, necesariamente una buena noticia para el pas.

El primer tramo del gobierno del ultraliberal discurri con un nivel de tensin altsimo, con descalificaciones a todos aquellos que osasen plantear algo diferente a lo que propona el Poder Ejecutivo y con un arranque de furia del presidente en Jerusaln que lo llev a retirar la fastuosa «Ley de Bases» con la que pretenda reformar el pas de una vez y para siempre. A eso sigui el castigo a los gobernadores, a los que se comenz a ahogar financieramente, y la respuesta de estos, especialmente los patagnicos, que llegaron a amenazar con cortar el petrleo y el gas al resto del pas.

Demasiada tensin y desgaste para una Argentina que afronta una de las peores crisis econmicas de su historia y en la que se palpa, en las calles, el brutal aumento de la pobreza a partir del sinceramiento de las variables econmicas -esto es, precios- decidido por Milei.

Los argentinos sufren desde hace aos el estancamiento de su economa y el crecimiento de la pobreza, pero el salto en los ltimos meses es innegable. Y Milei y Caputo son hbiles al haber creado una nueva antinomia, que desplaza al kirchnerismo-antikirchnerismo, pero el presidente gobierna desde una hiper minora parlamentaria. Pelearse con todos y todo el tiempo daara sus propias posibilidades de ser exitoso e incluso a la democracia.

El «Pacto de Mayo» no incluye la educacin y la ciencia, es tan econmico como economicista es Milei. Y tiene como contrapartida, casi un chantaje, la promesa de mejorar el financiamiento inmediato de las provincias. Incluye ideas peligrosas, como que el Estado deje de financiar parcialmente a los partidos polticos. Pero es una oferta concreta, real, en el inicio de un gobierno. Toda una novedad en Argentina.

Macri y Bulrich, fans de Milei enfrentados

Uno quiso tutelar al presidente y fracas. La otra se integr y hoy tiene la confianza, admiracin y agradecimiento de Javier Milei, que en octubre la acusaba de haber puesto bombas en jardines de infantes. El primero es el ex presidente Mauricio Macri, la segunda es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Los dos son del PRO, el partido de centro derecha que era una de las tres patas de la ya extinta coalicin Juntos por el Cambio (JxC).

Milei tiene una relacin especial con Bullrich, que el da posterior a quedar fuera del balotaje llam al hoy presidente y lo invit a la casa de Macri para ofrecer su apoyo sin condiciones. Macri tena otra idea, negociar ese apoyo e incorporar figuras clave del PRO al gobierno. La idea no era mala: La Libertad Avanza, el partido de Milei, es una entelequia. Se calcula que an restan ocupar ms de la mitad de los altos cargos en la estructura del Estado, lo que lleva a que el kirchnerismo mantenga, en los hechos, importantes cuotas de decisin.

Pero Milei no cede. As y todo, Macri se sum de inmediato a la convocatoria al «Pacto de Mayo». Hay mucho gobierno por delante y muchas dificultades. Esa es la esperanza del ex presidente, que en pocos das volver a liderar el PRO en lugar de Bullrich, de la que hoy lo separan mltiples rencores.