Activistas LGBTIQ cumplieron 8 días en protesta con lluvia y frío

Los activistas de la población de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales y queer (LGBTIQ) cumplieron ocho días encadenados frente a la Defensoría del Pueblo, para exigir que se respeten sus derechos. Un nuevo joven se incorporó a la protesta y ahora suman cuatro manifestantes.

Caracas. Para los cuatro manifestantes encadenados frente a la Defensoría del Pueblo el frío, la lluvia, el hambre y el “terror psicológico” se han convertido en la norma. Son las condiciones con las que han aprendido a lidiar para permanecer en la Plaza Morelos, en Caracas, mientras protestan por los derechos de la población de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales y queer (LGBTIQ).

El lunes, 21 de noviembre, Paul Martucci, Koddy Campos y Jhoan Chavarrío se encadenaron frente a la institución pública para protestar a favor de los derechos de la comunidad. Y lejos de sentirse desanimados, están más convencidos que nunca sobre su lucha. De hecho, el sábado, 26 de noviembre, un cuarto manifestante se sumó a su causa.

Desde la primera noche, en la que estuvieron a la intemperie, han sido víctimas de “terror psicológico”. Un grupo de efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) trató de quitarlos del sitio, algo que finalmente no pudieron hacer.

Desde entonces, el banco de cemento en el que los manifestantes LGBTIQ se mantienen ha “evolucionado”. Primero con un pequeño toldo con las banderas del orgullo y la de la comunidad trans y actualmente con carpas que les permiten resguardarse en la noche.

Aún así, un toldo o una carpa no son suficientes contra el frío y la lluvia. De hecho, Jhoan Chavarrío, uno de los manifestantes que está en silla de ruedas, se enfermó y tuvo fiebre. Pero no se ha retirado del sitio.

“Me siento mejor, aunque no puedo dejar que la garganta se me seque. Me duele mucho”, contó desde dentro de una de las carpas.

El cuarto manifestante 

De los cuatro hombres que protestan, el más joven, es quien se sumó de último a la acción de calle: Jorge, quien se puso las cadenas la noche del el viernes, 25 de noviembre.

“Yo estoy viniendo para acá desde el segundo día de la protesta. Pero lo que me hizo unirme y encadenarme fue la existencia de artículo del código de justicia militar que penaliza la homosexualidad”, dijo en referencia al artículo 565 del Código Orgánico de Justicia Militar.

Artículo 565 del Código Orgánico de Justicia Militar.

El oficial que cometa actos que lo afrenten o rebajen su dignidad o que permita tales actos, sin tratar de impedirlo por los medios autorizados por la ley, será penado con prisión de uno a tres años y separación de las Fuerzas Armadas.

La misma pena se aplicará a todo militar que cometa actos sexuales contra natura.

En el caso de Jorge, en su momento quiso ingresar en la aviación, pero precisamente por ese artículo él podría estar preso por ser miembro de la población LGBTIQ.

Hubo un momento en el que yo quería ser piloto de la aviación militar, pero la opción que me daban era ser militar del Ejército. Imagínate si yo me hubiera metido, ahorita estaría preso”, expresó.

Jorge también dijo que se sumó a la protesta porque pensó en todas las veces que ha sufrido discriminación en el país. “También me hizo unirme toda la discriminación que he vivido. Que me corrieran de parques, que me tiraran piedras, que me corrieran de mi propia casa. He ido al Ministerio Público y ni siquiera me han querido recibir la denuncia. Necesitamos un cambio, no quiero vivir toda mi vida discriminado”, agregó.

Jorge describió la situación de estar encadenado frente a la Defensoría del Pueblo como “muy incómoda” y comentó que lo cortas que son las cadenas lo hacen sentir limitado, sin poder alejarse mucho.

Me mantengo firme. Vivir esto no es fácil, pero no es como vivir con discriminación por tanto tiempo”, sentenció.

Tras ocho días lo ven como un éxito parcial

Al cumplirse los ocho días de la protesta de los activistas LGBTIQ, Richelle Briceño, activista y defensora de los DDHH, que representa a los manifestantes en algunas de las reuniones con representantes del Estado, hizo un análisis de lo que se ha logrado.

Ella calificó como un “un éxito parcial” el alcance de la protesta, en especial el pronunciamiento del defensor del pueblo y una reunión con el fiscal general de la República, designado por la extinta Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab.

No es todo lo que queremos y deseamos, pero sí es un éxito parcial porque en todas las manifestaciones anteriores en las que hemos ido a la AN, a la Fiscalía, a la Defensoría, siempre nos envían a cualquier persona que no tiene ni capacidad ni poder de decisión dentro del Estado”, puntualizó.

Briceño añadió que “si se suma todo lo logrado” se puede ver lo parcial del éxito, en especial si se toma en cuenta la reunión de este lunes, 28 de noviembre, con Jorge Rodríguez, presidente de la AN.

Para que lo logrado pase de parcial a total, Briceño cree que debe lograrse al menos una de las condiciones que los activistas LGBTIQ exigen:

• Cambio de nombre conforme al artículo 146 de la Ley Orgánica del Registro Civil para las personas trans
• Despenalización de la homosexualidad como está establecido en el artículo 565 del Código Orgánico de Justicia Militar
• Aplicación de la sentencia 1187 del Tribunal Supremo de Justicia. El fallo está respaldado con la nueva Ley de Familia que establece los derechos de las familias homoparentales

Estos tres temas están sobre la mesa porque ya están regulados en la ley, otros temas que podríamos tocar son el tema del matrimonio civil igualitario porque hay un anteproyecto de ley que se encuentra desde el 2014, también poder legislar contra toda forma de discriminación porque en el país está prohibido pero no hay forma de castigarlo“, explicó.

Mientras no se cumplan estas condiciones, la protesta se mantendrá tal cual como está. De hecho, no descartan sumar más activistas LGBTIQ para aumentar la presión. También se ha mencionado la posibilidad de iniciar una huelga de hambre aunque esto todavía no se ha materializado.

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