En las últimas semanas, todo lo relacionado con Japón ha tenido su impacto en el mercado. El cruce de su divisa con el dólar, la política monetaria del país y el interés que se paga por su deuda soberana. Todo ello confluyó en las sesiones más recientes y provocó un flujo de capitales que desplomó la bolsa, disparó los precios de los bonos globales y desestabilizó al mercado de divisas. Sin embargo, el Banco de Japón ofreció este miércoles un mensaje moderado para tranquilizar a los inversores y descartó realizar nuevos incrementos de tipos mientras el mercado permanezca inestable.
El vicegobernador del Banco de Japón, Shinichi Uchida, se comprometió a abstenerse de más ajustes de política monetaria con la actual volatilidad del mercado, días después de elevar los tipos de referencia en el país hasta el 0,25%. «A diferencia del proceso en Europa y Estados Unidos, la economía de Japón no está en una situación en la que el banco pueda quedarse atrás si no aumenta el tipo de interés oficial a un ritmo determinado. Por lo tanto, el banco no aumentará su tipo de interés oficial cuando los mercados financieros y de capitales sean inestables», comentó Uchida. No obstante, esto no se traduce en que se acabó el ajuste de tipos de interés en Japón en este ciclo.
Desde el Banco de Japón consideran que fue el dato de empleo en Estados Unidos que amaga con una recesión en el país lo que provocó el pánico de los inversores por encima del ajuste realizado por la propia institución la pasada semana. La política monetaria nipona apenas ha salido de su etapa ultraexpansiva que mantuvo la referencia del precio del dinero en el país a cero, e incluso en negativo por décadas. De hecho, la última vez que se situó en niveles superiores a los actuales fue en 2008 y aún hay margen hasta alcanzar el 0,5% que llegó a registrarse aquel año.
El Banco de Japón sigue su propia hoja de ruta. Las subidas de tipos que ejecutó recientemente responden a una mejora de la situación macroeconómica en el país que incluye un crecimiento de la inflación salarial, como recoge el subdirector de renta variable nipona en Schroders, Taku Arai. No obstante, la principal y más reciente preocupación era detener el continuo debilitamiento del yen japonés que llegó a situarse en mínimos de 1990.
Por el momento, se han eliminado las posibilidades de ver otro aumento de tipos de interés en Japón hasta diciembre en el mejor de los escenarios, según cotizan los contratos OIS (Overnight Indexed Swap, en inglés) que se utilizan para protegerse de los cambios en las políticas monetarias. Pero esto no quiere decir que no se produzcan más ajustes de aquí a que finalice el año. El economista del centro de investigación Meiji Yasuda, Yuichi Komada, estima que el BoJ dejará su referencia en máximos no vistos en 16 años al cierre del 2024. «Creo que el Banco de Japón volverá a subir los tipos de interés antes de cerrar este año hasta el 0,5%», indica.
Por contra, los OIS descuentan que el Banco de Japón cerraría el 2024 con los tipos oficiales en el 0,3%. Aunque cabe la pena destacar que la referencia de tipos que publica la autoridad nipona también suele establecer rangos en lugar de fijar niveles concretos (el anterior estaba en el 0%-0,1%) además de ejecutar movimientos diferentes a los acostumbrados en Europa o Estados Unidos, donde suelen ser ajustes de 25 puntos básicos o múltiplos de esta cifra. Así, al cierre del 2024 el diferencial entre el Banco de Japón y la Reserva Federal de Estados Unidos estaría en los 390 puntos básicos mientras que este diferencial estaría en los 270 puntos respecto a lo que se descuenta frente al Banco Central Europeo.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es
Publicado el: 2024-08-07 20:22:15
En la sección: elEconomista Mercados