El miedo a hacer política y la división andan sueltos por las calles de La Vega

Los vecinos de la parroquia La Vega, un importante baluarte electoral, siguen teniendo miedo a participar en actividades políticas tras los eventos del 28 julio de 2024. A esto se suma la división entre quienes quieren votar, quienes no y los que decidieron sumarse a la campaña para este 25M.

Caracas. Un total de cinco vecinos detenidos dentro de la parroquia la Vega, la persecución contra los dirigentes opositores y las rencillas creadas entre chavistas que “delataban” a quienes estaban abiertamente contra el oficialismo soltaron el miedo y la división que siguen corriendo a rienda suelta en las calles de esa comunidad, diez meses después. 

“Claro que seguimos siendo oposición y crecimos una barbaridad. El 28 (de julio) nos desbordamos con cacerolas, con protestas, pero después se recogió todo y es normal porque tenemos a los vecinos que son del consejo comunal, jueces de paz. Todos tenemos miedo de que nos pueda pasar algo”, dijo a Crónica Uno un vecino que prefirió no identificarse. 

Con una población superior a 145.000 habitantes, La Vega adquiere una importancia clave en las elecciones al formar parte del circunscripción electoral número 5. Junto con El Paraíso, Caricuao, Antímano y Macarao, este circuito constituye el grupo de mayor densidad poblacional de Caracas.

Esto implica que se trata de un circuito plurinominal, es decir, que elige dos diputados principales y dos suplentes, una joya para los políticos. 

No obstante, la política en el barrio parece estar en una pausa indefinida. De acuerdo con vecinos consultados, los actos de campaña de cara a las elecciones del 25 de mayo se limitan a entregas de recursos y ayudas para los residentes, quienes se limitan a recibir sin demasiado entusiasmo por participar. 

El silencio

Cuando se pregunta a los líderes comunitarios de La Vega si están haciendo política en su comunidad la respuesta es un simple “no”. En esta zona del oeste caraqueño nadie quiere participar, nadie quiere hablar de política y mucho menos responder preguntas o exponerse a que sus opiniones sean publicadas. 

“Antes del 28 todos estábamos identificados, hablábamos de política, en la camioneta, en la parada, en todos lados. Ahorita solo se puede hablar de lo mal que la estamos pasando y de la esperanza que aún tenemos bajito y en secreto y somos muy pocos los que hacemos ese tipo de comentarios”. 

contó otra residente de La Vega

A su juicio, el miedo es tal que muchos dirigentes políticos de oposición se mudaron del barrio o simplemente dejaron de dedicarse al activismo. 

“En las pocas reuniones que hemos podido hacer con políticos guardamos silencio y dejamos claro que nosotros, ninguno, nos vamos a involucrar, porque seguimos perseguidos”, dijo.

Recordó que la parroquia contó cinco detenciones tras las elecciones presidenciales. La mayoría de los apresados pasaron meses tras las rejas, lo que generó “terror” en la comunidad donde, además, muchos residentes recibieron visitas de agentes de inteligencia militar. 

“Misión Agarre”

Otra residente de La Vega se concentró en explicar que la ciudadanía está inserta en una dinámica que llamó “misión agarre” y que consiste, prosiguió, en tomar todas las dádivas que ofrecen los de un partido u otro, sin sentirse obligados a participar en el proceso. 

Esta vecina dijo que «muy pocos» votarán el 25 de mayo, pero todos han aprovechado las oportunidades de la campaña.

“La única campaña es regalar techos y llamar a la gente que le van a dar cosas. Y, bueno, la gente está agarrando, está en la misión agarre, pero seguros de que ni siquiera van a votar ni están de acuerdo con esas elecciones, pero lo que les ofrecen lo agarran”,

reflexionó. 

Insistió en que la mayoría de los dirigentes políticos de la zona están en contra de acudir a las urnas. Por eso tildó de “fariseos” a todos aquellos que decidieron sumarse a estos comicios convocados de alguna manera

“El descontento en los barrios es real, la gente no cree en el chavismo, busca todo lo que le den pero no les creen”,  remarcó la vecina.

Los que se atreven

En contraste, en la comunidad hay historias de vecinos que decidieron ser parte activa del cambio que creen que es necesario en el país. Celia Gudiño es maestra jubilada y decidió poner su nombre a la orden de la parroquia La Vega, de la que es vecina, siendo candidata suplente al Parlamento con la tarjeta de Fuerza Vecinal. 

“Estamos haciendo un trabajo arduo y hemos tenido bastante receptividad. No creo que sea una participación abrumadora, pero creo que sí tendremos gente que saldrá (…) Hay apatía, si la hay, hay descontento, pero creo que nosotros hemos trabajado tanto que la hemos bajado un poquito”, admitió la candidata.

Gudiño reconoce que en su comunidad es muy poca la activación del chavismo y que la descomposición de partidos tradicionales ha fomentado que las nuevas organizaciones políticas tengan cabida en las zonas populares. 

“Siempre he tenido por dentro la inquietud por la educación, por la gente. Yo estoy nueva en esto, pero me duele ver la realidad de  un país que está sufriendo, que está pasando tantas cosas, de las condiciones de los maestros”, dijo Celia mientras sonreía. 

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