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Augusto Pinochet, Salvador Allende y las películas de la dictadura chilena – Cine y Tv – Cultura

Películas sobre la dictadura en Chile

Augusto Pinochet y Salvador Allende son los nombres que resuenan al hablar de la dictadura en Chile como protagonistas de un relato macabro que cambió el curso de la historia en ese país y  las vidas de sus habitantes. ¿Qué pasó antes de aquel 11 de septiembre de 1973 cuando el golpe militar se tomó de forma violenta el poder? ¿Qué llevó al país austral a sumirse en una oscuridad de 16 años y medio, en la que desaparecieron miles de personas y otras tantas fueron asesinadas? El cine ha intentado recrear o retratar a figuras olvidables, tiranos y víctimas, y las consecuencias políticas y sociales de una época de terror. En la pantalla, la línea entre la realidad y la ficción resulta, a veces, imperceptible.

(Le recomendamos: Uno de los militares chilenos condenados por el asesinato de Víctor Jara se suicidó)

El cineasta Pablo Larraín es especialista en lograr combinaciones explosivas e inolvidables a partir de relatos atípicos y personajes sórdidos. La dictadura en Chile, su país natal, le tocó las fibras más hondas y ha sido un yugo imposible de dejar atrás.

Mucho de su cine ha girado en torno a ese tema: en ‘Post Mortem’ (2010), una historia de amor en la convulsionada Santiago de Chile que enfrenta a un empleado de la morgue con el horror del golpe de 1973 y la desaparición de su pareja; años atrás lo había hecho de manera tangencial en ‘Tony Manero’, en la que sigue a un hombre obsesionado con el personaje de John Travolta en ‘Fiebre de sábado’ por la noche, en el contexto oscuro y violento que supuso la era de Augusto Pinochet, y lo retomó en ‘No’, con la actuación de Gael García Bernal, una mirada particular al histórico referendo de 1988 que se oponía a la permanencia del dictador y convocaba a elecciones democráticas.

Larraín acaba de presentar en La Mostra (el Festival de cine de Venecia) ‘El conde’, un título más de su filmografía en el que el horror de la dictadura y el temible Augusto Pinochet son el insumo de una ficción poética, repleta de metáforas y humor ácido: ‘El conde’ compite por el León de Oro y evoca el mal desde uno de sus representantes más famosos.

‘No’, de Pablo Larraín con Gael García Bernal.

«Pinochet nunca enfrentó a la justicia y eso lo convirtió en un hombre que vivió y murió en libertad y de hecho, muy rico. Esa impunidad lo hizo eterno, como un vampiro», comentó Larraín en la conferencia de prensa que antecedió la primera exhibición de su película.

‘El conde’ es una comedia negra que retrata al tirano Pinochet (Jaime Vadell) como un vampiro despiadado y centenario que, tras fingir su propia muerte, vive escondido en un frío páramo de su país. En su vida no escatimó en crímenes y avaricias, alimentado por su insaciable apetito por el mal, pero en los últimos tiempos un nuevo deseo ronda por su cabeza: abandonar el don de la eternidad dejando de beber sangre y corazones exprimidos, claudicar y morir. Esa rendición es vista como una oportunidad por su pérfida esposa, Lucía Hiriart (Gloria Münchmeyer), que sueña con la vida eterna, pero con otros propósitos, así como por sus hijos, que acuden a su casa en busca de la inmensa fortuna que el dictador amasó.

«Pinochet nunca enfrentó a la justicia y eso lo convirtió en un hombre que vivió y murió en libertad y de hecho, muy rico. Esa impunidad lo hizo eterno, como un vampiro»,

El director –que también ha hecho una carrera con otro tipo de películas como ‘Gloria’, ‘Spencer’, ‘El club’ o ‘Jackie’- defendió «el deber de «retratar al mal» con esta película para Netflix que, en un primer momento, ideó como una serie.

«Hay ciertas personas que creen que Pinochet no debe ser filmado, que creen que su figura no debe ser filmada o nunca o que todavía es muy reciente. Yo creo que el mal sí puede y debe ser filmado, debe ser retratado», enfatizó.

La otra cara de la moneda –literalmente si habláramos del palacio de gobierno chileno- se llamaba Salvador Allende. Tres veces candidato a la Presidencia y con un mandato de apenas tres años, el santiaguino fue uno de los primeros mártires de la dictadura al quitarse la vida ese fatídico 11 de septiembre.

Películas sobre la dictadura en Chile

‘Allende en su laberinto’, de Miguel Litin.

El director Miguel Litin intentó imaginar qué pasó por la cabeza de Allende durante sus últimas siete horas de vida en el largometraje ‘Allende en su laberinto’ (2014). Cientos de documentales lo han retratado en sus distintas facetas como político, padre y abuelo. 

Aquí cabe destacar  Allende (2004), que a partir de documentos de archivo y testimonios aborda su vida y muerte, y Allende, mi abuelo Allende (2015), un relato íntimo de Marcia Tambutti, nieta del expresidente, que se presentó en la Quincena de Directores de Cannes y revela recuerdos familiares.

