Argentina, campeona del mundo
La fiesta, en un pas sacudido por la crisis, tras la conquista del Mundial se desat inmediatamente despus de que la albiceleste derrota a Francia en la tanda de penaltis.
«La toca el ftbol, sigue el ftbol, la pasa el ftbol!». Mariano Closs, uno de los relatores emblemticos del ftbol argentino, ya no dice Messi cuando la pelota llega al «10». Dice ftbol. Y lo mismo podra hacerse al mencionar al nuevo campen del mundo, a la mejor seleccin de ftbol en el planeta. No hay que decir Argentina, hay que decir felicidad.
Argentina es el pas ms feliz del mundo, y dada la magnitud de la fiesta que se desat en las calles de todo el pas, ese ttulo bien puede sostenerse por varios das.
Para saber ms
Econmicamente golpeado, social y polticamente en tensin, el octavo pas ms grande del mundo est bailando, cantando, celebrando y gozando como quizs nunca en su historia. Las fiestas por los ttulos en Argentina 78 -en plena dictadura- y Mxico 86 fueron enormes, pero lo logrado por Lionel Messi y compaa amenaza con dinamitar cualquier estadstica. La seleccin llegar este lunes a Buenos Aires, un da que bien puede ser parte de un relato de literatura fantstica.
La felicidad est acompaada por otro sentimiento de naturaleza ms perdurable: orgullo. Que el pas vuelva a ser el mejor en una de las cosas que ms le importa -o la que ms le importa- contribuye a ese orgullo que hincha pechos cubiertos de celeste y blanco. Pero ese orgullo, sin embargo, va ms lejos, es ms profundo que la jactancia de ser los reyes del ftbol.
Crisis y corrupcin
Se trata del orgullo de algo bien hecho, de ver como un equipo de jvenes -19 de los 26 convocados eran debutantes en Mundiales- exhibe profesionalismo, pasin, buen juego y buen comportamiento. Se trata de un Lionel Scaloni que parece por momentos escandinavo, a tal punto controla su pasin. Se trata del xito de un pas sealado desde hace aos en la prensa internacional por su crisis econmica eterna, su corrupcin endmica, su moneda devaluada.
Se trata de que Argentina a veces puede hacer las cosas muy bien. O, como sintetizaron varios en las redes sociales en los ltimos das sin buscar la sutileza: «No somos un pas de mierda».
La alegra incluye otro dato de primer orden, la elevacin de Messi al santuario de los dolos populares indiscutidos. Ya nadie lo comparar con Diego Maradona: es Messi, una categora en s misma, una leyenda con todas las de la ley. Olvido y quizs perdn para esos millones de argentinos que durante una dcada y media ningunearon al mejor del mundo.
Al domingo de gloria albiceleste se lleg tras un sbado en el que a medianoche aparecieron los jugadores de la seleccin entonando el himno nacional, un sbado de tensin y en el que muchos no pudieron dormir. Lleg entonces la luminosa maana de un domingo a las puertas del verano austral, con vuvuzelas, clxones y cnticos atronando en las calles, todos camino a la fiesta.
«Es el partido de nuestras vidas, a partir de maana nada ser igual», deca un joven presentador de televisin que, a sus 30 aos, no vivi la gloria del 78 y del 86.
El Obelisco, en el corazn de la Avenida 9 de Julio, vio llegar gente ya horas antes del partido, gente que quera estar en el corazn de la fiesta. Pero la fiesta se haca rogar, el camino a la fiesta era espantosamente retorcido y traicionero.
Lo describi el relator Closs sin ambicin de sutilezas: «!Este deporte indomable, este deporte infinito, este deporte, permtame decirlo, hijo de re mil putas».
Fue 2-0 para Argentina, fue 2-2, fue 3-2 para Argentina, fue 3-3. Pudo ser 4-3 para Francia. Y fueron a los penales.
Y en los penales la pelcula termin como se mereca una seleccin que a un corazn gigante le sum un ftbol para el asombro con Francia. Y la sonrisa gigante, las lgrimas del mejor del mundo, las mismas lgrimas que este domingo, desde el Altiplano en el norte hasta Tierra del Fuego en el sur, inundaron los rostros de todos en el pas ms feliz del mundo.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2022-12-18 21:53:30
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