‘El caso de los carrotanques para nosotros representa una gran tragedia’: gobernador de La Guajira

El departamento de La Guajira conmemoró este 1° de julio 59 años de vida jurídica, enfrentando desafíos significativos en materia de agua, a pesar de los esfuerzos y las millonarias inversiones que se han realizado para dar cumplimiento a la sentencia T-302 de 2017 de la Corte Constitucional que busca frenar la muerte por desnutrición los niños y niñas wayús derivadas en parte por la falta de agua.

A nivel departamental la cobertura de agua potable en la zona urbana alcanza un 80 por ciento, sin embargo, no hay continuidad en el servicio que en su mayoría está sectorizado, llega por unas cuantas horas. Mientras que en la zona rural alcanza el 20 por ciento.

En diálogo con EL TIEMPO, el gobernador de La Guajira, Jairo Aguilar Deluque, habla del trabajo que viene realizando para aumentar la cobertura del líquido, en especial en la zona rural de los cuatro municipios accionados por la sentencia Uribia, Manaure, Maicao y Riohacha.

¿Cuál es la situación actual del acceso a agua potable en las comunidades rurales, en especial las mencionadas en la sentencia T-302 de 2017, y qué se está haciendo para mejorarla?

En estas áreas, especialmente en las zonas rurales, enfrentamos grandes dificultades para acceder a agua potable, con una cobertura actual del 20 por ciento. Estamos trabajando a través del Plan Departamental de Agua (PDA), ejecutado por la empresa de servicios públicos de La Guajira, Esepgua, para mejorar esta situación.

Nuestro objetivo es aumentar la cobertura al 30 por ciento este año y alcanzar entre el 70 y 80 por ciento al final de mi mandato, gracias a diversas estrategias, el apoyo del Gobierno nacional y la cooperación internacional. Actualmente, estamos implementando 40 proyectos bajo el PDA, que incluyen alrededor de 100 puntos de agua para abordar esta problemática, especialmente en los municipios accionados. por la sentencia incluyen centros de abastecimiento de agua potable

Tenemos también, 22 proyectos de plantas desalinizadoras, que son cruciales, especialmente en el norte del departamento. Agradecemos los esfuerzos del Ministerio de Vivienda y la ministra Catalina Velasco, cuyo compromiso ha sido vital para llegar a las zonas más apartadas.

¿Cuáles son los temas priorizados en materia de agua dentro del plan de desarrollo?

Durante este cuatrenio, nuestra meta es aumentar significativamente la cobertura de agua potable, duplicando los indicadores actuales. Para ello, continuaremos trabajando en los centros de abastecimiento de agua potable, que han demostrado ser una solución efectiva en La Guajira. Estos centros no solo deben proporcionar agua, sino también convertirse en verdaderos centros de vida.

Trabajamos en colaboración con la cooperación internacional, incluyendo la oferta de Naciones Unidas y la FAO, para que cada centro de abastecimiento de agua potable nos ayude a enfrentar los problemas de seguridad alimentaria. Cada centro permite a las comunidades contar con agua para generar cultivos, lo cual es fundamental para nuestra estrategia.

Para garantizar la sostenibilidad de estos centros, estamos firmando convenios con las alcaldías para que los recursos de los resguardos cubran los subsidios necesarios. Además, el Gobierno nacional ofrece el subsidio ComuniAgua, que fortalece estas estrategias.

¿Se garantiza la sostenibilidad con la participación de la comunidad?

Eso es lo más importante. Uno de los problemas más graves que teníamos era la falta de una política pública relacionada con la sostenibilidad. Hoy, eso ha cambiado considerablemente. Los recursos de los resguardos ahora permiten a las comunidades recibir un subsidio, ya que a menudo no pueden asumir los costos de mantenimiento por sí solas y necesitan el apoyo del Estado.

Actualmente, el Ministerio de Vivienda está llevando a cabo la rehabilitación de 536 molinos, lo cual es un gran indicativo de progreso. Muchos de estos proyectos fueron abandonados o nunca se completaron. Es fundamental cambiar la manera de abordar cada uno de estos proyectos para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.

¿El Gobierno Nacional y la cooperación internacional de qué forma se articulan para brindar estas soluciones de agua?

Siempre lo he dicho, hoy el departamento de La Guajira no puede seguir viéndose como un archipiélago donde funcionamos como islas independientes. Hoy operamos en una verdadera articulación para evitar cometer errores.

