La muerte de George Floyd, el 25 de mayo de 2020, no solo conmocionó al escenario político mundial, produciendo una oleada de manifestaciones y disturbios en plena crisis por el coronavirus, sino que también sirvió para que se visibilizaran numerosos estudios que, desde hacía años, se desarrollaban sobre esclavitud y raza en Europa y Estados Unidos. El problema del “color de la piel”, la percepción de la alteridad, y la marginación social llevaban siendo investigados desde finales del siglo pasado; no era algo nuevo. Aun así, sucesos como este han servido para dar visibilidad a aspectos más específicos de nuestro pasado y a repensar cómo gran parte de los problemas actuales proceden de conflictos de coexistencia sin resolver.
El mismo año en que pintó el retrato de Juan de Pareja (1650), Velázquez otorgó carta de libertad a su hasta entonces esclavo. Foto: ASC.
En muchos de los textos que vieron la luz a raíz del suceso citado, apareció la figura de Juan de Pareja (1606, Antequera, Málaga– c. 1670, Madrid), esclavo de Diego de Velázquez, que fue retratado por él. Esta pintura se encuentra, actualmente, en el Metropolitan Museum of New York (MET).
¿Paradigma del esclavo?
Si bien este fenómeno sirvió para difundir una de las obras más importantes del genio sevillano, situar a Pareja como un ejemplo paradigmático de la esclavitud en la España moderna, como hicieron algunos periodistas o historiadores, es un problema. Su caso es muy especial, tanto como la pintura de Velázquez, principalmente si se conoce con detalle su historia, que acabó con la liberación. De todas maneras, su retrato y todo lo que envuelve a Pareja es realmente enigmático y sumamente interesante.
El lienzo fue pintado en Roma; se cree que poco antes de enfrentarse a inmortalizar la efigie de Inocencio X, una de sus obras cumbre. Algunos historiadores opinan que fue un «ejercicio para soltar los pinceles» durante su viaje por Italia. De todas maneras, la calidad de la obra, así como el hecho de que se expusiera en el Panteón el día del patrón de la Congregación de los Virtuosos, indica que para el artista sevillano era una obra importante y no simplemente un ejercicio pictórico.
Esta pintura no pasó desapercibida entre los espectadores. Antonio Palomino, ilustre tratadista del siglo XVII, recoge las palabras del artista flamenco, afincado en Roma, Andrés Smith: «A voto de todos los pintores de diferentes naciones, todo lo demás parecía pintura, pero este solo verdad». Estas palabras encierran un gran valor. Desde hacía mucho tiempo, gracias a círculos intelectuales como la Accademia dei Lincei (Roma), al arte se le concedía un valor documental, servía como prueba, como documento objetivo. Era “la idea del vero”, de hacer visible realidades intangibles. Por ello, que fuera descrito no como una mera pintura, sino como una “verdad”, es uno de los calificativos más positivos que podría haber recibido.
El bufón “Calabacillas” (hacia 1637-1639). Velázquez inmortalizó en su obra a diversos personajes marginales, que contaban con el aprecio del monarca y de su corte. Foto: Museo Nacional del Prado.
De medio perfil…
Además de esta crítica positiva, uno de los aspectos que más han interesado a la historiografía es el modo en el que retrata a este personaje: de medio perfil, con la cabeza ligeramente girada hacia el espectador, mirándolo con firmeza. Casi parece que nos desafía con un gesto altivo y grave, que muestra mucha más dignidad de la que supuestamente debía recibir un esclavo. No debería extrañarnos esto, pues Velázquez tuvo la virtud de saber dotar de decoro y prestancia a otros personajes “marginales” —aunque ampliamente apreciados por el rey Felipe IV—, como los bufones de corte. En esta línea, es importante recordar que el género del retrato era, para intelectuales del momento como Francisco de Holanda o Francisco Pacheco —su suegro—, uno de los más dignos e ilustres de entre los existentes, hecho que aún da más valor a este tipo de obras.
Por otro lado, la indumentaria de Pareja no es, tampoco, la propia de un esclavo. Porta una elegante capa y valona con encajes de Flandes, otro elemento más que sirvió para “ocultar” su condición social. No olvidemos, además, que la citada valona estuvo prohibida en España y que, hasta el propio Felipe IV, en su comportamiento austero, intentaba evitarla. Velázquez está vistiendo a un ser privado de libertad como a un noble.
