Asistimos a un momento no solo de diferenciación con el régimen destructivo y opresor, sino también del modo de enfrentarlo y lograr nuestra liberación.
La conspiración del gobierno usurpador de saltarse el triunfo soberano del 28J, ha propiciado un escenario indeseable, pero real, que ha terminado en un decantamiento, una toma de posiciones irrenunciables en el llamado mundo de «la oposición», que ha resultado, a mi entender, en un proceso más profundo de definiciones, no episódicas, de visiones y concepciones en la cultura política venezolana. Dos maneras distintas de concebir la política y el país.
Hemos insistido en la existencia de una visión electoralista, la cual concibe los procesos electorales como fin, para acumular curules y cargos, como poder de negociación y convivencia con el régimen. Otra visión, distinta, encarnada por Edmundo y María Corina Machado, que concibe lo electoral como medio de cambio radical del régimen. No de carguitos para la convivencia.
Está visión que definimos como electoralista, se corresponde con una cultura que reduce la política y la participación electoral a una dimensión de logros y cuotas burocráticas, que entiende lo electoral como un fin para obtener gobernaciones, alcaldías, diputados, luego se hunden en el aprovechamiento de los recursos públicos, activismo y asistencialismo clientelar, de arepazos y sesiones odontológicas y despistaje de enfermedades de la próstata, etc., procurando los votos de la reelección o un cargo mejor dotado.
Defender la victoria soberana del 28 J. es un empujón para establecer una nueva cultura política, que integre y valore lo político, lo electoral, desde una visión profunda, un modo de ser y actuar político, consustanciado con un proyecto de Nación, expresado en un ejercicio para preservar y desarrollar la democracia y la libertad. Esta visión es política y no electoralista, porque no es solo para elegir a «perencejito», alcalde o diputado, sino para cambiar, transformar, el modelo político empobrecedor, corrupto y represivo. Es política y no electoralista, porque no es solo para elegir a fulanito gobernador, sino que tiene un propósito superior, desarrollar un país estable, con oportunidades para el progreso de todos.
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Publicado el: 2025-03-15 00:37:00
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