Manu Merillas, el corredor que viva solo en una caravana en un pueblo abandonado de Len y encontr el amor | elmundo.es

Durante tres aos estuvo en cuatro metros cuadrados sin tele ni cobertura. Conoci de excursin a otra montaera y acaban de ser padres. Su estilo es peculiar: corre con un Casio, rionera y unos bastones que fabrica l mismo. Este jueves es uno de los favoritos en la carrera ms corta de la UTMB, de ‘slo’ 56 kilmetros

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Manu Merillas, corredor de montaa, que se lesiona en el Aquiles y harto de todo se va con su caravana a vivir a un pueblo semiabandonado, La Cueta, en Len, a 1.460 metros de altitud, donde slo tiene siete vecinos, la familia que regenta el bar, el nico negocio en la zona. En cuatro metros cuadrados, toda una casa: una cama, una cocina, el fregadero, el bao, la luz, la calefaccin y ya est. No hay tele, no hay radio, no hay cobertura de telfono. Si quiere llamar debe subir a la montaa, 500 metros de desnivel.

Merillas, que apenas tiene 26 aos, pasa los das estudiando para ser gua de montaa y, cuando el pie se lo permite, recorriendo todos los rincones de la Cordillera Cantbrica, primero en bicicleta de montaa y luego corriendo o esquiando. Es una vida de asceta. Con la nica compaa de su perro Zar, sube a picos, los baja, recorre kilometradas y luego regresa a su caravana, donde apenas gasta. La caravana es autosuficiente y la comida, de vecinos o de los tuppers que trae su madre cuando le visita. Excepto a ella o a los dueos del bar, puede tirarse meses sin ver a nadie. Pero un da, ay, un da.

En la montaa, cmo no, conoce a una chica, Claudia Daz, tambin montaera, duea de un perro muy parecido a Zar, que le comenta que quiere conocer el Monsacro y l se ofrece a acompaarla. Charlarn, se conocern, saldrn durante un tiempo hasta llegar a hoy: ahora Merillas y Daz son padres de un beb de pocos meses, Nel, y viven juntos en La Cueta, s, pero ya en una casa, no en la caravana que el corredor abandon hace un par de aos despus de tres en su interior.

Con tele, con radio y hasta con internet de alta velocidad, recin instalado en el pueblo, la familia disfruta de la crianza mientras Merillas explota a nivel internacional. Este ao, a los 31, ya olvidada aquella lesin en el Aquiles, ha sido tercero en la Zegama, segundo en la Stranda Fjord Race noruega y ahora encara la OCC, la carrera ms corta del festival UTMB que se celebra esta semana en los Alpes, de ‘slo’ 56 kilmetros y 3.500 metros de desnivel, como uno de los favoritos. La vida, cmo cambia.

«Me centr en hacer lo que me gustaba»

«La verdad es que en los ltimos dos aos me ha cambiado la vida totalmente», reconoce a EL MUNDO en Chamonix en las horas previas a la prueba. Merillas relata su historia con alegra, ms su tiempo solo en la caravana en La Cueta, que no considera un periodo oscuro. En absoluto. «Aquello me hizo reenfocar mis prioridades. Fueron tres aos en los que me entren para la vida, en todos los sentidos. Como corredor me dej de enfocar en lo que queran las marcas y me centr en hacer lo que me gustaba, sin depender de nadie», apunta Merillas, muy estimado -y odiado- en el trail por su estilo.

Ni relojes con cinco satlites, ni chalecos con soft flask, ni bastones de fibra de carbono: Merillas entrena con un reloj Casio barato, una rionera que le cosi su madre hace aos y los bastones de bamb que se fabrica a mano. Suele ser bastante crtico con la introduccin de la tecnologa en la montaa y, de hecho, eso, unido a su escasa apetencia por los eventos y las redes sociales, le han costado numerosos sponsors. Ahora slo trabaja con aquellos que le dan una libertad total, sin ataduras, como la italiana Scarpa.

«Tambin he cambiado un poco en ese sentido en los ltimos tiempos. Claudia tambin me ha ayudado mucho en ese sentido. Me ayuda a moverme por las redes sociales, por ejemplo. Aunque yo no me voy a vender por el marketing. Soy de la vieja escuela, creo que tendemos a complicarnos demasiado en el monte. Si viene una marca de bastones y me ofrece un pastizal para que lleve fibra de carbono lo har, pero tendra que ser tanto como para jubilarme poco despus: si no, yo no aparco mis palos», asegura Merillas, con el perfil ms montaero de entre todos los corredores de montaa del mundo.

Criado en Pramo del Sil y Valseco, tambin en El Bierzo, ms cerca de Ponferrada, aprendi a manejarse por el monte gracias a sus familiares ganaderos, pero quiso ser karateka o futbolista hasta que a los 17 aos conoci el mundillo de la las carreras de montaa. Su lugar. Mientras estudia FP de mecnica e incluso despus, cuando entr en el Ejrcito, sigui corriendo y a partir de los 21 logr resultados, como sus victorias en la Travesera de Picos de Europa o su primer podio en Zegama. La lesin le trunc entonces un rpido ascenso, pero le permiti empezar una nueva vida. Una vida solitaria, una vida modesta, una vida de aprendizaje y, finalmente, una vida llena de amor. La vida, cmo cambia.