el aspecto de The Ghoul es brutal, pero Walter Goggins pasaba por un infierno cuando le maquillaban

El veredicto por parte del público es claro: la serie de Fallout de Amazon Prime Video es una de las mejores adaptaciones llevadas a cabo de un videojuego y el trío de protagonistas son inolvidables. Ella Purnell, Aaron Clifton Moten y Walton Goggins capitalizan los ocho episodios de la producción que nos lleva al Yermo apocalíptico.

Es el personaje de Goggins el que más llama la atención en el apartado visual, ya que nos encontramos ante todo un necrófago conocido como The Ghoul. Anteriormente llamado Cooper Howard, este cazarrecompensas ha vagado por el mundo durante dos siglos y destaca por su brutal habilidad en combate, aunque es imposible no fijarse en su apariencia.

Con un tono rojizo de piel, sin pelo, con la carne más cerca de pudrirse y, especialmente, sin nariz, el maquillaje que el equipo de producción se ha saldado con un resultado sobresaliente. Goggins ha alabado el trabajo de los encargados de ponerle todos los prostéticos en la cara en The Wrap.

«A lo que llegamos fue a que queríamos que fuera atractivo para que el público no sintiera repulsión por esta horrible desfiguración. Queríamos que se acercasen y miraran su cara. Una vez que nos decidimos, Vincent Van Dyk diseñó unas piezas muy finas, pero muy duraderas, para que yo siguiera estando ahí debajo y pudiera seguir experimentando mis propias reacciones faciales y ellos pudieran captar todo eso.

Sin embargo, este arduo trabajo también conllevaba que el intérprete tuviese que sufrir sesiones maratonianas de maquillaje por parte de Jake Garber, artista de efectos especiales. En un inicio tardaban cinco horas en mostrarlo como The Ghoul y finalmente lograron reducir el proceso a una hora y 45 minutos, todo ello de forma práctica. Únicamente se eliminó por CGI su nariz.

«No podía cerrar los ojos. Tenía que estar sentado en un sitio todo el tiempo. Así que me ponía una película del Oeste y me dedicaba a investigar», explica Goggins, el cual vio westerns como El pistolero, Hasta que llegó su hora y Dos hombres y un destino para meterse en el papel. Ese tiempo esperando a estar preparado para el rodaje le sirvió para sentirse más cerca de quién era Cooper Howard.

«Es aterrador de ver. Es realmente espeluznante y hicieron un gran trabajo con las prótesis para que pareciera alienígena de alguna manera y, sin embargo, aún humanamente inquietante y creo que eso es lo que realmente lo hace tan aterrador.»

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