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Falleció a los 91 años, el bombero que acompañó a Bush tras los ataques a las Torres Gemelas – AlbertoNews

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Beckwith, quien residió en Long Island y compartió su vida con seis hijos, diez nietos y dos bisnietos, será recordado no solamente por su valentía al regresar al servicio después de haberse retirado, sino también por su icónico momento junto al presidente George W. Bush en las ruinas del World Trade Center tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.

El hecho de que Beckwith se encontrara al lado de Bush mientras este último ofrecía un discurso que insufló ánimo en el corazón de los estadounidenses cansados, tres días después de que terroristas se estrellaran contra las Torres Gemelas, matando a 2.753 personas, lo convierte en una figura destacada en la historia reciente de Estados Unidos.

“Él estaba en el lugar correcto, en el momento correcto, y por eso es famoso”, declaró Barbara Beckwith a los medios sobre su esposo. “Pero era un tipo normal. Bien querido y tranquilo”, publicó The Associated Press.

Bush, quien se mantuvo en contacto con la familia a lo largo de los años y hasta se comunicó para enviar sus condolencias tras el empeoramiento de la salud de Beckwith, describió a este último como un patriota cuyo “valor representó el espíritu desafiante y resistente de los neoyorquinos y de todos los estadounidenses” tras los atentados. En palabras de Bush, “Bob se puso de nuevo el uniforme y, como tantos valientes primeros respondientes, corrió hacia el peligro para salvar y buscar a otros”.

La Asociación de Bomberos Uniformados celebró a Beckwith como “uno de los héroes del 9/11 que se mantuvo firme por América, la ciudad de Nueva York y todos los neoyorquinos”. Su incansable labor en las horas posteriores al desastre demostró un “testimonio de su devoción” al departamento, en palabras de la comisionada de bomberos de Nueva York, Laura Kavanagh. La famosa imagen junto a Bush es considerada “tanto inspiradora como desgarradora”.

La figura heroica de Bob Beckwith quedó inmortalizada al lado del entonces presidente George W. Bush durante un discurso emblemático en la zona cero, apenas tres días después de los ataques del 11 de septiembre de 2001. En un acto que buscaba inspirar a una nación sumida en el duelo, Bush se encontraba en el lugar para evaluar los daños y agradecer a los trabajadores de rescate por su incansable labor.

Con 69 años en aquel entonces, Beckwith había interrumpido su retiro movido por la “abrumadora necesidad de asistir” a la zona cero. Esperaba poder ver al presidente desde una buena posición, anticipando que Bush daría su discurso desde un puesto de mando establecido al otro lado de la calle. Sin embargo, un cambio inesperado en los planes colocó a Beckwith no solo en una posición privilegiada sino en un momento histórico, ya que acabó compartiendo el escenario con el presidente.

La relación entre Beckwith y Bush se mantuvo a lo largo de los años, caracterizándose por un profundo respeto mutuo. Bush, quien le envió condolencias a la familia recientemente, ha recordado a Beckwith como un patriota ejemplar (Eric Draper/Shutterstock)Granger/Shutterstock | Granger/Shutterstock

“Dije, ‘Oh, Dios mío’. Lo subí al camión, lo giré. Le pregunté, ‘¿Está usted bien, señor Presidente?’. Él dijo, ‘Sí’. Entonces, comencé a bajarme y él dijo, ‘¿A dónde vas?’. Le respondí, ‘Me dijeron que bajara’. Él dijo, ‘Oh no, te quedas justo aquí’”, recordó Beckwith durante una entrevista telefónica con CNBC.

El ex bombero había escalado un camión de bomberos que él y otros trabajadores habían ayudado a retirar de los escombros más temprano ese día, sin imaginar lo que vendría después. Cuando esperaba la llegada del presidente, un miembro del Servicio Secreto se acercó a Beckwith con una solicitud inusitada. “Me pide, ‘Demuéstrame que esto es seguro. Salta sobre ello’”, Beckwith obedeció, marcando el inicio de los eventos que se desarrollarían después. En lugar de perder su “buen lugar”, como temía, Beckwith se encontró de repente en un papel que lo colocaría en la memoria colectiva de la nación.

Su imagen, junto a la del presidente, fue transmitida por cada televisión a lo largo del país y su foto adornó la portada de la revista Time, simbolizando los esfuerzos y sacrificios de los primeros socorristas durante uno de los días más oscuros de los Estados Unidos. La interacción entre Beckwith y Bush, una muestra de espontaneidad en medio del caos, subrayó el mensaje de unidad y fuerza que el presidente buscaba transmitir a sus conciudadanos.

La jornada comenzó con una noticia personalmente trágica para Beckwith; su nieto fue atropellado por un vehículo mientras iba a la escuela. Mientras acompañaba a su nieto en el hospital, Beckwith fue testigo a través de la televisión del derrumbe de las torres gemelas. “No podía creer lo que estaba viendo”, confesó Beckwith.

El patriota neoyorquino será recordado por su sacrificio y servicio más allá del llamado del deber (AP/Jeff Zelevansky)El patriota neoyorquino será recordado por su sacrificio y servicio más allá del llamado del deber (AP/Jeff Zelevansky)Jeff Zelevansky

Movido por la necesidad de ayudar, comunicó a su familia su intención de dirigirse a la Zona Cero para colaborar en las tareas de rescate, enfrentándose a la preocupación de sus seres queridos por los riesgos involucrados dado su avanzada edad, 69 años.