Patricio Guzmán, otra voz

La película de Pablo Larraín llega cuando Chile conmemora, el 11 de septiembre se 2023, el cincuenta aniversario del Golpe de Estado contra Salvador Allende en 1973 y pocos días después de que siete militares fueran condenados por el asesinato del cantautor Víctor Jara.

“No sabemos dónde están muchos cuerpos, no sabemos quiénes cometieron esos crímenes, no sabemos quiénes produjeron las torturas. Hay algunas personas que están presas. Esa impunidad yo creo que es lo que tiene fracturado Chile”, agregó el director.​

Películas sobre la dictadura en Chile

Películas sobre la dictadura en Chile- ‘Nostalgia de la luz’, de la nueva trilogía documental del chileno Patricio Guzmán.

El documentalista Patricio Guzmán es otro cineasta chileno que ha dedicado sus trabajos a explorar esa parte de la historia de Chile: lo hizo en la trilogía ‘La batalla de Chile, la lucha de un pueblo sin armas’, integrada por los títulos ‘La insurrección de la burguesía’ (1975), ‘El golpe de Estado’ (1976) y ‘El poder popular’ (1979). Los audiovisuales reflejan la caldeada situación del país del sur meses antes del golpe, desde cuando la derecha y la clase alta sentían temor por el ascenso de la izquierda y planeaban impedirlo como fuera hasta el momento del surgimiento de la Unidad Popular que luchó por los derechos del pueblo.

La temeridad de Guzmán le valió ir preso apenas los militares se tomaron el poder. Tuvo suerte al poder salir de Chile y exiliarse en Francia desde donde continuó su lucha con producciones como ‘La memoria obstinada’, sobre la amnesia política chilena; ‘El caso Pinochet’ (2001), sobre el juicio contra el exdictador en Londres, y una nueva y preciosa trilogía en la que combina la naturaleza con las voces de los desaparecidos y sus familias: ‘Nostalgia de la luz’ (2010), ‘El botón de nácar’ (2015) y ‘La cordillera de los sueños’ (2019).

Más títulos para no olvidar

Películas sobre la dictadura en Chile

‘Bestia’, nominado al Óscar al mejor cortometraje animado en 2022.

El año pasado, ‘Bestia’, dirigido por Hugo Covarrubias, compitió por el Óscar al mejor corto animado. El mundo conoció a un personaje siniestro y de bajo perfil que cometió crímenes de lesa humanidad durante la dictadura: Íngrid Olderöck, una agente de la policía secreta que se encargaba de las desapariciones y torturas del régimen.

También en 2022 se estrenó la película ‘1976’, que se puede ver en Netflix, sobre el año en el que cambió la cotidianidad de una familia en plena dictadura cuando la abuela decide cuidar a un perseguido político por petición de un sacerdote.

Cineastas de otras latitudes también se han interesado en la dramática situación política del país austral. ‘Desaparecido’ (Missing), del laureado Costa-Gavras, es un drama biográfico de 1982 protagonizado por Jack Lemmon y Sissy Spacek. La película se centra en la desaparición del periodista estadounidense Charles Horman en tiempos posteriores al golpe de Estado en Chile. Entre otros premios, el filme obtuvo la Palma de Oro en Cannes y el Óscar al mejor guion adaptado; está basado en el libro The Execution of Charles Horman: An American Sacrifice, de Thomas Hauser.

Películas sobre la dictadura en Chile

‘Missing’ (Desaparecido) con Jack Lemmon y Sissy Spacek.

La estadounidense Betty Kaplan estuvo detrás de la adaptación cinematográfica del libro homónimo de Isabel Allende ‘De amor y de sombra’. Se estrenó en 1995, con Antonio Banderas y Jennifer Connelly como una pareja de reporteros que descubre las atrocidades del régimen militar durante un cubrimiento en los años 80.

Se suman la ficción ‘Machuca’, de Andrés Wood, inspirada en la amistad de un trío de chicos de distintas clases sociales días previos a la caída de Allende; y documentales como ‘La ciudad de los fotógrafos’ -que ahonda en los días aciagos de los reporteros gráficos de la capital chilena- o ‘El pacto de Adriana’ –en el que Lissette Orozco encara a su tía favorita, Adriana Rivas, la mano derecha de Manuel Contreras, director de la tenebrosa Dirección Nacional de Inteligencia (Dina).

Son muchas las tramas que reviven la crueldad y la esperanza de un régimen que hoy, 33 años después de su caída, ostenta el terrible récord de ser una de las dictaduras más nocivas de América Latina.

El pacto de Adriana

Adriana Rivas (saludando a la cámara) en uno de los eventos militares de la dictadura chilena a los que asistió como miembro de la Dina. Ella es la protagonista del documental ‘El pacto de Adriana’.

CULTURA con información de Efe
@CulturaET

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eltiempo.com

Publicado el: 2023-09-04 21:40:24
En la sección: EL TIEMPO.COM – Cultura

Publicado en Cultura