Desde tiempos inmemoriales, los seres humanos hemos llevado música a cada rincón del mundo, marcando el ritmo de nuestras vidas y celebraciones. Pero, ¿alguna vez nos hemos detenido a preguntarnos cuál fue el primer instrumento musical? En el corazón de Europa, un hallazgo arqueológico plantea una pregunta tan fascinante como controvertida: una flauta de hueso de 43 000 años, encontrada en las frías cuevas de Eslovenia, podría ser el testimonio más antiguo de la música humana. Este descubrimiento desafía nuestra comprensión del arte y la cultura, además de sumergir a los expertos en un vibrante debate sobre los orígenes de la música.
Venus de Laussel, un relieve paleolítico que muestra una mujer con lo que se interpreta que sería un cuerno para hacerlo sonar. Wikimedia
El origen de la música
Mucho antes de que la palabra escrita capturara la esencia de nuestras civilizaciones, la música ya vibraba en el alma de la humanidad primitiva. Para nuestros ancestros, los sonidos emergían de la naturaleza y de sus propias creaciones, convirtiéndose en un lenguaje universal esencial para la comunicación y la cohesión social.
En los albores de la historia humana, las comunidades se reunían alrededor del fuego, donde los ritmos primitivos de tambores hechos de troncos y pieles marcaban el compás de danzas y ceremonias. Las primeras flautas, talladas de huesos y cañas, emanaban sus dulces silbidos en rituales de apareamiento y celebraciones de la caza, evidenciando que, incluso en su forma más rudimentaria, la música era un pilar de la vida y la espiritualidad humanas. Estos instrumentos proporcionaban entretenimiento y, además, eran herramientas que tejían la estructura de la sociedad, dejando huellas sonoras de nuestra evolución cultural.
Flauta de Divje Babe. Wikimedia
Los primeros instrumentos musicales
En 1995, en una remota cueva de Eslovenia, se descubrió lo que podría ser el testimonio más antiguo del ingenio musical humano: la flauta Divje Babe. Este instrumento, tallado en el fémur de un oso de las cavernas, data de hace unos 43 000 años. La flauta presenta cuidadosos agujeros que sugieren una manufactura intencional, capaz de producir diferentes tonos musicales. Sin embargo, este hallazgo no ha estado exento de controversias. Algunos científicos argumentan que los agujeros podrían ser el resultado de la actividad de carroñeros, como hienas, más que de esfuerzos humanos. Esta disputa pone en juego no solo la antigüedad del instrumento sino la capacidad de los neandertales para la creación artística y musical, desafiando las percepciones tradicionales sobre estas antiguas poblaciones y su cultura, tomadas erróneamente como más atrasadas a Homo sapiens
En el yacimiento de Hohle Fels, cerca de Ulm en Alemania, un equipo de arqueólogos desenterró una serie de flautas que revelan una sorprendente tradición musical que data de hace unos 35 000 años. Estos instrumentos, meticulosamente tallados en huesos de aves y marfil de mamut, están entre los más antiguos del mundo. Cada flauta, con sus delicados agujeros y una boquilla en forma de V, muestra una clara intención de producir música, evidencia de la habilidad y el arte de sus creadores. Expertos en música y arqueología coinciden en que estas flautas no solo eran herramientas de entretenimiento, sino también elementos cruciales en rituales y comunicaciones sociales de las comunidades paleolíticas. El descubrimiento refuerza la idea de que la música desempeñaba un papel fundamental en la vida de los primeros humanos modernos, facilitando la cohesión social y el desarrollo cultural.
Flauta auriñaciense en hueso de animal. José Manuel Benito Álvarez / Wikimedia
Más que meros sonidos
La música en las sociedades antiguas trascendía el mero entretenimiento, integrándose profundamente en la estructura social, religiosa y ritual de las comunidades. Los instrumentos musicales antiguos, como las flautas de Hohle Fels, son testimonios de la sofisticación y la creatividad de nuestros antepasados. Estos instrumentos eran medios para la expresión artística, pero también funcionaban como herramientas para la cohesión social, la transmisión de tradiciones y la afirmación de la identidad comunal. La capacidad de crear y disfrutar de la música sugiere una complejidad emocional y cognitiva considerable, apuntando a una sociedad que valoraba la estética y el simbolismo. Además, la presencia de música en actividades rituales y celebraciones demuestra su papel esencial en la construcción de relaciones y la comunicación emocional entre individuos, reforzando lazos sociales y culturales esenciales para la supervivencia y el florecimiento de estas comunidades primitivas.
Flauta de unos 35.000 años de antigüedad. Marco Ciaramella / Wikimedia
Los hallazgos de antiguos instrumentos musicales nos ofrecen una perspectiva única sobre la evolución cultural y social de la humanidad. Estos artefactos enriquecen nuestra comprensión del pasado y subrayan la importancia intrínseca de la música en la estructura de las primeras sociedades humanas. Al contemplar estos instrumentos, somos invitados a reconsiderar la música no solo como forma de entretenimiento, sino como un pilar fundamental en la formación y el desarrollo de las comunidades. Así, la música se revela como una fuerza que ha modelado nuestra historia y nuestra identidad colectiva.
Referencias:
- D’Errico, F. et al. 2015. A Middle Palaeolithic origin of music? Using cave-bear bone accumulations to assess the Divje Babe I bone ‘flute’. Antiquity 72 (275), 65-79. DOI: 10.1017/S0003598X00086282.
- López Rodríguez, J. M. 2011. Breve historia de la música. Nowtilus.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com
Publicado el: 2024-07-15 14:05:22
En la sección: Muy Interesante