El Príncipe: ¡Un manual para dictadores!

Introducción

El Príncipe es probablemente, uno de los más famosos libros escritos en el mundo. Escrito alrededor del año 1513 (renacimiento) no fue publicado sino hasta 1532, ¡ cinco años después de la muerte de su autor! Tal vez, se ahorró el refinado ex miembro de la cancillería de la República de Florencia reacciones adversas de algunos personajes siempre poderosos. Su autor cuyo nombre completo y exacto era Niccolò  di Bernardo dei Machiavelli, en vida fue diplomático, filósofo, y ha sido hasta aclamado como el padre de la ciencia política moderna.

Sea como fuere, ha sido comentado hasta el aburrimiento por estudiosos como Isaiah Berlin y otros más, buscando una especie de piedra filosofal para encontrar la receta de un gobernar sin problemas e inconvenientes menores o mayores.

Quizá los principales “trucos desplegados en El Príncipe sean los siguientes:

• Manipulación, sin importar los medios para alcanzar los fines.
• Tenacidad y astucia para esquivar los obstáculos.
• Inmoralidad: se debe estar por encima del bien y el mal.
• Ingenio, carencia de escrúpulos.
• Experto en el engaño.

aquí exponemos diez frases DE MACHIAVELLI

• «De vez en cuando las palabras deben servir para ocultar los hechos».
• «El vulgo se deja cautivar siempre por la apariencia y el éxito».
• «Un hombre que quiere ser bueno entre tantos que no lo son labrará su propia ruina».
• «Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen».
• «Un príncipe nunca carece de razones legítimas para romper sus promesas».
• «La política no tiene relación con la moral».
• «El que engaña encontrará siempre quien se deja engañar».
• «Todo el mundo ve lo que aparentas ser, pocos experimentan lo que realmente eres».
• «Las minorías no tienen sitio cuando la mayoría tiene donde apoyarse».
• «El odio se gana tanto por las buenas obras como por las malas».

El general Juan Vicente Gómez, un dictador que gobernó a Venezuela durante veintisiete años, casi analfabeta, al parecer siguió las estratagemas del autor del Príncipe. Le hizo creer a quien desplazó una lealtad a toda prueba. Supo esperar y cuando vino la ocasión, un viaje de Cipriano Castro a Europa, dio el golpe rápido y certero como había planeado.  El presidente Gómez, siempre simuló, para saber quién o quiénes estaban conspirando contra él. De modo pues, sin leer esta obra del experto en política del renacimiento, empleó todas las tretas, y simulaciones y le funcionaron. Fue neutral en la Primera Guerra Mundial, y aquí se desvió de una de las recomendaciones del Príncipe. En este punto,  Laureano Vallenilla Lanz, uno de sus asesores e intelectuales del régimen, tal vez haya leído esta obra, pero éste escribió su propio y original libro que ha explicado el surgimiento de los caudillos[1]  en Venezuela, siguiendo el método positivista de los sociólogos: ¡ Cesarismo democrático!

Otro dictador que adoptó in extremis los consejos de N. Machiavelli fue el Comandante Hugo Chávez, quien salmodiaba urbe et orbi todas las consejas  del Príncipe. Mientras que con una habilidad de encantador de serpientes, dormía a la oposición con su nueva Constitución “bolivariana” (sic).

CONTRADICCIONES CON OTRA OBRA DE MACHIAVELLI: DISCURSOS SOBRE LA PRIMERA DÉCADA DE TITO LIVIO

Esta obra se basó en el estudio de la historia de Roma hecho por Tito Livio.En los Discursos, Machiavelli respalda  la estructuración de una República con la propuesta básica  de que toda comunidad está integrada por dos fuerzas en contradicción: el pueblo y los grandes, siendo estos últimos los que intentan controlar al pueblo. Para el florentino, el régimen óptimo es una República bien consolidada, como lo fue en su tiempo la República Romana, que consiga agrupar a ambos sectores de la sociedad, permitiendo así que el conflicto político se mantenga dentro de una paz sostenida por las leyes. No en vano, Marco Tulio Cicerón, sostenía que la constitución de Roma era la mejor del mundo clásico y antiguo, porque en ella habían participado las mejores cabezas de todos los tiempos.

Nuestro experto, enfatiza por lo tanto que una república positivamente organizada debe poseer instituciones que ordenen y regulen el conflicto entre las distintas partes. Sin estas instituciones, el orden de la república se disgregaría. En su entender, ninguna de las formas de gobierno, ya sean las buenas o positivas (como la monarquía, la aristocracia y la democracia) o las dañinas (como la tiranía, la oligarquía y el gobierno licencioso o populista), logra balancear convenientemente los intereses de los diferentes sectores  en el régimen, lo que las convierte en altamente inestables.

Bajo este contexto, se revela ostentosamente el cambio de estilo en Machiavelli, en donde elogia las formas buenas de gobierno.

De esta manera nosotros podemos afirmar que la mejor Constitución en América Latina es la surgida del triunfo de ciertos sectores de la revolución mexicana. Así de esta forma, el presidente (príncipe en el lenguaje maquiavélico) se elige popularmente pero solo por seis años, y está terminante prohibida la reelección. Este texto constitucional ha sido tan bueno, que desde 1929 ha impedido sopotocientos potenciales golpes de Estado, mientras que en ese  mismo lapso países como Venezuela, Argentina, Perú, Brasil, han tenido dictadores originados por golpes de estado.

Otra República, que tuvo un éxito enorme en evitar colapsos y grandes problemas fue la República de Venecia donde gobernaba una oligarquía de grandes comerciantes y navegantes. Basta decir, que en este ambiente Luca Pacioli ayudante de Leonardo Da Vinci, inventó la contabilidad por doble partida que los mejores historiadores de la economía presentan como el gran invento que expandió al capitalismo porque así los comerciantes sabían cuáles operaciones eran las que proporcionaban ganancias y cuáles pérdidas. Esta República duró más de mil años, hasta que Napoleón Bonaparte la ocupó para integrarla a su imperio.

[1] Dictadores con respaldo popular.