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Medio Metro

Peter Albers

Francisco José Polo Castellanos, médico oncólogo insigne y un brillante escritor costumbrista, fue también un visionario precursor del Metro de Valencia (el monorriel lo llamaba), y en los años sesenta convenció a los concejales para que se abocaran a eso.

El antiguo ferrocarril Puerto Cabello – Valencia tenía sus rieles superficiales a lo largo de la ruta entre Naguanagua y la llamada Estación Inglesa, hoy Rectorado de la UC, y un tranvía urbano los suyos entre ese lugar y la Plaza Bolívar. De manera que el “monorriel” utilizaría esas vías, extendiéndose hacia el norte hasta el Estadio Polideportivo en la Urbanización Guaparo, y hacia el sur hasta la Plaza de Santa Rosa, y así lo proponía el doctor Polo Castellanos.

También flotaba en el aire la idea de que el trazado fuera siguiendo más bien la margen derecha del río Cabriales, en lo que hoy es el Parque Peñalver, el cual tenía rieles de ferrocarril desde la antigua Fábrica de Cemento hasta la llamada Estación Alemana en San Blas. De esa manera, no habría que expropiar inmuebles para las estaciones ni para ensanches de las vías para el tránsito de vehículos automotores, en compensación por el espacio que ocuparían los rieles del transporte rápido masivo superficial. La conexión entre las estaciones a la orilla del río y las áreas habitadas al oeste, se haría mediante buses semejantes a los Metrobuses de Caracas, tan conocidos por Maduro.

Conversando una vez con Polo, y escuchando sus argumentos, le sugerí construir primero un sistema de transporte entre la Zona Industrial y la zona de La Guacamaya. El trayecto uniría las áreas donde vivían los trabajadores con sus sitios de trabajo, y los terrenos eran en su mayoría ejidos, por lo cual el gasto en expropiaciones sería casi nulo. Pero prevaleció el trazado norte-sur sobre el este-oeste.

La idea de que fuera subterráneo no estuvo planteada, según recuerdo, hasta que el empresario Enrique Delfino, promotor del Parque Central de Caracas, se presentó ante el Concejo Municipal para proponerle construir, con financiamiento propio, “un Metro” para Valencia. Su compensación sería el otorgamiento en propiedad de las dos manzanas, al sur de la Plaza Bolívar, entre las avenidas Constitución y Urdaneta y las calles Colombia y Comercio, para que su empresa desarrollara un gran centro cívico que le produciría las rentas que compensarían la cuantiosa inversión que el Metro implicaba. La propuesta, que suponía un enorme gasto en expropiaciones, no fue aceptada.

Años después, se creó la Compañía Metro de Valencia (Metroval) que se abocó a la construcción de túneles y estaciones. El ambicioso proyecto recibió un gran impulso bajo la administración del Alcalde Francisco “Paco” Cabrera, y se construyeron varias estaciones subterráneas y las instalaciones de mantenimiento. Pero presentaba, a mi manera de ver, un defecto: tal vez para ahorrar, las bocas de acceso a las estaciones subterráneas se ubicaron en la isla central de la Avenida Bolívar, obligando a los usuarios a cruzar las vías vehiculares, con el frecuente arrollamiento de los peatones, a veces con fatales consecuencias.

Paco Cabrera hizo mucho, pero no pudo dejar terminado el eficiente sistema. El régimen socialista “del siglo 21” que le siguió, como muchas otras obras, paralizó las del Metro, dejando grandes espacios cercados y llenos de escombros.

Triste testimonio de la Valencia que pudo haber sido y no fue, gracias a la incapacidad y la corrupción de quienes desprecian al pueblo que dicen amar.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.el-carabobeno.com

Publicado el: 2025-03-25 08:29:00
En la sección: Destacados articulistas sobre temas de política, Educación, salud, cultura de Valencia, Carabobo y Venezuela

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