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Francia elevó el nivel de alerta por atentado a su máximo tras el ataque terrorista en Moscú

Francia elevó el nivel de alerta por atentado a su máximo tras el ataque terrorista en Moscú

ARCHIVO – Policías franceses patrullan en los alrededores de la torre Eiffel en París, el 7 de diciembre de 2023. (AP Foto/Thibault Camus)

Francia elevó el nivel de alerta por atentado a su máximo, tras el ataque del viernes en una sala de conciertos de Moscú reivindicado por el grupo Estado Islámico (ISIS-K), anunció el domingo el primer ministro francés, Gabriel Attal.

“Ante la reivindicación del atentado por parte del Estado Islámico y las amenazas que pesan sobre nuestro país, decidimos elevar el plan Vigipirate a su máximo nivel: urgencia atentado”, escribió Attal en la red social X, tras una reunión del consejo de defensa.

El nivel de alerta se había reducido en enero a la categoría dos (seguridad reforzada o de riesgo de atentado).

La reivindicación del atentado de Moscú procede del Estado Islámico-Khorasan. Esta organización amenaza a Francia y ha participado en varios atentados frustrados recientemente en varios países europeos, entre ellos Alemania y Francia”, precisó la oficina del primer ministro.

El presidente francés, Emmanuel Macron, presidió el domingo una reunión del consejo de defensa sobre “el atentado de Moscú y sus consecuencias”, a cuatro meses del inicio de los Juegos Olímpicos en la capital del país.

El megaevento deportivo tendrá lugar del 26 de julio al 11 de agosto.

El atentado en la sala de conciertos Crocus City Hall de Moscú el viernes dejó 137 muertos y 182 heridos, según el más reciente balance.

El grupo yihadista Estado Islámico asumió la autoría del ataque, pero las autoridades rusas apuntan a una pista ucraniana, afirmando que los atacantes trataron de huir a Ucrania, donde supuestamente tenían contactos.

Ucrania niega cualquier implicación en este atentado, el más mortífero en Rusia desde principios de la década de 2000.

Milicianos del ISIS-K en Afganistán
Milicianos del ISIS-K en Afganistán

ISIS-K, una facción “halcón” del Estado Islámico, ya había atacado fuera de Afganistán, donde tiene su base de operaciones. Pero su ataque en Moscú es su irrupción global.

ISIS-K emergió en 2015, creado por terroristas disidentes que adoptaron una interpretación más extrema del Islam. Son sunnitas, la rama mayoritaria del Islam, y desprecian explícitamente a los shiitas, mayoría en Irán. La versión anterior de ISIS buscaba formar un Califato independiente con partes de Siria e Irak, la reconstrucción de la provincia milenaria del Khorasan, por eso sumaron la “K” a sus siglas.

Según explican expertos del Willson Center, por aquel entonces, los objetivos del grupo y la geografía declarada de sus operaciones eran muy amplios. Abogando por atentados con víctimas masivas contra civiles y Estados, el grupo pretendía derrocar al Gobierno paquistaní, castigar al Gobierno iraní por ser “vanguardia” de los chiíes y “purificar” Afganistán, tanto desbancando a los talibanes afganos como principal movimiento yihadista en Afganistán como castigando a grupos minoritarios, como los hazaras.

De acuerdo con Asfandyar Mir, experto del think tank, para lograr sus objetivos el ISIS-K reclutó al grupo insurgente pakistaní Tehreek-e-Taliban Pakistan, al debilitado Al Qaeda en Afganistán y Pakistán y a los talibanes afganos posteriores a Mullah Omar. También aprovechó una minoría sectaria crucial de salafíes en el este de Afganistán y se sirvió de sus redes rurales para hacerse con el control territorial en las provincias de Nangarhar y Kunar.

A pesar de que en 2021 sus cifras de combatientes disminuyeron a 1.500 – 2.000 yihadistas, la organización terrorista ha demostrado una resiliencia notable, perpetrando ataques muy mediáticos, como el atentado suicida en el aeropuerto internacional de Kabul en agosto de 2021, que mató a 13 soldados estadounidenses y a cerca de 170 civiles.

Tras la toma de poder de los talibanes en Afganistán, durante la retirada militar estadounidense del país, ISIS-K elevó su perfil internacional. Desde entonces, los talibanes han librado batallas campales contra el ISIS-K en Afganistán. Según detalla The Washington Post, hasta ahora, los servicios de seguridad talibanes han impedido que el grupo se apodere de territorio o reclute a un gran número de antiguos combatientes talibanes “aburridos” en tiempos menos convulsos, lo que sería una pesadilla para Occidente.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.infobae.com

Publicado el: 2024-03-24 18:35:12
En la sección: Infobae.com

Publicado en Internacionales

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