De color extraño
Por otra parte, uno de los aspectos de Pareja que más llaman la atención a Antonio Palomino es el color de su piel, su procedencia étnica. Como indicara V. Stoichita, este último detalle lo remarca mediante un eufemismo, «el negro no se nombra, pero sí se sugiere en la fórmula ‘color extraño’, esto es: color extranjero, diferente, indefinido o indefinible. Ante este artificio cabe la explicación de que, siendo mestizo, Pareja no es ni negro, ni blanco, sino mezcla de los dos». El investigador citado relaciona este hecho dentro de las corrientes humanistas de “aclarar”, pero no borrar la “negrura” de los personajes que se quieren “homenajear”.
Stoichita insiste en cómo Palomino consideraba la esclavitud y el color oscuro como algo supuestamente peyorativo, pero con la liberación de Pareja, gracias a la intercesión del propio Velázquez, se consigue que este se convierta en un nuevo ser, que renazca y adquiera una posición positiva dentro de la sociedad. Con ello se premia su buen hacer al lado del artista y su predisposición a aprender. No en vano, en palabras del propio tratadista del siglo XVII, «quien tiene esta habilidad, no puede ser esclavo», palabras que hacen referencia a su alta capacidad como artista. Su buen hacer con los pinceles se puede apreciar gracias a distintas pinturas realizadas por Pareja una vez liberado. En ellas demostró lo aprendido al lado de Velázquez, pues, tal y como indican las fuentes, con este artista aprendió a «moler colores, y aparejar algún lienzo, y otras cosas ministeriales del arte, y de la casa». Además, los pocos documentos existentes hacen pensar que, a pesar de su nueva condición, siguió ligado al entorno de su antiguo amo, principalmente a la figura de Juan Bautista Martínez del Mazo.
Pareja incluyó su autorretrato (a la izquierda, portando un papel con su firma) en su obra La vocación de San Mateo (1661). Foto: ASC.
El destino del cuadro
Volviendo al retrato del Metropolitan, en las últimas décadas se ha intentado reconstruir cuál fue su fortuna, tras la exposición en Roma. Investigadores como Jonathan Brown o Carmen Fracchia se han encargado de ello. La primera noticia probable de él se data en torno al 1704. Entonces aparece en el inventario de la colección de monseñor Ruffo, maestro de cámara del Papa y miembro de una familia vinculada a España. De nuevo, la breve descripción que se ilustra en tal documento es muy positiva. Se habla de un retrato de «un servo che fu servitore del Sr. Diego Velasquez (…) cosa stupenda». Posteriormente tenemos diversas noticias que bien pueden referirse a este lienzo como a las copias que del mismo circularon en Italia, Reino Unido y Estados Unidos. En 1848 este óleo fue identificado, por primera vez, con el original de Velázquez por Stirling, comparándolo con la copia de la colección Howard (actualmente conservada en la Hispanic Society of America). El 27 de noviembre de 1970 salió a subasta en Londres (Christie’s), y fue comprado por el Metropolitan por un precio récord. A día de hoy es una de las joyas de este museo y el núcleo en torno al cual se articula la colección de pintura española de esta institución.
Aún queda mucho por saber sobre Pareja y Velázquez. No conocemos a ciencia cierta si era descendiente de esclavos norteafricanos o moriscos (como diversas leyendas cuentan, alentadas por el color de la piel). Tampoco tenemos un catálogo razonado de su producción pictórica, ni una biografía sobre su enigmática vida. Lo que sí que es cierto es que el retrato realizado por el genio sevillano es una de sus obras cumbre, un ejemplo de estima hacia su esclavo, de reconocimiento por su trabajo. La pincelada suelta, el fondo oscuro del que emerge la figura, la calidad en el tratamiento de los textiles y la luz… Artística y conceptualmente, supone una revolución que sobrepasa la idea de “mero diseño para soltar la mano” por parte del artista. Esperamos que en los próximos años nuevas publicaciones consigan resolver algunas de las cuestiones aquí planteadas.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com
Publicado el: 2024-07-13 06:05:01
En la sección: Muy Interesante