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Copa del Rey: La conjura de Samuel Eto’o: 20 aos para otra final de Copa en Mallorca | Copa del Rey 2023 | elmundo.es

Copa del Rey: La conjura de Samuel Eto'o: 20 aos para otra final de Copa en Mallorca | Copa del Rey 2023

Sergio Campoy tiene 48 aos y el mallorquinismo en vena. Pertenece al club de aficionados bermellones que han visto a su equipo transitar por el olimpo del ftbol: ha estado en las tres finales de Copa del Rey que el RCD Mallorca ha disputado en 107 aos de historia. Estuvo en el Bernabu en 1991, cuando fueron «clara minora en la grada» y, pese a perder frente al Atltico de Madrid, sembraron «la semilla de todo lo que vendra despus». Estuvo en Valencia en 1998, sufriendo contra el Bara. Y estuvo, cmo no, en el Martnez Valero de Elche en 2003, en aquella final soada, la tercera, la vencida, la epopeya de todas las epopeyas para el club de su vida.

Han pasado 20 aos (y medio) desde aquel hito y Campoy, como todo el mallorquinismo, no podr evitar sentir hoy el vrtigo al tener cerca otra final, con la febril mirada de la nostalgia, como si veinte aos fuesen la nada de Gardel. «La ilusin es mxima», explica mientras cuenta las horas para que arranque el partido contra la Real Sociedad. «Sigamos soando, las nuevas generaciones no han vivido la alegra que supone jugar una final y veo en sus ojos los nervios y la ilusin que yo disfrut en el pasado», dice pensando en sus hijos. Alejandro, su hijo mayor, tiene 18 aos y nunca ha visto al Mallorca en esas lides. «La Real es un equipazo pero es posible dar la sorpresa, por qu no? Esto es ftbol».

Hablar de una final de Copa no es cualquier cosa en Mallorca. La memoria colectiva de la isla tiene grabado a fuego aquel legendario ttulo de Elche, cuando derrotaron al Recreativo de Huelva por 3-0 en una final rodeada de misticismo, gesta de un club que en 2017 lleg a descender a Segunda B y que ahora vuelve a competir en la lite.

«El camino a aquella final tuvo mucho mrito», recuerda Mateu Alemany, presidente del club entre 2000 y 2005 y hasta hace poco director de ftbol del FC Barcelona. «Eliminamos a los mejores del momento». En cuartos al Madrid galctico y en semis al Superdpor, campeones de Champions y de Liga respectivamente. «Eso le dio un valor altsimo», reivindica el ex directivo. As lleg la tercera final en doce aos. Pero aquella no fue como las otras. «No bamos a una fiesta como comparsas, bamos con la obligacin y la presin de ganarla, como favoritos», detalla Alemany, quien admite que no haberlo aprovechado hubiera sido un fracaso.

Los jugadores, en plena celebracin.EFE

«El Mallorca no era ya un equipo pequeo que se cuela milagrosamente en una final». Era un club que vena de jugar Champions y estaba ante una ocasin histrica de colocar un gran trofeo en sus vitrinas.

Eso generaba ilusin pero tambin cierto «sufrimiento» y un estado colectivo de ansiedad, el combustible para que 15.000 aficionados se desplazaran a Elche. Las navieras no daban abasto y llegar fue toda una odisea. «Sigue siendo la mayor movilizacin en la historia de un club deportivo balear», rememora un Alemany todava emocionado al recordar aquella noche. «Algunos barcos llegaron tarde, la Polica nos tuvo que escoltar, fue brutal», apostilla al telfono Sebasti Oliver, presidente de Moviment Mallorquinista, colectivo que agrupa a ms de 7.000 hinchas.

Pero nada de aquella lejana noche se entiende sin un nombre propio. «Fue la final de Samuel Eto«, zanja Tolo Ramn, entrenador y analista del Mallorca. El cameruns, al que Alemany considera «el mejor delantero de Europa» en la poca, estaba disputando con su seleccin la Copa Confederaciones en Francia. Su participacin en la final no estaba clara y era normativamente compleja. Pero el presidente desbloque la situacin y liber al jugador. «l era el 40% del potencial del equipo, vino en avin privado y al acabar el partido se fue, no pudo quedarse a toda la celebracin», cuenta Alemany.

Entre un vuelo y otro, marc dos de los tres goles de la final y forz un penalti, llevando al xtasis al club en el que mencionar su nombre es como pronunciar un sortilegio que despierta automticamente el orgullo. A da de hoy, un gran mural con su rostro adorna la fachada del estadio.

El capit

El capitn, levantando la Copa.GETTY

«Tenemos mucha ilusin por esta Copa», explica Nacho Bonnn, socio incombustible del Mallorca y otro de los que cumpli con la peregrinacin a Elche hace dos dcadas. «El partido del Girona prendi la mecha, todo lo que tena que salir bien sali perfecto». Ahora ve una eliminatoria dispar pero confa en la fortaleza de Son Moix. «Esperamos que nos salga una buena eliminatoria y vayamos a Sevilla».

Para Ramn, al mallorquinismo «ms aejo» le apetece una final contra el Atltico de Madrid «y que se repita la mtica final de hace 33 aos, ahora en territorio neutral», en Sevilla. El algoritmo dir que la Real Sociedad, sexta en Liga y una de las mejores escuadras de Europa, juega hoy en Copa contra el decimoquinto clasificado. Sin embargo, en el territorio de lo intangible, los donostiarras se enfrentan a un club que rein en esa competicin. Y que se conjura y danza bajo el mural de Eto para invocar al tornado de la historia.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2024-02-05 16:59:01
En la sección: Deportes // elmundo

Publicado en Deportes

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