Un ejemplo polémico es el caso de los carrotanques, que para nosotros representa una gran tragedia, originada por la falta de articulación y la ignorancia de los llamados de atención manifestados en los PMU realizados en La Guajira. Hoy, vemos con buenos ojos que el Gobierno entendió ese mensaje y está trabajando no solo con los entes territoriales, sino también con la cooperación internacional. Misión Guajira es un ejemplo de cómo entender los territorios y fortalecer las estrategias existentes nos permitirá enfrentar estos problemas.

¿Cuáles fueron las alertas que desde el departamento se enviaron al Gobierno nacional y que no fueron atendidas en materia de agua?

En el PMU se manifestaron varios temas críticos. Primero, se destacó la falta de capacidad de los carrotanques, y se señaló que el suministro de agua a más de 80 carrotanques, o incluso a 40, era imposible con los recursos disponibles en el departamento. Las empresas presentes en el PMU advirtieron sobre esto, pero no se prestó atención.

También se ignoraron problemas relacionados con las vías y la falta de presencia del Ministerio del Interior, lo cual es crucial cuando se trata con comunidades indígenas. Además, no se atendió adecuadamente el tema de los conductores. Fue prácticamente una mala decisión que terminó en lo que uno llama polémica, pero para nosotros, los guajiros, fue una verdadera tragedia que nos llenó de dolor.

El pueblo guajiro merece respeto y compromiso por parte del Gobierno nacional. Agradecemos que hoy se haya entendido que para construir soluciones no solo se necesita buena voluntad, sino también una planificación adecuada.

¿Cuándo llegaron los carrotanques, se articuló con el Gobierno Departamental la distribución de esta agua?

La articulación no se dio, porque la información que suministramos no fue tenida en cuenta. Si se hubiera considerado, podríamos haber mitigado en parte esta catástrofe. A pesar de las recomendaciones que la doctora Andreina García, gerente de Esepgua, y yo mismo hicimos en su momento, siguieron adelante con sus acciones, y ahora vemos cómo terminó todo esto.

¿La administración abastece también a las comunidades en temas de agua con carrotanques? ¿De qué forma se realiza?

Sí, a través de Esepgua estamos fortaleciendo la entrega de agua con carrotanques. Sabemos que este es un tema de emergencia, en cumplimiento de las acciones de la sentencia T-302. Primero, se abordan aspectos de almacenamiento y capacitación, luego se realiza la entrega de carrotanques y tanques de almacenamiento. Hemos sido muy estrictos en este cumplimiento y también hemos trabajado en colaboración con nuestra oficina de Gestión del Riesgo Departamental.

¿Cuáles son las zonas más críticas en materia de acceso a agua potable?

Las áreas más dispersas de Uribia y Manaure representan nuestros mayores desafíos, tanto en términos de seguridad como de logística. Llegar a estos territorios implica enfrentar múltiples obstáculos, incluyendo la seguridad y la capacidad de desplazamiento, lo cual supone un esfuerzo significativo para nuestra empresa de servicios públicos.

Solo en el último año, hemos registrado cuatro incidentes de robo a nuestros vehículos en la Alta Guajira, lo que muestra la complejidad del entorno y los desafíos adicionales por temas de vandalismo.

Esto requiere decisiones de mucho cuidado y un acompañamiento constante de la fuerza pública. No es lo mismo ejecutar un proyecto en una zona urbana o en otro departamento del país, que hacerlo en Uribia, donde cada desplazamiento puede tardar un día entero. Estos son uno de los grandes desafíos que tenemos nosotros y donde tenemos más dificultades, es en la zona norte extrema del departamento de La Guajira.

¿Han recibido respaldo del Gobierno Nacional respecto a la seguridad?

Sí, hemos tenido acompañamiento de fuerza pública. No hay que desconocer que algunos de estos desplazamientos la gerente o su equipo de trabajo ha tenido el acompañamiento, pero tenemos que decirlo también que cuando no se tiene ese tipo de acompañamiento el riesgo es muy alto.

Hubo amenazas en su momento hasta de situaciones muy complejas, en un momento cuando se desplazaban hubo un allanamiento, situaciones de alto riesgo que hoy conoce fuerza pública porque la empresa lo ha denunciado de manera permanente.

Eliana Mejía

Especial para EL TIEMPO

Riohacha

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