restablece relaciones y visita Caracas

El presidente de Colombia Gustavo Petro cumple 100 días en el poder, tres meses en los que su gobierno restableció relaciones con la Venezuela de Nicolás Maduro a quien incluso visitó el pasado 1 de noviembre.

Desde que pasó a segunda vuelta electoral ante Rodolfo Hernández, en el mes de mayo, el exsenador y exguerrillero dijo que una de sus primeras medidas sería restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela, rotas desde febrero de 2019, cuando Nicolás Maduro ordenó el retiro de la delegación colombiana del país por el apoyo del entonces presidente Iván Duque a Juan Guaidó y el intento de ingresar ayuda humanitaria de Colombia a Venezuela.

Embajadores en los dos países

A finales de agosto, el político y periodista Armando Benedetti fue designado como embajador en Caracas; arribó al país y presentó cartas credenciales en Miraflores. Del lado venezolano, la Asamblea Nacional de mayoría chavista aprobó el nombramiento del excanciller Félix Plasencia como el embajador venezolano en Bogotá.

Comenzó así un primer paso «gradual», pero con fuerza de la cercanía entre los dos gobiernos. El siguiente fue la establecer enlaces con ministros para volver al comercio binacional.

Relaciones comerciales y Monómeros

Petro también comenzó las gestiones para entregar la empresa de fertilizantes Monómeros al gobierno de Maduro. Presionó a la Cámara de Comercio de Barranquilla, donde queda la empresa, para que reconociera la directiva propuesta por Miraflores. Finalmente esto ocurrió a finales de septiembre cuando el chavismo la recuperó, después de tres años del control opositor, lapso en el que surgieron denuncias sobre manejos irregulares en la filial de Pequiven.

Los lazos se ahondaron en septiembre. El 26 de ese mes se reanudaron las relaciones comerciales entre los dos países, después de siete años sin paso fronterizo para la carga comercial. El mismo Petro acudió a la frontera para la reapertura formal fronteriza entre Cúcuta y San Antonio del Táchira.

Ese mismo día se esperaba la reanudación de los vuelos comerciales, suspendidos desde marzo de 2020 por la pandemia del COVID-19, pero la negativa colombiana de que Conviasa volara a ese país por las sanciones de Estados Unidos frustraron ese primer intento.

Sin embargo, el lunes 7 de noviembre voló el primer avión a Colombia desde Caracas, de la aerolínea Turpial, y dos días después la empresa aérea del gobierno colombiano, Satena, también lo hizo a la capital venezolana.

Hasta el momento, el vecino país autorizó a Wingo, Avianca y Latam y las venezolanas Laser, Avior y Turpial, para las operaciones aéreas comerciales.

Primera visita oficial

Petro esperó hasta el 1 de noviembre para anunciar su primer viaje oficial como presidente a Caracas. Desde 2016 no había una visita de un mandatario colombiano al país. Al llegar se dio las manos con Maduro y conversaron por más de cuatro horas en Miraflores.

A la salida de ese encuentro, firmaron una declaración conjunta de 11 puntos centrada en los lazos históricos, comerciales y diplomáticos entre los dos países. El colombiano reiteró a Maduro la necesidad de que Venezuela se reincorpore al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, del que se salió en 2013 tras el rompimiento que ordenó un año antes el fallecido presidente Hugo Chávez.

También invitó al país a volver a la Comunidad Andina de Naciones (CAN), de la que Venezuela fue miembro fundador y se retiró en 2006, cuando Chávez decidió romper con el mecanismo de integración al alegar que los acuerdos de comercio de Colombia y Perú con EEUU perjudicarían a la población venezolana.

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Petro gestiona el diálogo

En ese encuentro uno de los puntos daba el respaldo del colombiano al diálogo entre el chavismo y la oposición en México.

Sus gestiones incluyeron a Argentina y Francia con los presidentes Alberto Fernández y Emmanuel Macron, que junto a Petro se reunieron a delegaciones de las dos partes en París el pasado viernes 11 de noviembre.

Petro propuso un pacto electoral de convivencia política en Venezuela, el levantamiento de sanciones y una amnistía.

Este último punto ha sido el más polémico, sobre todo porque políticos y organizaciones defensoras de DDHH señalan que no puede haber amnistía con violaciones de garantías fundamentales, en especial porque la Corte Penal Internacional investiga al gobierno de Maduro por la presunta comisión de crímenes de lesa humanidad.

“Esto podría lesionar los derechos de las víctimas y de los defensores de derechos humanos porque cuando se promueven este tipo de amnistías se elimina el derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación”, dijo a Efecto Cocuyo la presidenta de la Oficina en Washington para América Latina (Wola por sus siglas en inglés), Carolina Jiménez Sandoval.

El Foro de París por la Paz tanto Jorge Rodríguez como jefe de la delegación de Maduro, como Gerardo Blyde de la oposición, conversaron y recibieron las propuestas de los mandatarios, pero no fijaron fechas, ni firmaron documento alguno que contenga, más allá del compromiso verbal, un tiempo definido para volver a las negociaciones.

Embajador polémico

La designación de Benedetti no ha estado exenta de polémica. Muy ganado a tuitear e informar cualquier acuerdo entre Petro y Maduro, la semana pasada declaró para el programa #ConLaLuz, de la directora general de Efecto Cocuyo Luz Mely Reyes, que en Colombia se violaban más derechos humanos que en el territorio venezolano.

En esas declaraciones acusó a la oposición venezolana de tener 20 líderes y que todos se «creen jefes» y llamó «pendejo» y «huevón» a Juan Guaidó. Aunque un día después intentó zanjar la polémica, no ofreció disculpas y mantuvo sus calificaciones al asegurar que eran sobre todo un análisis político-electoral.

Diálogo con el ELN

En octubre, las delegaciones del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el gobierno colombiano se reunieron en Caracas para anunciar el regreso a las negociaciones de paz, paralizadas desde 2016.

Venezuela es uno de los países garantes y ofreció su territorio como parte de ese esfuerzo de volver a un proceso que desarticule a esta guerrilla, ahora la más longeva en la historia del conflicto colombiano, tras la disolución de las Farc hace seis años.