No solo de calçots vive el hombre -porque la temporada es corta, no por otra cosa-, y aunque estas cebollas tiernas que se comen con salsa romesco son un plato popular de Valls y de los alrededores de esta área catalana, lo cierto es que desde la capital también nos queremos subir al carro de estas delicias vegetales disfrutando de una calçotada a la altura.
Es probable que, vivas en el punto de España en el que vivas, a estas alturas de la película ya tengas claro qué son los calçots, cómo se elaboran, cómo se pelan y se comen, y se hayan convertido en uno de esos productos que nos tienen babeando todo el año hasta que llega la temporada, aunque saber de calçots no implica necesariamente saber de calçotadas, y es que la experiencia completa va mucho más allá del producto estrella.
Butifarra y chuletillas de cordero, el menú completo
Se podría decir que los calçots son a Cataluña lo que la paella a Valencia: más que un plato una tradición, una experiencia y una excusa para juntarnos con los nuestros.
Si por lo que sea nos pilla un poco a desmano viajar a Valls solo para comer unos buenos calçots, siempre puedes acudir a tu restaurante de confianza donde aprovechen la temporada para servir este manjar.
Es el caso de Candeli, un restaurante ubicado en el número 47 de la madrileña calle Ponzano donde cada año homenajean este producto sirviendo un menú calçotada con todo lo necesario para vivir la experiencia completa.
Coincidiendo con la temporada de calçots, desde finales de enero hasta finales de febrero o principios de marzo (lo que dure el producto), en Candeli avivan las brasas para servir este menú pensado para dos personas donde, a pesar de ser estos vegetales entre puerros y cebolletas los verdaderos protagonistas, también le dan su lugar al resto de platos de los que disfrutaríamos en una auténtica calçotada catalana.
En este menú, que tiene un precio de 52 euros por persona, además de los calçots podemos disfrutar de un delicioso pan tumaca para empezar a abrir boca, la brandada de bacalao gratinada, que aporta suavidad y cremosidad al menú, y una deliciosa fuente de chuletillas de cordero y butifarra con monchetas acompañada de patatas y pimientos. Esta experiencia, que termina con un postre a la altura como es la crema catalana, se puede maridar con cualquiera de las bebidas de su carta, aunque desde Candeli nos propone el Rioja Cosme Palacio Crianza 2019, que tiene un precio de 28,50 la botella.
Calçots de Valls
Sobre el origen de los calçots, Alberto Rivera, uno de los directores de Candeli, asegura que los que sirven en esta experiencia se cultivan en Cataluña. «Nosotros los traemos de Valls, pero aquí hay un proveedor que los cultiva en Consuegra y que muchos los venda a Valls, porque Valls es una región que tiene, pero sirven mucho a Cataluña».
En cuanto a la manera de prepararlos, Rivera asegura que en Candeli buscan «mantener la llama durante la cocción para asegurarnos de que el calçots se queme por fuera, logrando esa característica textura ahumada y tierna por dentro».
Como no podía ser de otra manera, en Candeli sirven los calçots con salsa romesco, un aderezo delicioso que tradicionalmente se elabora con tomate, ajo, almendras y avellanas tostadas, pan y pimentón, entre otros ingredientes, aunque para sortear las intolerancias alimentarias que cada día sufren más personas, en Candeli preparan esta salsa sin pan, pero aumentando la cantidad de frutos secos para conseguir esa textura tan característica de la salsa romesco y hacerla apto para celiacos e intolerantes al gluten.
Es la salsa, son los calçots, las chuletillas, la butifarra, es el ambiente… es Candeli, un local ideal para disfrutar de la temporada de calçots sin salir del centro de Madrid.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.20minutos.es
Publicado el: 2025-01-25 07:00:00
En la sección: 20MINUTOS.ES – Gastronomía