La determinación de Beckwith se vio aún más fortalecida al enterarse que el hijo de un amigo y compañero bombero figuraba entre los desaparecidos. Nada podría detenerlo, no importaba si eso implicaba tergiversar la verdad frente a la Guardia Nacional, quienes inicialmente le negaron el acceso al área.

“Tuve que pensar rápido”, reveló Beckwith sobre el momento en que convenció a los guardias para que le permitieran entrar, alegando que se metería en problemas por haber “perdido el camión” esa mañana. Una vez dentro, se unió a la brigada de baldes, una cadena humana dedicada a pasar baldes llenos de escombros para despejar el terreno y buscar víctimas.

La historia de Beckwith, quien en ese crucial momento se encontró al lado del presidente, no solo capturó la atención de su nación, sino que también se inmortalizó en la portada de la revista Time bajo el titular “Una Nación, Indivisible”.

Beckwith también jugó un rol importante en la recaudación de fondos para la Fundación del Centro de Quemaduras para Bomberos de Nueva York (AFP)Beckwith también jugó un rol importante en la recaudación de fondos para la Fundación del Centro de Quemaduras para Bomberos de Nueva York (AFP)

El ex presidente Bush, en respuesta a los ataques terroristas, se encontraba en la Zona Cero enviando un mensaje tanto de consuelo como de firmeza a la nación. Durante ese acto, frente a los escombros y ante una multitud conmocionada, Bush declaró: “Puedo escucharlos. El resto del mundo les escucha. Y las personas que derribaron estos edificios nos escucharán a todos nosotros pronto.” Esta declaración no solo resonaría en los corazones de los estadounidenses, sino que también marcaría el inicio de una respuesta unida contra el terrorismo.

El momento cumbre de esta unión se evidenció cuando Bush, tras terminar su discurso, comenzó a agitar una pequeña bandera estadounidense, momento que sería capturado por las cámaras y que posteriormente adornaría la portada de Time. Beckwith compartió cómo en ese instante, miró hacia el cielo y dijo: “Mírame, Ma. Estoy con el presidente”.

Al finalizar el evento, un gesto significativo marcaría personalmente a Beckwith; un agente del Servicio Secreto le informó que el presidente deseaba que él conservara la bandera que había ondeado. “El presidente quiere que tengas esta bandera”, recuerda Beckwith, quien hasta ese momento no se había dado cuenta de la magnitud de su participación en aquel acto de simbolismo nacional.

Un hombre modesto se convirtió en una sensación mediática a nivel internacional. Beckwith, padre de seis hijos, fue testigo de una sorpresiva ola de atención luego de que imágenes suyas ocuparan los titulares de “casi todos los periódicos del país”, atrayendo solicitudes de entrevistas e incluso peticiones de autógrafos desde lugares tan lejanos como Rusia y Eslovaquia.

La interacción entre Beckwith y Bush en la zona cero envió un fuerte mensaje de unidad a los estadounidenses (El Correo de Nueva York)La interacción entre Beckwith y Bush en la zona cero envió un fuerte mensaje de unidad a los estadounidenses (El Correo de Nueva York)El Correo de Nueva York

La conmoción comenzó cuando Richard Beckwith, uno de sus hijos, viajaba de California a su hogar en Pittsburgh, sin saber que su padre estaba en ese momento de pie junto al presidente, convirtiéndose en el centro de atención nacional. “Entré a la casa y mi esposa e hijos gritaban: ‘¡El abuelo está en la tele! ¡El abuelo está en la tele!’”, rememoró Richard.

A su regreso, le recibieron no solo las llamadas incesantes en su hogar de aquellos que lo habían visto en televisión, sino también vecinos y conocidos impresionados por su inesperada presencia en los medios. “Un vecino viene y me dice: ‘Beck, estuviste en la tele’. Yo dije, ‘Déjate de cosas. No había cámaras’. Me respondió: ‘Ve y compruébalo’. Entré a la casa y mi nieta está sentada en el sofá y dice: ‘Abuelo, estás en la televisión. Miré y dije: ‘Oh Dios mío, estoy en la TV’”, relató.

En una demostración única de la relación personal entre un presidente y los ciudadanos, George W. Bush se ha distinguido por enviar una tarjeta de Navidad pintada por él mismo cada año a Beckwith. Además, él y su esposa Barbara tuvieron el honor de ser invitados a la fiesta de Navidad de la Casa Blanca durante cada año de la presidencia de Bush.

Tras el 11 de septiembre y hasta su muerte este lunes 5 de febrero, Beckwith se dedicó a la oratoria pública y la recaudación de fondos tanto en Estados Unidos como internacionalmente, donando todos los ingresos recibidos a la Fundación del Centro de Quemaduras para Bomberos de Nueva York.

La casa de Beckwith, quien en ese momento se sometía a tratamientos en el Centro de Cáncer Sloan Kettering por un melanoma maligno en su rostro y orejas, alberga recuerdos tangibles de su experiencia, incluida una copia de primera edición de la revista Time donde aparece en la portada y una bandera estadounidense que le fue entregada por el propio Presidente Bush. “No se trata de mí”, insistió Beckwith, restándole importancia a su propio papel.

Fuente de TenemosNoticias.com: albertonews.com

Publicado el: 2024-02-05 22:07:51
En la sección: Internacionales – AlbertoNews – Periodismo sin censura

Publicado en Internacionales

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