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La verdad en ascuas – Runrun.es: En defensa de tus derechos humanos

La verdad en ascuas, por Antonio José Monagas

Antonio José Monagas

10/08/2024

En principio, la verdad existe. Quien niega su existencia es porque sabe que existe

@ajmonagas

Intentar un análisis del término verdad es como aventurarse a la travesía de “nunca terminar”, pues compromete referencias que son propias de la filosofía. Especialmente, por cuanto en su significación no caben menudencias que dejen elementos conceptuales flotando en el mar de la incertidumbre.

Aun así, la intención de esta disertación es un tanto revisar su elocuencia desde la perspectiva de la política. Vale pues comenzar intentando encontrar algún concepto que haya podido acercarse a su esencia. Aunque de partida, vale averiguar ¿qué expresa la verdad? Y ¿qué valor posee?

En principio, la verdad existe. Quien niega su existencia es porque sabe que existe. Y si existe como tal, es porque al mismo tiempo reconoce que existe la razón que la demuestra en su entera dimensión.

Igual cabe asentir que poco sentido tiene creer que existe una única verdad. La verdad tiene una composición plural y multidimensional. Es decir, tantas verdades como realidades puedan visualizarse. Aun cuando, teológicamente, se dice que la verdad es única.

Un primer debate

San Agustín, doctor de la Iglesia católica, aseguraba que “existirá la verdad, aunque el mundo perezca”. Sin embargo, el pintor español Pablo Picasso señalaba que “aunque existiera solo una verdad única, no se podrían pintar cien cuadros sobre el mismo tema”

Tanto el hombre necesita incondicionalmente de la verdad para confirmar la valía de su existencia, como la verdad necesita del ser humano para afirmarse como razón de la realidad en todos sus sentidos. Fundamentalmente, por cuanto se le considera la razón sobre la cual se construye la conciencia moral de la sociedad.

La política y la verdad

Aludir a la política desde el terreno de la verdad no es nada fácil. Menos aun cuando el ejercicio de la política desconoce las limitaciones de la verdad cuando la realidad fija la ruta de sus posibilidades.

Este problema induce a determinar ¿qué relaciones pueden darse entre la política y la verdad? Esta interrogante cabe toda vez que, para muchos estudiosos, militantes, actores y agentes de la política, la verdad podría considerarse como la realización de la política. Aunque para otros, podría verse más bien como su negación. Crasa disyuntiva. Y quizás, bastante peligrosa para la praxis política.

Las circunstancias teóricas obligan a revisar el camino andado desde Platón, pasando por Kant, Weber, Strauss, Shmitt, Arendt, Habermas, Bobbio, hasta la actualidad. Tal vez, de esa forma, podría justificarse cómo la relación política y verdad combinan consideraciones capaces de hacer eficaz su contribución al desarrollo integral de las realidades.

La política proclama la verdad

Es posible asentir algunas consideraciones que, aunque podrían rayar en alguna especulación, se hace bajo la intención de contribuir con el esfuerzo que ha trazado la historia de la teoría política occidental.

Si acaso la política reposa en la pluralidad humana, tal como aseguraba Hannah Arendt, para referirse a la comunidad y al hecho de ser diferente en cuanto al modo de percibir e inferir la vida, entonces puede afirmarse que la política dejó de apreciar el mundo desde una visión idealista para estimarlo desde una postura pragmática. Esto llevaría a ver que, ciertamente, la política persigue y proclama la verdad. Pues si así no fuera, la política sería una pura lucha egoísta de poder.

Si para algunos la política no ha dejado de comportarse históricamente como una lucha egoísta de poder, posiblemente no habría mayor espacio para fundamentar la democracia como una razón capaz de contrarrestar los vicios del poder. Por lo tanto, considerada esta razón desde un enfoque curtido por el carácter creativo de la política, quizás no podría asegurarse la existencia de la verdad.

Si bien no puede negarse el conflicto que siempre se ha producido entre la verdad y la política, poco sentido existirá pues en el hecho de negar la posibilidad de la verdad para intervenir la política. Sobre todo, al entender que la política es el espacio de la acción del ciudadano. En él se encuentran las necesidades e intereses que le imprimen valor, sentido y dirección a la política. Y desde luego, a las verdades que cada ciudadano en términos de las libertades y derechos que bien puede disfrutar en aras de arrogarse la potestad para reivindicar estas.

Al cierre

Luego de registrar estas consideraciones, sigue advirtiéndose el reclamo que niega a la verdad reconocer valores en la política. Lo cual hace ver que, pese a que la política se señale como el aire mismo que se respira, indispensable para la vida, las realidades dan cuenta de que el ambiente sigue estando confundido. Y, en consecuencia, plagado de verdades en ascuas.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Fuente de TenemosNoticias.com: runrun.es

Publicado el: 2024-08-10 03:10:54
En la sección: Opinión archivos – Runrun.es: En defensa de tus derechos humanos

Publicado en Opinión

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